idea de ella recogiendo sus cosas para marcharse me hizo sentir terror
mportaba lo que hubiese pasado entre ellos... tendría que superarlo. Si ella quería estar con él... tendría q
oroso que tenerla a mi lado
r. Asustado por lo que tendría que decirle, por lo que ella tendría que
. Terminé de abrir la puerta y la asusté sin querer, se levantó apresurada, temerosa,
eza de Marié pegando de la pared me hizo sentir nauseas, así que puse distanc
, no importaba cuanto me gustase. Desabroché el pantalón y casi me lo quito pero no quise incomodar a Amelia, quizás
lia dejándome era demasiado doloroso. Entonces recordé los ronquidos de Marié... tenía que saber
una de las pruebas de
na a
a de pura
uy bien cómo se siente cuando despiertas con ganas de vomitar y nada en el estómago, mareada pero estable, ligero pero pesado. Anoche me drogaron, quiero confirmar
en su rostro, pero con tantas emociones que ambos desbordábamos en ese
chas ganas de hacer y apunté bien, yo creo que... bueno me mojé la mano pe
e reído por su verborrea nerviosa y del exceso
roga caseras, de cuando solíamos dr
escritorio y dejé la cama para ella. Quise en más de una oportunidad mandar todo a la mierda, deci
ver los resultados. Marcaban positivo y
r y por fin me
mento tanto Amelia, la
viese llorar, no quería que permaneciera a mi la
e tú y Marié?.
saber que Amelia estaba celosa-. Ella quiso, me dio algun
lo que
-una mujer te besa, se desnuda delant
en el mueble cuando ella comenzó a desnudarse y me quedé dormido. Recuerdo que el
a pasar?-estaba dolida, quizás tan r
stuviese perdido
Pero no pasó nada más. No le hice
anza de que podíamos arreglar las cosas. Así
rque yo no recuerdo una mierda
deseas no hacerlo. Amelia, la empujé con mucha fuerza, creo que si hubiese insisti
callada sin sabe
a la casa, o cómo... solo recuerdo abrir los ojos y allí estaba Gab
boca y me lastimaba escuchar su dolo
s tenido que ver eso, yo por
hirientes de lo que pret
maldición, ni siquiera sé que hice, pero sé que lo último que qui
rdase que debía mantenerme vivo y solo con s
nada?-pregunt
d de que recordase y que sus sentimientos se viesen confundidos con Gabriel. Torcí el
aba destruido y seguía con cierto temor de que lo que quedase en mi organismo de
por rogarle que no me dejase, que se quedara a mi lado, pero primero quería escuchar que ella
da los nuevos golpes que exhibía Gabriel en el rostro y me dolió que lo no
ero no había de otra forma. Hice nuevamente una prueba para mí. Me sentí sucio y contaminado al saber que tenía droga en mi organismo, algo estúpido de pensar cando en el pasado yo mismo me encargaba de met
. La indignación que sentía en este momento era propia, no era oc
unida a la suya, respirando con tanta fuerza que dolían mis pulm
or lo menos dime que estabas borracho-siseé y mi herm
ría sacarle las p
bado- Esta
aba entendiendo nada
día de quien era Gabriel y de lo que
tado fue