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Una noche loca puso en marcha los engranajes del destino. La primera vez que lo conoció, su corazón dio un vuelco. Sin embargo, no era otro que el hombre que se iba a casar con su hermana. Ella ahogó su dolor en alcohol y pasó una noche salvaje con él. Como resultado, ella se convirtió en su esposa. Ella pensó que viviría como una princesa como en los cuentos de hadas, pero lo que ganó en ese matrimonio fue solo su odio. Al no poder soportar más la tristeza, se rindió y se fue. Cuando lo volviera a encontrar, ¿adónde acabaría su historia?
Charm Club era uno de los clubes nocturnos más sofisticados de toda la A City, contaba con un sistema de sonido espectacular que hacía vibrar el suelo y una pista de baile donde hombres y mujeres apasionados se movían al ritmo de la música desde el atardecer hasta el amanecer. Aquí todos obtenían lo que deseaban: permiso total para experimentar placer y el tipo de vínculo que no se podía dar en la frialdad del mundo exterior.
Había dos jóvenes sentadas en un rincón, algo que parecía contradictorio con el lugar. Era la primera vez que Shirley venía a un lugar así; prefería la tranquilidad de su casa a estar en un lugar tan ruidoso como este. Sus cejas se fruncieron con preocupación mientras miraba a su amiga, Chloe, que tomaba varios tragos de tequila seguidos. "Chloe, deja de beber, creo que ya has tomado suficiente por esta noche".
"¡Shirley, deberías beber también! El alcohol es realmente bueno, puede hacerte olvidar todos tus problemas. ¡Salud!". Chloe ya estaba tan borracha que le dio una botella de brandy a Shirley a pesar de sus quejas, y abrió otra con indiferencia. "Sabes, los chicos son estúpidos, no caeré más en sus mentiras. Chico... malo... Nunca amaré...".
Shirley suspiró, sentía pena por su pobre amiga, que estaba atrapada en un círculo vicioso de amor. ¿Por qué era tan difícil el camino hacia el amor? Chloe recurrió al alcohol para curar su corazón roto luego de una relación fallida, y el hombre que Shirley amaba se convertiría en su cuñado en menos de 24 horas. Si este era el plan de Dios para ellas, era realmente bueno engañando a la gente; y si esos hombres no eran para ellas, entonces, ¿por qué Dios los puso en su camino en primer lugar? Shirley levantó el vaso y miró su contenido, se preguntó si realmente podría hacerla sentir mejor. ¿Funcionaría de verdad? ¿Y si se emborrachaba al menos una vez? ¿Se olvidaría de todos sus problemas? Dejó de hacerse preguntas, respiró hondo y se bebió de un trago el brandy de su copa y luego, se sirvió otro trago.
El tiempo volaba y la música nunca se detenía, y había un flujo continuo de personas que entraban aparentemente buscando lo mismo que ellas: algo de consuelo para sus angustias. Después de que vaciaron todas las botellas que tenían en la mesa y el incoherente balbuceo de Chloe dejó de tener sentido, Shirley se dio cuenta de que era hora de irse a casa, así que se agarró de la mesa con ambas manos y de alguna manera se puso de pie. Sin embargo, cuando trató de ayudar a Chloe a levantarse, se mareó de repente y tuvo que volver a sentarse; sacudió la cabeza sin pensarlo, esperando que eso la ayudara a recuperar la sobriedad y entonces, una figura familiar apareció en la discoteca. Miró incrédula, entrecerrando los ojos para ver mejor; quizás estaba empezando a imaginar cosas porque estaba borracha.
Sin embargo, cuando cerró los ojos y los volvió a abrir, el rostro hermoso seguía ahí, y su corazón se aceleró. Aturdida, se preguntó si realmente era él. ¿Qué hacía aquí? Después de todo, él se iba a casar al día siguiente; de todos los lugares de la ciudad, ¿por qué tenía que estar allí? La idea de él convertido en su cuñado reavivó la tristeza y la desesperación en su interior.
Isaac estaba acomodado en el sofá, su vestimenta elegante hacía juego con su atractivo. Tomó la copa de vino que le ofrecía su amigo y su sonrisa iluminó sus rasgos hermosos.
"¿No es genial cómo los eventos felices mantienen a la gente de buen humor?
Mira, nuestro amigo Isaac ha sonreído toda la noche. ¡Es raro verlo sonreír tanto! De hecho, soy su amigo y no lo veo hacerlo con tanta frecuencia. ¡Es una verdadera bendición poder ser testigos de un momento tan trascendental en nuestras vidas!". Zachary sabía que no tendría muchas oportunidades como esta para burlarse de su amigo, así que se aseguró de aprovechar el momento al máximo; sin embargo, no pudo evitar sentirse emocionado al pensar que uno de sus amigos más cercanos se casaría al día siguiente.
Isaac, sin embargo, se mantuvo tranquilo y distante. "¿De verdad? ¿Te parece raro?".
"Vamos, no seas tan aguafiestas, te estoy haciendo un cumplido. ¿Por qué no puedes simplemente aceptarlo?".
Sentado en el sofá frente a ambos, Wilson intervino sonriente. "No esperaba que Isaac fuera el primero en casarse".
"Wilson, ¿estás seguro de que no quieres ser el próximo?". Charles, que tenía en sus brazos una hermosa mujer con la que coqueteaba, la apartó y le guiñó un ojo.
Wilson respondió rápido y le dio una patada en broma: "La gente dice que el matrimonio es la tumba del amor. ¡No tengo intenciones de provocar mi muerte prematura!". Tan pronto como terminó su oración sintió una mirada fría clavada en él.
Con una mirada peligrosa en sus ojos oscuros, Isaac lo miró: "¿Intentas decir que voy a morir joven?".
"Bueno, Isaac, irás al cielo. ¡Te doy mi palabra!". Wilson se rio con timidez, y su mirada de disculpas suplicaba misericordia.
"Todo el mundo sabe que tu palabra no vale nada".
Todos rieron a carcajadas mientras Wilson resoplaba molesto.
Zachary se sentó junto a Isaac con un cóctel en la mano que él mismo había preparado. "¡Vamos, hombre! Déjame proponerte un brindis. Es mi regalo para ti en tu última noche de soltero. ¡Toma una copa conmigo!".
Sin dudarlo, Isaac tomó el vaso y lo bebió de un trago; a pesar de su habitual comportamiento reservado, parecía bastante feliz.
Lo último que había esperado era que le sucediera el cambio de alma. Su nuevo cuerpo era una chica nacida en cuna de oro, quien tambieén era la esposa del conocido CEO. Ella pensó que podía aprovechar esta oportunidad para disfrutar de la vida, pero lo que obtuvo fue solo la indiferencia de su esposo. Cuando la mujer que amaba regresó, él pidió el divorcio y ella estuvo de acuerdo sin dudarlo. Sin embargo, Cupido tenía otro plan. Su historia acaba de comenzar ahora.
Helen Fonseca, es una chiquilla tierna, dulce e inocente. Tras la enfermedad de su madre se verá obligada a casarse con el CEO de una empresa. Un hombre despiadado, arrogante y mucho mayor que ella, que, además está atado a una silla de ruedas. Podrá Helen cambiar el corazón de ese hombre? ¿O un matrimonio por contrato no permitirá que lleguen a amarse?
Se suponía que mi matrimonio con Mathias me haría la mujer más feliz del mundo. Aunque sabía que él no me amaba, pensé que se enamoraría de mí una vez que lo colmara de amor. Ya pasaron cinco años y Mathias me trataba como a una cualquiera. Para colmo, conoció a su verdadero amor y cortó todos los lazos conmigo por culpa de ella. Él la presentó a todo el mundo; algo que nunca hizo por mí. Su infidelidad me llevó a la depresión. Me sentía totalmente destrozada. Tristemente, incluso en mi lecho de muerte, mi supuesto marido nunca apareció. Cuando volví a abrir los ojos, sabía que el destino me había dado una segunda oportunidad. Yo todavía era la esposa de Mathias y pasamos dos meses antes de que conociera a su verdadero amor. En esta vida, me negué a que él volviera a lastimarme. Consciente del gran error de mi antigua yo, le pedí el divorcio. Mathias rompió los papeles del divorcio una y otra vez y al mismo tiempo me encerró. "¡Rylie, deja de hacer estupideces! ¡Hacerte la difícil no me funciona!". Para demostrarle que hablaba muy en serio, seguí adelante y solicité a la justicia. Finalmente entró en pánico. Abandonó a la "mujer de sus sueños" y se arrastró a mi lado. "Por favor, dame una segunda oportunidad, Rylie. Te prometo amarte con todo mi corazón. Serás la única mujer en mi corazón de ahora en adelante. No me dejes, ¿de acuerdo?". Una guerra estalló en mi mente. Por un lado, no quería que me hicieran daño otra vez. Pero, por otro lado, no quería dejar ir al hombre que amaba tanto. ¡¿Qué debo hacer?!
Celia Kane proviene de una familia adinerada, pero perdió a su madre a una edad temprana. Desde entonces, ha vivido una vida difícil. Peor aún, su padre y su madrastra le tendieron una trampa para que ella se casara con Tyson Shaw en lugar de su media hermana. No dispuesta a aceptar su destino, Celia se escapó el día de la boda y, accidentalmente tuvo una aventura con un desconocido. Al día siguiente, ella se fue en secreto y, más tarde, su padre la encontró. Habiendo fracasado en escapar de su destino, se vio obligada a convertirse en la novia sustituta. Inesperadamente, su esposo la trató muy bien después de la boda. Celia también conoció poco a poco que él tenía muchos secretos. ¿Descubriría Celia que el hombre con el que se acostó era en realidad su marido? ¿Tyson sabría que Celia era solo una sustituta de su media hermana? ¿Cuándo iba a descubrir Celia que su anodino marido era en realidad un magnate misterioso? Descúbralos en este libro.
Durante tres años de matrimonio, Chelsea siempre fue una esposa devota de Edmund. Pensó que su amor y atención algún día derretirían el frío corazón del hombre, pero resultó que estaba equivocada. Finalmente, no pudo soportar más la decepción y decidió poner fin a su matrimonio. Edmund siempre pensó que su esposa era aburrida. Así que se sorprendió cuando Chelsea de repente le arrojó los papeles de divorcio frente a todos en la fiesta de cumpleaños de Nelson. ¡Qué humillación! Después de eso, todos pensaron que la pareja nunca se volvería a ver, y Chelsea pensó lo mismo. Sin embargo, se equivocó una vez más. Tiempo después, en una entrega de premios, Chelsea subió al escenario para aceptar el premio al Mejor Guión, mientras que su exmarido, Edmund, fue quien le entregaría el premio. Cuando le dio el trofeo, de repente la agarró de la mano y humildemente le rogó frente a la audiencia, "Chelsea, lamento no haberte apreciado antes. ¿Podría darme otra oportunidad?". Chelsea solo lo miró con indiferencia, "Lo siento, señor Nelson. Ahora solo me importa mi negocio". El corazón de Edmundo se rompió en mil pedazos. "Chelsea, no puedo vivir sin ti". Pero su exesposa se fue sin dudar un momento. ¿Es una buena idea para ella centrarse en su carrera? De cualquier manera, los hombres solo la distraerían, especialmente, su exesposo.
__Quiero el divorcio!! __Me dice en tono frío. No es la primera vez que le pedía algo como eso, antes lo hacía a menudo, se levanto del sofá y lo miro a los ojos, le molestaba que no la dejara dar ni una sola explicación, solo asumía las cosas. Era mejor dejar las cosas a como estaban, no pensaba rogarle para que la escuchara, no pensaba hacerlo nunca mas. __Estas seguro de que es lo que quieres?? __Le pregunto mirándolo fijamente. Por muy ilógico que parezca, intento aferrarme a su única esperanza, le tiro los documentos al rostro, ella los tomo con una sonrisa amarga. Tomo el bolígrafo de la mesa y lo firmó sin pensarlo ni un minuto más, se levanto con lo poco de dignidad que todavía conservaba, empaco las pocas pertenecías que tenía y me marchó sin mirar atrás. 🌼NOTA DE AUTORA Espero les guste esta historia de amor, intriga y mucho mas, gracias por el apoyo de ante mano, no olviden dejar sus comentarios.
Sofía Morales, en la fiesta de celebración de su graduación, ebria y drogada por uno de sus compañeros quien intentó abusar de ella, se entregó a su héroe y salvador, Rafael Rincón, quien también se encontraba bajo los efectos del alcohol. Al mes exacto de esta celebración, ella comenzó a experimentar los primeros síntomas de su embarazo múltiple, lo cual fue un escándalo para toda la familia, especialmente porque nadie sabía quién era el padre de sus trillizos, ni siquiera ella misma. Antes de salir a relucir esta situación, su padre le estaba imponiendo aceptar un compromiso matrimonial con el hijo de su amigo, porque había dado su palabra desde que ella era una niña. Estando en su sexto mes de embarazo, su padre fallece, dejándola heredera y billonaria. Como era su única hija, debió asumir el cargo de CEO. Esto no fue bien visto por los otros accionistas de la Naviera, quienes consideraban que era una irresponsable, por el grave error cometido: ser madre soltera. Por su parte, Rafael Rincón, hombre enigmático, billonario, productor, ganadero, quien había perdido a su novia en un accidente, no dejó nunca de pensar en la bella y virginal jovencita a quien rescató y luego hizo suya en una noche de copas, en una discoteca de la Ciudad, propiedad de su amigo y de la cual solo sabía, que se llamaba Sofía.