a Borgetti, así que solo asintió mientras pasaba cada uno de los
s al automóvil, Katherine iba con cara de ¿Qué diablos sucede?, pero no sé atrevió a decir nada, tenía t
n, tan callada y bella, necesitaba detener el automóvil y acercase a besarla, pero se ver
la chica se quedó inmóvil hacía mucho tiempo que nadie te
ese odioso hombre para gritarle de esa manera?, pensó Katherine, cuando bajo sintió dos fuerte
ni
a pasional a un hombre y ese hombre era Michael Borgetti, la chica se safo del hombre cuando este dejo de besarla y e
sa se podía escuchar el silencio, se iba a levantar a cerrar la puerta
l dejando todas las bolsas que habían comprado en el
o aun así no iba a dejar que ese hombre la humillara de esa manera, ella tenía el dinero sufici
ni te pedí que lo comprar
- ¡vas a subir a darte un baño y ponerte ropa linda y limpia! - el hombre se paró imponente delante de ella - y no juego señorita Smith, puedo ser rudo si quiero - la miro con intensida
sino que al parecer Michael Borgetti era un hombre con el cual no se podía jugar o decir que
solo comeré mi c
Smith, así que suba a bañarse - impu
ahora ya la había besado y comprado comida, y lo más raro, era que se encontraba en esos momentos en su cocina h
iosa, quería recordar cuando había sido la última vez que un baño lo había disfrutado, al sa
jor se le viera, una falda de mezclilla y un suéter de color azul fuerte, su pie
ensalada, y en el plato de él tenía servido lo mismo, al parecer Borg
erine, no te hare daño, la comida no tiene ninguna droga, solo quiero que
te tiempo comiendo solo cereal, mientras el hombre
mida y su estomago comenzo a prote
nos días en la ciudad, mis padres me pidieron que viniera a ver a Hilda, la muy terca no quiere ir a vivir con el
emás, ella tiene su vida y trabajo aquí, tiene amigo
ella trabaje y sea una solterona -su voz mostraba desprecio con respecto a su hermana ma
to solo tenía un amigo que se encontraba fuera del país trabajando en u
arecía que no le importaba
d se viniera abajo y eso que solo tenía unas cuantas, de volverlo a v
e alimento, así que el hombre no perdió la oportunidad de volver a besarla, ahora no le importo que pensara la chica, ell
en ese momento las oleadas de calor y pasión comprobaban que aún tenía sangre en