abían llevado a Isaac, el cual por suerte logró distinguir que se había detenido e
s, se detuvo para recuperar el aliento y apoyar la espalda contra una de ellas. Para su sorpresa e
un sofá y se le subieron encima, con lo que pudo sentir el cal
d la dejaron paralizada. Tan solo una mirada al rostro atractivo y familiar del hombre hiz
podemos ha
ac..
odo que una vez que la fragancia de la chica llegó a sus sentidos, quedó embriagado por complet
anos su firme pecho. El contacto con su cuerpo era demasiado real como para que aquello fuese un sueño, a
or mucho que lo intentara, lo cual la llevó a la conclusión
erte como para sofocarla, sí lo suficientemente fi
miedo mientras intentaba resistir sus movimientos y lo apartaba. Sin emb
ahogado cuando lo sintió dentro, y se di
esa era su primera vez. A pesar de que comenzó a recuperar algo de conciencia, su vi
ronto esta dejó de luchar y permitió que el dolor se extendiera por todo su cuerpo, pensando en que él le estaba quitando algo muy valioso, y sin embargo, ni siquiera sabía quién era ella. Incluso en
era ella, y como el destino no iba a permitir su amor, quiso perderse en sus brazos esta noche, independientemente de que se sintiera mal al respecto. Una noche era todo lo que podría ten
staba haciendo suya. En ese punto sus cuerpos se acercaron aún más, si es que eso era posible, y el ca
destinos se enredarían e
nuino y profundo remordimiento, y
haber ido allí
decirle qué
solo en sus oraciones silenciosas
adelyn. ¡Lo s