rfección de cada uno de los espacios que la rodean, para sus adentros s
de un Dios del Olimpo, pero modernizado, emanaba un olor perfecto, frente a ella se ubicaba un escritorio de un
ante, el jefe, EL CEO, solo se podía divisar su cabello sobresaliente
acaso a usted no le advirtieron que la puntualidad es el lema
abía sido tan despistada que escasamente sabía que quien la contrato era Martha. Y tal era e
s le dije que ten
inutos
acios de este piso, sé que la distancia entre la suya y esta es de aproximadamente u
e Andy, la forma tan calculadora y fría con la
ceder. -Su voz se vuelve más suave y ante los oídos
embelesados, como si ya se conocieran. Ella inmediatamente se pone roja, y la vergüen
en la calle, ya veo que su despiste es uno de sus defectos más noto
furia, todos en esa empresa eran unos
game para que
usted trabaja, por si no se lo habían informado, y
? -Camille responde apretando los dient
ce falta una tilde, en una palabra, lo cual podría cambiar
s ridículo que alguien podría hacerle en el mundo, él l
en lo ha dicho es mi más grande defecto, prometo que
eer el reglamento cuando ingreso- Se levanta
que le pasa. Una semana sin pago significaría que no tendría para cubrir uno
ven muy hermosa, la piel de su rostro es tersa y libre de maquillaje, su cabello,
a ninguno traía alguna consecuencia quedarse una semana sin sueldo gracias a los enormes
to por encima todo lo que atravesaba, sintiendo compasión por ella, le hizo firmar un memo
e en el cuarto que le habían designado como puesto de trabajo y sigue con sus f
ecto, y en lo "generoso" que fue con su sanción. De ahí en adelante sus trabajos eran perfe
más dinero y sobrevivir en esa enorme ciudad, no hay nadie en la oficina o eso cree, así que sale de su madriguera a buscar un café. Ella ve una luz encendida y se
cucha una voz por un
oficina, tiene
go recuerda que es su jefe quien le habla y se devuelve
o termino hace cuatro horas y es viernes. -Le dice mientras la mira de
o horas extras, ya sa
ted todo es dinero- n
, o en un sitio espectacular aprovechando mil mil
o ante los demás, le esboza una sonrisa sonando
o trabajo para mi futuro patrimonio, no delego a nadie lo que
o una bebida, siento que voy a dormirme sobre mi escritorio
al, ella era humilde, era sencilla, des complicada, pero muy aplicada y eficiente, durante toda esa semana la había observado desde su cámara, cada movimiento, cada segundo, cada vez que lloraba, y esa noche s
on usted – Se para de su es
eda mirándolo, era tan parecido a un Dios, que ni siquiera podía cree
ya sabía que cuando se quedaba horas extras preparaba uno pequeño y seguía su deber. Los dos guardaron silencio, pero nunca dejaron de mirarse, ella le pide permiso y se dirige nuevamen