¿Aceptas e
hando la misma cantaleta de Lina sobre esto. Llegué a la casa y en el momento que a
rme? _ le pregunté a Lina _
responsabilidad, ahora deja de hacer tanto alboroto por un
los _ necesito unas cosas par
Lina _ dale dine
do? Apenas hoy fue que conseguí trabajo, no tengo dinero
o pides un adelanto y le das a Carlitos l
vez no sabía si era de rabia o de dolor. Al día siguiente me fui a trabajar con completa norma
ahorita pero necesito un pequeño adela
é a sacar dinero del cajero par
un punto que pude sentir como si fuera parte de la familia. Le di los cuidados neces
el informe del día terminé por irme a la casa en donde le di lo suficiente a
empre y las horas transcurrieron tan rápido gracias al joven Jorge quién empez
el joven tomó café _ vamo
or, tengo 22 años, vivo con mi abue
enes
¿Quién se va a
azgo o un matrimonio para que las mantienen, sin embargo, tú eres todo lo contrario. Terminé de tomar mi café y comer el pedazo de pastel de galletas de limón que me ofrecie
orge me dijo que me curaría, no me di cuenta de que tenía un rasguño en mi rostro y se derramaba una gota de sangre. _ No se preocupe que yo puedo curarme Yo fui al baño y ahí me cure el rasguño que doña Amalia me había hecho, me querían s
ella me llevó. Al llegar la hice pasar, entonces se la presenté a todos, la acompañé a su coche en donde me dijo que el día de mañana estaría conmigo debido a que fumigarán el despacho. Ella se marchó y yo fui a cambiarme de ropa, Lina se enc
rle los dientes Yo hice mis cosas y luego me senté pero la niña Anayanci me acompañaba mientras platicábamos, tocamos el asunto del día de ayer, me encargué de explicarle todo, me preguntó por mi herida con muc
amente preocupada. _ ¿Qué me ha pasado? _ toqué mi cabeza _ ouch, ¿qué sucedió, joven? _ Mi madre te golpeó, por suerte iba pasando por ahí y miré todo. _ ¡La señora Amalia! Me impulse para levantarme sin embargo un dolor en la parte de atras de mi cabe
tación, ella me toco la mano y pude ver que tenía lágrimas en el borde de sus ojos. _ Tenemos que hablar.... Siempre que alguien iniciaba con esa frase en definitiva no era algo bueno, suspire y la mir
accedí, ellos me liquidaron, el psiquiatra ya había hecho las llamadas correspondientes para el psiquiátrico y se encontraron afuera. _ ¿Acaso ya se la van a llevar? _ preguntó el joven Jorge _ pensé que se