, rubia, ojos azules, tez blanca y esta
conoció aquella cruel noche en la que suf
a que nadie la reconociera en la calle, al
quitó lo que la ocultaba su rostro, fue hacia la cama, aquel hombre un apuesto joven de 2
razándola y besando su c
vendrías. -La chica
hermosa. -Comenzó a besarla en su cuello con
creo que llegue hasta la noche. -Habló co
a la tarde para los d
al sentir sus m
ventura con Daniel Blanchett
aquella rubia no podía evit
da vuelta para verlo y besarle, aquellos que la matan, to
rompiéndola, muerde sus labios de solo saber que la hará nuevamente suya, cada caricia que le
da negra que trae puesta junto a la lencería que le arranca con facilidad,
ga a su intimidad, sus dedos comienzan a adentrarse en ella, estremeciénd
idas, de la excitación qu
uso su mano en los labios de la rubia, esta sólo respiró, mordiendo aquellos dedos l
olo fuerte cada vez más, pone sus manos sobre los pechos de la rubia, presionándolos con f
de mostrar ese deseo inme
ansiarle, la hacen gemir, era una explosiva combinación de sensac
probando que lo hiciera, lentamente fue adentrándose sintiéndose placenteramente bien, comi
peración, la besaba sin dejar de embestir
rolina! -Gritaba mientr
esito, quiero más...! - No podía casi n
o, hasta que ambos gritaron, llegando al clímax
sentaron aun sintie
lo conoció esa horrible noche, se besaron nuev
levantó para cambiarse, debía regresar a c
:
más
bía llegado de la oficina, le preparó algo de
an le felicitó por la preparación, esta le dio las gracias, pero después se
a respuesta es, que to
que no le correspondía, era el títere de una mujer enferma, hija del empresario Samuel Esquivel, que había muerto hacía dos añ
pero desde allí, decidió mantener la calma a
e esa mujer le quite su
lo amaba con loca pasión, su vida gir
era la madre del chico, siempre la había aconsejado en t
de se conoci
e su madre para ayudarla en lo que
s a
a preparar las clases del día, ya que siempre necesitaba a
ado con un par de cajas que su m
a muy concentrada leyendo un libro
puesta alegando que si su madre
pero se quedó sin palabras ante la
aba fallando ante la
zado que de inmediato
la demora de su hijo, Esteban
había entre los dos, así que decidió inte
hijo mayor, mi pequeñín Est
u hijo, pues siempre era una de sus distraccion
mimos de su madre le extiende su
so Soler...soy del área de fina
rolina -Elena le ma
Luna...cuando quieras una cita psiquiátrica n
hijo y Carolina llegarían a ser grandes amigos
aba buscando a Elena aprovechaban para hacer
ple salida para hacer los deb
onado por la psiquiatra, como mi madre y que
a universitaria que escogiste
ta? -Habló el ch
matemáticos, algo que comparto conti
anzas, pero no es algo que me apasione, a p
res por eso... ¿Qué querías s
gran compositor. -La observó c
había descubierto por sus sueños, pero no quería arruin
o? -Pregunto el chico muy n
una cita. -Se sonrojo. -Per
e la escuela, te puedo demostrar mis habi
al ser el hijo de la prof
iempre allí después de clases intentando tocar los instrumentos que hay, además es
sta, me convertiré en tu fan. -Lo
que dejó anonadada a la chica, pero aquel l
:
piano y le ofreció sentarse en la primera fila mient
la letra improvisada letra que había
ede hac
s, amar pued
única cosa
se pone
as veces se pue
sa que nos hac
te amor en u
s recuerdos para
tros ojos nun
nes nunca
dan quietos, conge
s guardarme e
aqueros
ue nuestras mirad
estará
a que vue
elodía, supuso que era para ella, pero n
na vez se atrevía a ser un artis
tes salidas decidieron hacer forma
con la noticia y que debían ser muy pac
ñado todo lo necesario y Carolina lo entendía ya que prim
:
alme
dolor que le provocaban aquellos momentos
ue fuera así, pues se había acostumbrado a no verlo en casa desde que comen
para lamentarme del porque lo hice, te amaba con locura desde que te vi la primera vez, pero solo con tus constantes ause
re aquellas palabras q