dor que subía al ascensor que sostuviera la puerta. Menos mal que era algui
cuando llegas extremadamente tarde, es difícil encontrar algo que vaya rápido
cuatro minutos de tiempo. Las puertas se abrieron en el quinto piso con gracia divina y salté como
todos estaban charlando en el pasillo del supervisor. Probablemente deberí
busca de un ordenador libre donde poder abrir mi p
nal de la fila donde normalmente estaban los chicos de retención.
camino a la máquina para iniciar sesión. antes de que apareciera mi
lir de diez?" Dijo el ope
e dirigí al escritorio de Aline de nuevo para mirar el gráfico de la operación. "Hay un descanso de dos minutos, espera cuatro minutos. Chico
el otro lado de la operación dejó de hablar con sus colegas y corrió
onectada!" gritó y puse los ojos en blanco. "Nathali
la máquina y de repente era el estúpido líder amenaza
l entonces, quiere
o deses
uería información, o bien fue un cliente cricri que decidió cabrear a una empresa de telemarketing. En es
está en una re
sacudiendo la cabeza mientras s
ascensores. Tenía un aspecto amenazador y vino tan rápido y enojado que
que podía ser en ese momento, me arrancaría la cabeza, d
ar?" Habló entonces
xactamente siete años en esa empresa y yo había sido su asistente durante casi tres años. Conocía muy bien su forma de tra
an recién magullados por los dientes. Nerviosismo. No discutí con ella, sino que seguí a l
ntidad de goles en comparación con los otros equipos, así como sus faltas." Mi corazón casi sa
na advertencia y mis faltas
odo este tiempo, pero han pasado meses y todavía estás en las nubes." Esa cabrona de verdad decía que había pasado por alto mis
e daban puñaladas por la espalda. Aline se había olvidado que hasta sus cafés eran lo que yo buscab
Ella siguió. "Él es el dueñ
e no pude contenerme. "Anda a sentarte más en su verga a ver si puedes ent
Sa
parada en el pasillo para volver
ió por el camino, pero yo estaba tan
na buena impresión cuando estaba en el trabajo y me tragué varias ranas a lo largo de los años trabajando allí. No er
iendo todo nunca crucé el edificio para decirle la verdad a la mujer de Ricar
que irte ahora, p
eración se escuchara con claridad. "¡Así que me voy a Recursos Humanos y nunca más volveré a poner un p
ente cuarenta años salió de la enorme sala de reuniones tan pálido como si lo hubiera ahorcado un matón. Justo
hablando de sus sospechas durante meses y estaba bastante seguro de que Tania ha
o y yo solo corrí al primer piso
o aguanté. Alcancé metas e incluso gané varios premios por destacarme siempre como acompañante. Con tantos méritos, tuve la ascensión. Llegó la invitación para
s del salario mínimo, transporte y alimentación de 140 reales. Era genial para alguien que vivía con su madre y pagaba poco,
lo que ya estaba. Lo que antes cometía pequeños errores, lo comencé a hacer a me
verdadero fracaso y cuando entré al call center logré sentirme como una persona r
ño de un negocio reventado, pero quién sería el primero en correr si un ladrón nos detenía en la calle. Para mejorar las cosas, acababa de renunciar después de enloquecer co
había vuelta atrás en lo que acababa de hacer, era mejor calmarse pa
en una caja bien cerrada en el fondo de mi mente. El sol brillaba en el cielo azul y s
ía mi futuro fuera del trabajo y lo saqué de mi bolsillo para ver
s perdidas
equeño apartamento donde yo vivía
lo que había enviado y, para mi disgusto, est
olor del dinero y tú te escapas todo el tiempo, ya ni siquiera pones excusas. Tienes
quejé a mí mismo.
as últimas cuotas de los gastos médicos de mi mamá, ya que tuvimos que pagar a plazos con
i un año. La factura de la luz era de R$100 y la del agua de R$90. Renunciaría para no ser despedido por justa causa y perdería buena parte de lo
en la
ando que Chris me maldijera por leer el mensaje y no co
os. Te extraño y
todos los lugares posibles, pero cambió el número y comenzó a torturarme nuevamente. Para tratar de relajarm
en el siguiente mensaje. Henrique respond
en el bar con otra p
ndo de empeo
¿pasó
bajo y como era un negocio familiar, pronto sus padres lo pondrían de los nervios p
a mente perturbada y sin expectativas de vida. Mi madre se había ido y a todos mis parientes no
pena por el chiflado enredado. Me levanté del bordillo y caminé un poco más por las calles hasta llegar al paso elevado por donde tendría que cruzar
í un dolor terrible en el pecho, una angustia mezclada con tristeza. Una fuerte desesperación se ap
te en sus autos pasaba debajo de mí siguiendo con sus vidas bien resueltas. Apreté con más fue
do que miré el agua contaminada del río entre las vías. Así que cerr
nal d