ástico querrás decir. -R
Yo merezco algo mejor y no vender mi cuerpo por dinero
ue quieres decir? ¿Buscas una rela
a dij
s no quieres tener n
co dij
n, pero hasta el sabia eso-. No soy romántico, ni me gustan las relaciones de dos, solo quiero tenerte cuando se me plazca y que tú
quiero esa vida para mí, pero sé que no te darás por vencido y tal vez me amenaces con m
solo no soportó la idea de que lo viera como un simple pasatiempo-. Está bien, no soy tan desalmado como me hacen ver, respetaré tu decisió
pero a la vez ta
de él, sus posos negros lo miraron con sus pupilas dilatadas, mientras sintió su fresco aliento chocar en sus labios entre abiertos, esperando ansioso el contacto de los suy
autocontrol y Liam se dio un golpe m
igual, ¿no
al recorrer su rostro de sus ojos a sus hermosos labios-. Dilo -Alexa
seo ig
mó por el saco para que se acercara más, ladea su cabeza para profundizar el beso y el alfa tocó su cintura subiendo lentamente hasta su espalda. Dios, era
e los labios del omega-. No
lo haré. -Liam sonrió viendo su
ya me incita a pecar. -el rubio trató de responderle, pero
ntió sus manos por todo su cuerpo, no pudo evitar gemir al sentir sus ardientes caricias. El alfa bajo sus labios a su cuello donde toda su razón lo abandono, mordisqueo y suc
n poder controlar sus acciones. C
esté dentro de ti -Susurro en su oído mientras chupo su lóbulo. Joder, nunca en s
donde sus cuerpos se rozaron sin vergüenza. El omega entrelanzo sus dedos detrás de la nuca del azabache mientras se sigu
, al contrario, la ayudó y se quitó rápidamente el saco, luego siguio con su camisa, botón a botón. El omega se mordio el labio mientras lo observaba perdido por la lujuria, simplemente no pudo detenerse, lo quería. Lo dejó quitársela mientras él hacía lo mismo con la cremallera de su vestido, el se bajo de s
llamo con sus
orcajadas sobre su regazo, restregando su pene sobre su entrada y no pudo más, lo quería dentro a
Dios...
rda L
monto a su gusto y a su ritmo y parecía no molestarle, ya que solo se encontraba mordiendo s
te bien! -Liam sonrió y gimio como n
sta?...
me iría al infierno
a paro sus movimientos, ahora era él, quién subia
! -dijo cuando se movió como él s
el asiento y lo miro penetrante mientras se mordió el labio, tenía que admitir que lo estaba disfrutando como nunca, el sabía como y
r ordeno, Liam odió
El olor a café con tierr
clamó ocultando su rostro en la curvatura de su cuello, ese exquisito aroma a caramelo lo estaba volviendo