ogo.
il
a parpadeo dos veces antes de pellizcarse para asegurarse de que no estaba teniendo un sueño at
su mente estaba muy lejos. Cuando él se detuvo y la miró inquisitivamente, se dio cuenta de q
os labios firmemente, decidida a no ceder ante las
bía algo que qu
querría decirle o él esperaba que ella dijera algo en particular? Pero, por supuesto, había muchas cosas que quería decirle ahora que lo pe
ente los abriera de nuevo, incluso si tiene que esperar hasta otro momento para decir to
cesitab
e derecho
los ojos. Ella captó la mirada de culpabilidad en sus ojos
pitió cuando el per
ón -dijo lentamente,
ontamente después de él, inca
o -dijo, todavía si
epitió con una mirada de
asi
abía sido lo mejor para él. La idea de rogarle cruzó por su mente, pero últimamente había hecho
nguna cantidad de súplicas o persuasión podría hacerlo cambiar de opinión, por lo que agarró su bolso y echó una última y duradera mirada al hombre al que había llegad