información que
que su asistente dejó frente a él media
n cuanto ponía sus manos sobre lo único c
me facilitó la información -dijo, y esbozó una sonr
volviéndole el gesto-. Eres ta
ntener todo lo que le había solicitado a su asistente. Mientras tanto, l
regresaré a mi escritorio para
s termines vete a casa, yo me qu
e la oficina con sus carac
, la cual mencionaba que la compañía del séptimo piso del edificio de
e interesaba por el momento. Pasó página por página, deteniéndose solo el tiempo suficient
¡Gu
staba
su rostro, y el inicio de unos bonitos y redondeados
ente bronceada, cuyos mechones de cabello; sedo
lamió su
s hermosa de lo
── ✦ ─
a... -comentó Emma c
aba un delicioso bocado de chuleta-. Vaya, quien lo dirí
de su amiga y colega, ya que había algo much
ma para enfatizar el nivel de absurdez-. Ningún hombre jamás me dio un núm
consternada
roja compañera tenía un enorme ego, bastante justificado, ya que
nte a ella, como si le estuviera restando hierro al asunto-. Hay muchos
-resopló con una ma
íe más -la incitó con su tenedor-. ¿Qué te parece s
. -soltó con
to, por eso no podía darte su núm
tenimiento puro. Mary la secundó
inocencia-. Sabes que teng
le daré un rodillazo en las pelotas, aunque hubie
lizada-. Eres una asquerosa,
feliz a Mary, al menos su amiga ya no estaba deprimid
ta jugar con las bolas de un bue
voz alta-. Además, la última vez que estuve con uno de esos, fue hace tanto tiempo,
a situación de Mary, y todo lo que ella sa
ntarte; ¿Qué te dijo el señor D
ó que más le valía que esta fuera la última vez qu
-Soltó, llevándose un trozo de patata hervida a la boca-.
en el proceso-. Pero ánimo, amiga, desearía decirte que teng
n largo sorbo de limonada antes de con
-soltó Mary con
alcanza para algo más que no sea comi
uerdo sobre los primeros meses en los
casarte c
una expresión de asco en todo su rostro-. Pero, ¿Qué importa? En cuanto goce de estabilid
que sabía que a Emma aún le afectaba el recuerdo de su ex prometido, con el que estuvo a
loca de
ocura, comprendo, no voy a gasta