ntura delgada que brillaba en las caderas anchas. Perfecto para sostener mientras bombeaba mi semen dentro de ella
iernas. Si bien probablemente era unos dos centímetros más baja que mis cinco pulgadas y media, su
n mi c
ólate,
ante rostro. Me miraba, con los labios ligeramente
as que sentía de tragar como un maldito pavo real. Me mantuve en forma, años de levantamiento y boxeo hicieron que mis bíceps se destacaran, mis abdominales estaban bien definidos y lucía el corte en V, que parecía gustarles a las mujeres. Aunque hacía mucho tiempo que no lo usaba, también estaba muy dotado, detalle que no e
gué saliva varias veces, tratando de recuperar algo de humedad. "¿
ito tinte rosado, y no sabía cómo, pero estaba seguro, podría hacer que todo su cuerpo se sonrojara de esta manera
derrumbó a mi alred
a de los límites. De hecho, debería ser arrojado a una celda, simple
gó. Me golpeé mentalmente la cabeza contra la pared. ¿En serio? Le pregunté a mi polla. P
nía 39 años, por el amor de Dios.
e una mujer y que sería genial muy pronto. Mi parte racional me recordó severament
rla. "Tucker está durmiendo ahora, así que tendrás que estar
ERDA!?
el foso de los leones. El suave balanceo de esas caderas perfectas atrajo mi mi
que Penelope estaría en mi vida, torturándome, y necesitaba asegurarme de que mi ca
y la guardería. Agarré una camisa limpia de mi tocador y me la saqué por la cabeza mientras regresaba a las escaleras.
conmigo saltándome el dormitorio principal, por completo. Cuando llegamos a la guardería, miré adentro y sonreí para ver a Tucker despierto y mirando a su alrededor, con los ojos