blemas que tenia a causa de su antiguo sobre peso y mucho más cuando estos problemas dañaban la relac
an pasado bien, entre comida Italiana, la preferida de su novia, pero ahora era el momento de ponerse m
? -Bruno le mostró las e
con las sábanas blancas de la cama, se sentÃa inse
bre su cuerpo para empezar a besar su cuello lechoso, sin olvi
e su pequeña boca, estaba excitada pero no precisamente por la idea de experimentar algo nue
a, pero no. Se sentÃa frustrado cada vez que querÃa hacer algo como eso, algo divertido y fuera de lo común en la cama siempre recibÃa una
la habitación mientras él entraba al baño y se masturbaba con algún video porno que buscará en Internet, dos obligar a MÃa hacer lo que é
or era escoger la opción número tres,
o... yo tr
más disculpas. -Se posicionó en medio de sus piernas, inclinándose hacia e
abÃa sido su intención que pensara eso-. Sab
malditas esposas? ¿Por qué tienes miedo? Joder. -Es
rdó
isculpas si en verdad no lo sientes. -Se
-QuerÃa que entendiera su postura, no era de
e la cama y comenzó a vestirse, estaba cansado de todo. Siempre era lo mismo, todo siempre era a su manera, al
to MÃa al ver como tom
oy a mi apartamen
abrazo por la espalda cuando se dio
-Dallas alejo las manos que rodeaban su cintu
as no afectaran su relación y le dijera cosas feas a MÃa por el enojo y Cohen se sentÃa frustrada consigo m
en su abdomen, piernas y glúteos le recordaban a cada instante su pasado. Esa era la principal razón por la que no querÃa experimentar cosas nuevas, tenÃa miedo a mostrarse como era, no
acorde a su edad. Lo podÃa tolerar, ya que le gustaba como se veÃa y no implicaba mantenerse desnuda. Pero su temor seguÃa ahÃ. Era un chiste, como ella, la mujer más relevante y exitosa de ese año, podÃa tener inseguridades de ese tipo, no creÃa que fuera la única mujer, pero si le costaba admitir que tenÃa ese problema. Se ab
ones, por suerte el alcohol estaba surtiendo efecto y sonrió ante ello. Tomaria una ronda más para estar seguro de que eso pasará. Odiaba sentirse tan frustrado con MÃa y que esto causará que le dijera cosas hirientes
muy explosivo en sus sentimientos-. ¿Problemas en el paraÃso? -Sonrió burlesca y Bruno la miró de mala gana. Tara tenÃ
Tara poseÃa una figura envidiable, era alta con el cabello castaño, ojos grande color azul y era muy divertida, le gustaba salir de fiesta casi todos los dÃas, fue por eso que decidió comprarse su propio club. En aque
taba enojado y frustrado, y estuvo a punto de olvidar
Fue más una afirmación. Tara alzo
fondo de su copa y la dejo co
ice mucho, pero... ¿Puedo preguntar por qué? -Tara inclino su
rustración. Recordando todo lo sucedido. -Solo puedo deci
de su copa-. MÃa es un gran partid
lta ver como la miran los demás hombres. -dijo con fastidio-. Mi nov
tendió a que se re
ema. Orr entorno los ojos, odiaba cuand
ijo coqueta. Bruno torció el gesto, estaba dudoso, su novio no era la clase de personas que le llamara la aten
e no estoy seguro de que acept
arÃa ir al club, y tampoco tenÃa
rado en un chongo y con sus lentes enormes que tapaban casi toda su cara. MÃa le sonrió, esa sonrisa no era exactamente una de felicidad, más bien era por cortesÃa, esperaba que el maquillaje hubiera podido ocultar sus ojeras y sus ojos hinc
ara hoy, la supermodelo Madi
r-. Hola Gris. -Saludo a la chica de recepción. Se le daba bien aparent
i con eso la atiendes primero que todas. -Alzo u
fecha? -preguntó, tal vez podrÃa re
es meses. -Abrió sus ojos en d
que yo. -Salieron del asesor y siguió caminando hacia su ofici
tomar asiento en su silla y prender
Ã. -Señaló su agenda-.
afeinado con leche de almendras, sin azú
, bebiendo de él, estaba
o de una casa cuando su celular empezó a sonar, MÃa miró las notificaci
os que
n rompimiento pasara por s