ambos llegaron al estacionamiento subterráneo, ella vio a Isaac sentado dentr
en entrar, ya que después de todo las cosas se habían vuelto bastante incómodas entr
an los reporteros?", cue
vehículo y se tapó la cara con su b
mió todo el camino, o al menos estuvo con los ojos cerrados. Por su parte, ella se volteaba de vez en cuando para ver si había gente siguiéndolos. A
ó su bolso, fingiendo que no
tó a Isaac mirándola a través del retrovisor, se sonrojó y de inmediato vio ha
eza gacha, lo chocó cuando de repente este se detuvo en la puerta principal. "Ay...", soltó frotándose l
rados?", le preguntó él al darse l
a antes de hacer un pucher
dolo bien, déjame hablar a mí". El hombre trató d
directamente hacia él, aunque por suerte pudo esquivarlos. Asustada, la chica retrocedió uno
voz estruendosa que sacudió toda la mansión. "Mocoso, ¿en qué te metiste? ¿Cómo
pensara que tal vez no trató de detenerla por respeto. No obstante, la anciana no mostró intenciones de detenerse, y ell
un desgraciado!". Apenas vio a Shirley, la mujer lloró de tal forma que cualquiera que no su
corazón de la chica se arrugó en el instan
rar y le sonrió. "¿Entonce
r...". El repentino cambio en el tono
estaba jugando una mala pasada otra vez. ¿Cómo podía una mujer de su edad segui
lo que usted cree que es. Fue un accidente nada más. ¡Sí! Eso
nsado mal de ustedes. ¿Cu
ué?
enía una expresión de total aso
r mucha sincronía", comentó la s