El secreto del Mafioso

abía llamado a su oficina hace 10 minutos, aunque no sabía por qué. Pero

torio. Sin embargo, había un hombre sentado en una de las sillas de visita. Estaba vestido con un traje de negocios. Su cabello estaba pe

re estaba sonriendo, lo que me hizo sonreír por alguna extraña razón. Tal vez fue porque tenía una sonrisa muy ge

ed quería verme-,

r, pasa-, le hizo se

su escritorio, me detuve y esperé a que el Señ

a silla de visitas. Si no lo conociera mejor, diría que

para presentarte a t

do sería quedarse corto.

dijo... ¿Nuevo j

o propietario de esta empresa, que se conocería como Wesley Ente

no, él era el tipo de belleza que solo existía en las fantasías. Con el que querías pasar al meno

. Tenía una nariz aristocrática con pómulos altos y labios tan perfectos que podrías pasarte horas besándolos. Y au

tipos como él eran el sueño de una chica; sin embargo, también fueron la razón por la que esas chicas termi

as me extendía la mano para que se la estrechara. Lo miré por unos segundos. P

ción ya que yo era el asistente y no el jefe. Así que con todo dentro d

ñor Wesley-. Respondí, y me sorpren

años, y puedo decir con seguridad que es la mejor asistente en

ejor...- Me detuve, sin saber qué más decir. Sin mencionar que l

do modesta-. Dijo el Señ

evo jefe, ¿va a dejar la empresa, señor?

Cavill, y ahora es el propietario y el nuevo jefe de la

avill? Y lo que es más importante, ¿qué hay de mí? No pude encont

r?- Pregunté, expresa

ya es hora de que renuncie de todos modos, necesito pasar

está seguro. En lugar de ser mi asisten

sley? Oh no, no podría ser su asistente. El tipo me hizo sentir todo inq

iera, así que en lugar de expresar mi incredulidad y e

que usted y el Señor Wesley se llev

a donde estaba ahora, y lo rodeé con mis brazos. No importa cuá

utos. El sonido del carraspeo nos hizo separarnos. Ambos miramos hacia arriba y

eríamos terminar nuestra conversaci

trabajo, mientras el Señor Wesley y yo terminamos nuestra conversa

no sin antes mirar detrás de mí y encontrar al Seño

s de trabajar para el Se