a se cerrara y se curvara en una mueca. "No quiero que mi hij
para pasar y ayudar de vez en cuando". Me agaché y comencé a juntar objetos, dándome cuenta de
distra
podría conoc
rla, curiosa
o está segura de lo que quiere hacer. Tiene diecisiete años, pero está ayudando en la guardería de K-Corp. Blaire Kendall canta sus alabanzas cada vez que la veo.
ella hizo una mueca. "De todos modos, a e
i sorpresa, algo dentro de mí se sintió obligado a respon
rbilla, antes de subir las escaleras hast
que estaba profundamente dormido y roncando. Envidié al chi
O
a tarde. Sentí como si me hubiera quedado dormido, acurrucado en mi cuna. Sonó el timbre y Tucker se movió, lo que me hizo correr escaleras abajo hacia la puerta principal como un loco. Probablemente debería
de mi mente, pero en lugar de eso estaba abrumada. No podía hablar. Apenas podía pensar, pero una parte de mí cobró vida. En cuestión de segundos, estaba duro
los hombros en suaves rizos. Su piel era pálida y lechosa, y mis dedos picaban por ver si era tan sedosa como parecía. Sus grandes ojos azules estaban rodeados por largas pestañas rojizas, y su nariz respingona asomaba ado