RI
su oído cuando grite pero no se que esperaba después de lo q
die quiso ayudarme y yo quería ayu
cuenta de eso, has contratado a... a...
r a esa boda y no les vas a dar a esos dos sa
bras mi estúpida imaginación me llevo a mi llegada a la casa
ianne, ¡oh, cielos! creo que la
Sé que te esforzaste mucho, lo siento... - ella
nne, si no quieres... - me d
egura que algo nuevo debía salir de
n estar quieta por todas partes, es que no sabía que
l. Yo, claramente, también lo esta
entrada de la casa y repasé mi imagen una vez más. Me había aplicado más bien poco maquillaje ya que no me gustaba mucho, solo un poco de sombra y algo de brillo labial, había intent
l descubierto mi jirafal, delgado cuello y los huesos en el. Yo no tendría por qué estar mirándome a
circunstancias que lo habían llevado a dedicarse a esta vida. Respiré más calmada igual no nos íbamos a conocer en absoluto, iba all
uera Jason quien viniera conduciendo
alguien como yo, pero ahí estaba, seguro y dispuesto a interpretar su papel por pago y compasión. Más bien por dine
el ti
ío ya est
e dos segundos para reaccionar ya que Amanda m
s! - Yo le devolví el abrazo con cariño
delante de Jason, quien menos efusivo
el cargamento de maletas de Amanda y
n hombre era así, o tal vez mi experiencia con ellos me había vedado para admirar a los otros como este que estaba frente a mí y que evidentemente existía. Lo miré de pies a cabeza, zapatos lustrosos, negros, finos, pantalones de lino perfectamente planchados y cortados negros también, tenia piernas musculosas, eso se podía adivinar, la camisa blanca que portaba ceñí
siado atractivo y yo sabía que no iba a i
ecía, definitivamente para lo que se dedicaba estaba más que hecho, dudaba mucho q
que se reía de mi atolondramiento, la blancura de sus dientes iluminó a
s de mí - él es Edgard Barri