o cuarto donde las amas de llave guardaban las almohadas y toallas adicionales. Había escuchado cuando una de
do creí que quizás no vendría la puerta se abrió y mi chica entró. Sonreí triunfante y ella comprendió
no te podías haber
ama Pacita, es la única a l
bolso, sabiendo que la conseguiría, que su sangre herviría por imaginarme con otra y que se pre
queño cuarto, pegando mi cuerpo contra el suyo. Mi pe
hasta acá baj
quisiste... bien
ierna y el libido se encend
nos trajist
ró de mí para respirar y desnudarse. Arrojamos las toallas y almohadas al piso y sobre ellas le hice el amor como me lo pedía, con urgencia y desespero. Como si tuviésemos años
a que siempre te
gida o así
, sobre todo cuando no p
ices como haces para hace
eír y besó
un buen rato hasta que
ganas para un
tengas que preguntármelo. ¿Acaso mi
pierna y rió con fuerza. C
besos y lamidas como sabía que la excitaban. Bajé por todo su cuerpo det
sutil equilibrio del dolor y placer, por lo que cuando llegué hasta su intimidad y luego de besarla, le mordi
isto para fundirme con
en cuatro-jadeó con
. Me encantaba la sinceridad que emanaba de ella cuando estaba en la cama. En público era otra persona,
ara que ella pudiese girarse y apoyar
has que te r
lo más profundo de mí ser cuando me hun
recordaras con cada paso que des. Cu
ronees, de
n fuertes, rápidas, profundas y ella las recibía como siempre: pidiendo más. La hi
con ella cuando la vi caminar gracioso hasta que entró. Yo mi
i habitación m
hica-escuché decir a Ameli
arada frente a ell
melia estaba furiosa, lo pude notar por su cara contraída, sus puños apretados y la forma como respiraba con dificult
cerré la puerta detrás
noté que llevaba muy poca ropa puesta y q
segundos más le sacaría los ojos. Caminé hasta ella para advertírselo, si yo era ca
esa camisa que apenas logra cubrirte, a los O'Pher
rando que Pacita me estuviese recordando en este
*
a los muchachos y algo me dice que tú sabrás poner carácter y que las chicas te obedezcan-el profes
-intentó en vano d
o. Tu hermano pued
erminaba de vestirme. Me costó levantarme esta mañana así que no pude aprovechar los primeros tu
, los recluyó en la otra habitación a todos. No quería correr rie
y Amelia se asomó, lucía preciosa en ese vestido, bellísima y sexy..
¿Dónde está Rá
da para organizar el desa
ucía tan hermosa con ese vestido qu
ayuda con el cie
ongas estas pruebas tan duras? Compadécete de mí... mi
anos temblaban nerviosas. Tomé el borde su vestido con extremo
o?! Por lo menos podías constiparme
te odeio esse vestido - realmente odio este vestido-murmuré molesto con ella por ponérselo, con la vida, con Rámses por h
ndía por qué ella podía ponerme así y me molestaba que lo lograse. Conseguimos a Rámses esperándonos en la entra
lia a duras penas logré una reacción, pero con Marypaz... en ese vestido... quise tomarl
-le susurré con
adolorida-re
ice lo que
ndo, de hecho... l
o el tour provocán
ando me rompis
los restos están gu
aunque un pequeño ru
so otra vez... hoy
las ereccion
on gran astucia. Incluso durante el almuerzo. Cuando por fin nos sentamos en el autobús para el viaje d
ne calen
ntó con total descaro y una mi
dices eso y no me dejas acercarme a ti todo el día... c
se podría enterar. Mancillarías la imagen
bes que lo haría enojar de verdad? Pen
l asiento y me asomé por encima del de Rámses y Am
ia- te gané. Fui el primero en coger en Columb
re au troisième étage?- ¿quién dice que nosotros no cogimos
nesta viagem-Pero si te puedo decir que he tenido más s
orgasmes de compte...- Puedo cuestionártel
pero no mi cuñada.-¿Amelia, cu
odos comenzaron a corear para que respondiese, sabría q
...-res
ancés de
escuchaba la risa presumida del francés idiota. Pacita se acercó hasta mí y
rar tirar como conejo, estaba entretenido viendo las redes sociales mient
su mirada bailando confundida en
arypaz y los tórridos momentos qu
a Marypaz, pero después de que dije la pregunta y a juzgar por su reacció
é la mejilla de Marypaz hast
podíamos ir al cine m
rporó con gran rapidez, ponie
o... nosotros no...-se acercó nuevamente a mí
apá nos est
endo a Rámses y a Amelia, no m
guntó el francés lo
N
encima de mi hombro mient
e partir mi