o sencillamente un momento en familia, pero también amaba esos momentos de intimidad,
ugares únicos, algunos a los que ningún hombre se aventuró a ir. Luego de casarse y convertirse en la Soberana de aquel exótico país, su pasión por la fotografía había disminuido un poco ya que no podía ejercerla con libertad absoluta, no podía simplemente abandonarlo todo y viajar
mirada de detuvo en una foto de Drew Penfoll, aunque se le ve aún muy joven, casi pueril, sus lindos ojos resaltaban en la fotografía y parec
do, hubiese llegado muy lejos en sus furtivas caricias, en lo
le con
que lo pensaba mucho, más de lo que quisiera reconocer. No. No le convenía en lo absoluto. Cerró los ojos y sin p
entras abría los ojos- es suficiente. Es su
la. Se consideraba así misma como una Princesa bien educada y con modales intacha
ar a la portadora de aquella dulce voz-
ió con burla, mientras hacía delicados gestos con las manos.- ¡To
vas a dec
s escucharlo
entó en uno de los cómodos sillones
aseguró- ¿Qué ha
rmosos ojos la miraron fijam
No una buena opción- dudó como deci
odó en el cómodo sillón para darle lu
o. Isa, yo misma luche cont
espondía- argumentó
rimeros años sufrí en silencio porque creí que no era lo suficiente bue
ante, prepotente, que sólo
o es bueno. Necesita de alguien como tú; dulce, buena, pero con caráct
. no me quiere, nunca lo ha
i le quier
e de relación con
a, te adora se le ve en sus ojos. Allí
gar a sent
tienen oportunidad de estar juntos no deberían desaprovechada, el tiempo junto al ser que amas es realmente valioso - Isabdiella vio tanto brillo en sus hermosos ojos, la felicidad se le desbordada
sonrió triste- pero he tomado la decisión de mantenerm
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?- la voz de Hassan, la s
- lo miró con
nde y suave para cobijar una mano de Isabdiella. Ella lo miró fijamente a los ojos, era un hombre sumamente atractivo, caballeroso, bien educado, muy formal, er
a, Hassan- suspiró
o con fuerza- bien sabes que
o, pero. . . Hassan,
ás buena que he conocido!- exc
o de la Princesa. Olvídate de mi título, qu
que decir de tu boca?, Labios delicados, inocentes y seductores- con la yema del dedo dibujo la silueta de su labio inferior- parecen jugosos e invitan a ser basados. Enloquecerían al más cuerdo de los hombres que sin dudar abandonaría su raciocinio por el favor de basarlos. Pero ya va, eso no es todo. Porque si eres extremadamente hermosa en el exterior, tu belleza interna sin duda supera tu físico; eres dulce, buena, tienes un corazón enorme, generosa, te preocupas más por otros que por t
lándolo anonadada, el concepto
ue te amen con locura, con un ardor tan inten
zaron por sus mejillas. Y se lanzó a sus brazos, Hassan los
o jamás había