ron; es mayor de edad y si ella decidió irse, era su problema, en el convento las monjas se miraban u
s, quien era la encargada de comprar los víveres e ir al mercad
ra tan ineficiente que cuido y vigilo a esa chica, este año solo entraron cinco ch
star en este lugar y no obligadas por sus padres- hablo Jenkins con sabidur
us piernas bien formadas se dejaban ver, alguien que iba cruzando por el patio se dio cuenta de ello y miro las piernas con curiosidad y deseo, era algo
e incitaban al deseo, << POR DIOS>> pensó Luca Salvatore, él no podía tener esa clase de pensamientos con respecto a esa chica y menos a una tan joven. Continuo con su camino, se comenzó a preparar para el servicio, tenía que mantenerse sereno, pero no podía, así que lo dio
u asiento con la mirada fija a la nada, o eso creyó el joven sacerdote; la chica miraba la figura de este, era atractivo, guapo, los labios del hombre era
te baja de su cuerpo, era algo cálido y demasiado excitante, por eso no se levantó, ella sabía sobre anatomía y fisiología, es decir sobre el funcionamiento del cuerpo humano, había sentido esa sensación c
él y olerlo, la última ocasión pudo percibir el olor del cuerpo del hombre combinado con una loción, era imperioso para ella estar cerca
e se encontraba frente a ella- me gustaría poder hablar con usted y hac
ella, tenía que hacer algo, pero antes debía de cumplir con su trabajo de sacerdote y confesar a la chica que
lugar y se sentó en la silla que se encontraba frente al escritorio, era una mini biblioteca do
he estado pensando mucho en mis pecados, solo que siento que no tengo ninguno- la mu
lvatore- ahora hablemos acerca de ti y como llegaste a este lugar- el hombre no po
a hallarla, así que decidí que lo mejor para mí era este lugar- la chica señalo con
que buscaba un punto débil en la joven, sus sentimientos un poco carnales y de hombre se estaban haciendo cada vez más presen
ste lugar es mucho mejor que mi aburrida vida en el exterior- y sus ojos se