gunos meses la enfermedad de su madre lo estaba llevando al borde de la locura. Mer, la madre de Liam era una omega con olor a naranja que poco a poco fue desvaneciendo su l
estaba bien, el ambiente era bueno, hubiera preferido que asà de buena fuera la paga, aunque no podÃa exigir más. Entregó con amabilidad el p
nia media hora para llegar a su segundo empleo. Antes de hacerlo se detuvo en un supermercado, donde entró a los sanitarios y se cambió de ropa,
exo, mujeres y hombres dispuestos a venderse por eso. Si se escuchaba mal, pero Liam no era parte de eso, solo se dedicab
o, aunque eso no significaba que no hubiera gente. El show principal empezaba a media noche, Claudy era la estrell
el alquiler del mes, y menos para el medicamento que le han recetado a su mamá para su enfermedad. Por más que se esforzará, el dinero no le alcanzaba para nada, los tratamientos para la demencia eran cada vez más caros y los medicamentos más l
lor a tabaco era demasiado alegre la mayorÃa de las veces, siempre mantenÃa una actitud ligera. El castaño se sien
ues no deja de mirar al mismo lugar, no deja de ver su reloj. Además de vest
en su mochila y la dejó de bajo de la barra. El omega empiezo a llenar una
te la tomó con una sonrisa bebiendo de ella de forma rápida haciendo un gesto de sati
os lados y su sobre peso era notable. El alfa castaño lo saludo con entusiasmos y este se sentó junto a el, por sus rasg
to a la barra. No es que fuera chismoso, pero no tenÃa nada más que hacer por el momento... Además de que la curiosidad era su mayor debilidad. Los ojos de Mark bri
sonrió socarrón, haciendo que el
iam se le solto una risista por lo bajo, pues viejo ya
como se burló de él. Gracias a Dios no fue asÃ. Ráp
lamando a varias chicas y chicos omegas que esperaban
o cuando tomo la copa, rozando sus dedos, haciéndolo sentir extraño, aunque ya estuviera acostumbrado a tipos como
k le estaba ofreciendo. Liam se quedo parada en su lugar, donde pudo
e, le daba cierta sensación de pesades. Y pensar que su madre la habÃa advertirdo de personas como esas, personas que les gu
clientes más frecuentes eran los polÃticos, empresarios y mafiosos, todos buscando solo una cosa, alguien que satisfaga hasta su más asqueroso deseo sexual. Joder de solo pensarlo, a Liam se le erizó la
con sus regordetas y arrugadas manos la mano de
coqueta, mientras meneaba su cabello rojo de un lado hacia el otro, Liam no podÃa pensar qu
ierdo, conocÃa a Ren, el en verdad era un chico muy amable y lindo e igual
ador y poco usad. Es de los nuevo
co la conversación. Un escalofrÃo re
a venderse, al menos no con Mark. Muchos lo buscan por sus
o el último trago del coñac triple seco-. Espero la información de tu número de cuenta lo a
ith se fue. Mando a los omegas a trabajar y se acomodo de nuevo sobre su asiento y sulto un suspiro d
s restándole importancia, no era su asunto después de todo-. ¡Ay Liam, Liam!
erdo
luso el señor Smith se dio cuenta. -ParecÃa exasperado
explÃcate -Le e
Te aseguro que si tu hubieras estado entre los chicos para escoger... -Señala su cost
tras se le formaba una sensación de as
¡No! ¡Yo
para tu madre?. -Mierda. Si no podÃa ni siquiera pagar un mes de renta, ya pagarÃa lo de la enfermedad de su mamá, se le hacÃa imposible-. ¿Lo vez?
inero, ni haciendo tiempos extra en cada uno de sus tr
do, pero tampoco caerÃa tan bajo, solo de ima
ólares-. Ya sabes donde encontrarme si cambias de opinión, Liam. -Los puso sobre la barra y lo
ia noche, las propinas habÃa estado bien esa noch
ra un beta que trabajaba el resto del turno en March-. ¿Como ha estado el ambiente?
entregó el cosmopolita a la chica a su lado. Lo único dife
ó la mirada y Lia
oltó para contarle lo sucedido, per
rabajaban ahà por mera necesidad, todo lo que veÃan se lo callaban, pero eso era muy
era mejor no hablar del tema, solo era una
mpezó a tomar sus cosas, era hora de irse a casa a desc
el con un beso en la mejilla. Caminó haci
en el pago del transporte, pero aun asà no habÃa podido completar para la renta y le rogo a la Diosa luna para que no se topará con la señora Colis. Cuando llegó al
e quedo e
mi encargo? -Se
dole la espalda, no queria voltear y encontrarse con su rostro
te echaré a ti y a tu madre a la calle, no me importa que esté enferma, esto es un negocio no
ra mañana lo de la renta las echará a la calle, y estába seguro de que l
o ?... ¿A caso querÃa venderte
la rodeaba, todo se encontraba en penumbras a excepción de la poca l
decÃa de sus cuadros de demencia, era bastante difÃcil lidiar con eso, y más cuando tenÃa que dejarla sola la mayorÃa del tiempo. Para Mer, su hijo siempre seria su niño, aun cuando se casara y
n decir ni una palabra, de eso ya iban hacer diez años, luego le detectaron la enfermedad a Mer mientras trab
e plácidamente dormida y beso su frente, Mer s
entre abriendo sus
a estoy aquà -le
Trató de pararse,
era como si fuera la primera vez que se quedaba sin comer. Hay unos cuantos huevos hervidos que serán su comida de m
del cuarto, pequeñas lagrimas empiezan a rodar por su mejilla, su vida es una mierda. ¿Por que era tan difÃcil querer estar bien? Un techo donde vivir, donde no falte un plato de comida en la mesa,
amento, pero al abrirlo no habia nada, la sangre bajó estrepitosamente de su cerebro al sentirse impotente. No habÃa, ya no habÃa más medicamento. Miró a su madre, apenas transcurrieron unos segundos, segundos donde ella estába sufriendo y no sabÃa que hacer, ahora era ella quien sintió
stilla, la última, sirvió agua en un vaso y regreso al cuarto a toda prisa, sostuvo a su mamá para que pueda tragar la pastilla y luego un
e acarició la mejilla limpiándola con sus dedos, no puedo contenerse ante ella y llo
idió y la abrazó
tes mi amor? -Le
l medicamento -di
Ãa verla asÃ, no queria que pensara que era una carga, por eso siempre se guardaba el dolor para si sola-. Tú d
odo lo que tengo... Lo único que
o pero estaba muy preocupado, no tenÃa medicamento. ¿Si le daba otra crisis y no
e mordió
s mejor que descanses. -Liam se retiró ca
volvÃa a tener otra crisis? Si no debiera la renta podrÃa comprar su medicamento con el dinero qu
de tratamiento de tu m
amento, solo habÃa una solución a sus problemas y aunque l