smo, mientras revisaba el perfil profesi

ms era una mujer soltera. Esa información no descartaba un novio,

po de compañía para la que trabajaba. Aquello era bastante impresionante, y derrumba

te al que no cambiaría

ermosa mujer con anhelo-. Me hubiese encantado llegar en mi corcel blanco y sal

a sumergirse en una espiral de ideas ingen

era una muy mala idea. Aquel no era su estilo de todas

de perseguir a una mujer. Eran ellas quienes hac

o necesitaba colocarse en el punto de mi

earon la superficie de su escritorio en intervalos cada vez más largos; lo que

── ✦ ─

su auto, en cuanto recobraba las fuerzas p

trara allí, esperándola, como solía hacerlo de

aves de su departamento, lo que le permi

saje nuevo de su jefe, pero no encontró nada, lo que

cuando acabará...

ortaleció lo suficiente como para sobrelleva

como práctica, así que no plane

del estacionamiento con el cor

aso darle

es de su bolso, y, dando el último resoplido de la noche, entró a su

la hizo

s a Dios... O, a la desafortunada nueva chica

aminó hasta el cuarto de baño

── ✦ ─

sus dedos sobre su cálido y húmedo sexo. Solo necesitó un par de caricias para mojarse y darle la bienve

u atención en la tarea de acariciar y frotar sus pliegues, haciendo presión el tie

a que, de otra manera, habría tenido que soportar el mete y saca de su jefe, el cual duraría aproximadamente diez minutos, luego, él caería rendido a su

de control que obtenía al ofrecerse a sí misma el placer que tanto anhelaba, la hizo sentir vértigo, pero no pasó mucho ti

pesada, conforme transcurrían los minuto

apretaron alrededor de su muñeca, y al

ta desaparecer. Se sintió agotada, pero una

uena cogida -mu

dades dejaran de sentirse como bloques de concreto. Lueg

dedos, porque, desde su perspectiva poco

── ✦ ─

era una buena excusa para llegar tarde, considerando que existía un motivo por el cual dicho contratiempo era tan popular entre quienes inten

rró la puerta, y corrió hasta el elevador sin

e justo detrás de ella mientras esperaba

panel. Y como si fuera un llamado divino, el elevador abrió sus puertas revelando

ue se encontraba manipulan

Dos oficinistas le hicieron espacio para que encajar en el diminu

joven malhumorada secretaria de alg

e habrían pegado las sábanas luego de diez minuto