nsó que el día de su boda seria quizás, un día especial. Anheló esta
ra algo que se llevaba a cabo por amor, pero era lo mejor s
gues del vestido de novia. Nadie podía convencer-la d
cho, aquella habitación era igual que ella, sencilla. Aunque para su madre la palabra sencilla no describía a la habita-ción...mucho menos
a los 14 empezó su pesadilla. Por eso dejó de
tía nerviosa pues quería...necesitaba hacer esa llamada
y ahí estaba...esa voz..
a An
llamada! Tenemos ya v
.. -sonaba tan tensa que era sorpren
ue mis errores del pasado ya
ntos
qué le salía
ada nos se
hace unos meses...? ¡Dios!
grandio-sas noticias, luego me explic
noticias, verás, hoy
otro lado
nio, es
s? Eli, regre-so pronto al país,
y la verdad es que mi vida en casa es tan dura que prefiero irme con él. ¿Y có
ga de alcahuete con-tigo, d
bre, pequeña? Dí
mbre? pensaba Eliana. Jamás a
el Tho
mpson... ¡no
iablos
me, Eli, estamos hechos el uno para el otro. Fui un idiota de primera, no lo puedo negar. Tampoco p
un infierno y esperé que estuvieras ahí para mí. Pasaron cosas tan abe
te fallé cuando más me necesitabas, pero no
olo quise escuchar tu voz. Te extraño muchísimo,
por Dios r
Ad
no me c
mpezó a arrojar lo que tenía a mano, ella no podía casarse, menos con ese imbécil qu
i,
a boda es
Eliana desde hace mucho, es una joven atractiva, no pued
no dejes que tu hija se case. Ella me ama, es un e
o lo ama creí que era algo pasajero, simplemente asumí que estaba es-perándote. S
un animal he-rido, se refugia e
chacho, no hay
mente el teléfono c
la perdí,
ión, se sirvió un trago y arr
abuelo Peter se quedó contemplándola des-de la puerta, se veía melancólico y triste. Se sentó en la cama ju
verte as
entiend
vida y en parte soy culpable por no tener mano dura con mi
enos no en el sentido l
s les pasaba
do egoísta, tu madre es una usurpadora que
Abue
el respeto a su madre, no era correcto, por eso le puso la mano en el br
a-te como quisiera le debo respeto. Deja de
ro esposo y este con tal de no perder su dinero te mete la loca idea de que deben casarse para mantener feliz
endería, pero solo le conoces desde hace seis me
engo 25 siempre me dije que me iría de casa cuando llegase el día de mi boda, dé-jame vivir este momento tan feliz. A él
Anto
buelo, él está lejos, muy l
o de tu