l primero es mi mano derecha en la corporación y el segundo mi amigo
u entrada –dijo
ueron esos gritos
ada y ya no qu
entrega a ti o al servicio –exclamó Octa
e si le dije es que no permitiré que atent
su cuerpo y ella d
o está casada conmigo que le doy t
que tiene loco a Octavio y lo hace babear cada vez que la tiene cerca, ella anunció que me esperaban a mí y a Lucio en la sala de juntas, p
stalándole el último motor de alto rendimiento que habíamos fabricado, a esas alturas ya solo me bastaba con anunciar las novedades para que llovieran las de
*
complicada posición ya que se enganchó a su pierna y no hubo forma de que se soltara, así era siempre, al encontrarse con sus hijos perdía toda la postura seria y se convertía en el padre amoroso y juguetón que esos pequeños adoraban, en su
*
aspar temprano para hablar del embarazo, ¿por qué
bebé fuera tuyo ese homb
le en lo personal?, sé que es estricto, exigente y muy
o y me es imposible pedirle el divorcio
iga a tener es
nas lo tenga nos fugamos, tienes que prepararte porqu
garemos c
on ese hombre desde los 16 años, he perdido toda mi juventud como su e
ónde
preparar todo de una vez, porque fingiré malestares todo el tiempo para no dejarle ni un minuto lib
ue te has aco
aceptar su cuerpo me imagino qu
por hacert
más y seré libre
*
on esa imagen, él es un hombre hermoso, más cada año, sus hijos son sanos, activos, alegres, bulliciosos, sí los quiere a todos, pero más desea disfrutar tiempo a solas, sin ellos ni la obligación y responsabilidad que representan. Sus amigas de la preparatoria, que aún frecuenta, le hab
, Gaspar enseguida notó que no estaba maquilla
ué pasó con
lando porque no se había percatado de que no se
su rostro desencajado me acerqué, la abrac
de felicidad, te ruego que aceptes de buena manera este nuevo embarazo y te
iera a nuestro alcance, subí mi mano hasta su nuca y busqué su boca, la besé con del
seable, al tenerlo cerca se excitaba de solo pensar en que sus amigas comen
se cargo de inmediato, me quedé observando a la profesional y consolando a mi hija, cuando busqué a mi esposa con la vista, esta subía las escaleras tranquilamente hacia el segundo piso, ¿cómo no se angustiaba al ver a su hija herida y sangrando?, ¿desde cuándo es tan indiferente?, en el instante que la respuesta vi
o me encantaba, eso es lo que quería fomentar, amor y protección mutua entre hermanos. Aitana se durmió y la llevé a su habitación hermosamente decorada, depositándola con mucho cuidado en su cama, le quité los zapatos, la cubrí con una manta y le di un tierno beso en su cabecita. Me giré hacia mi hijo mayor y lo subí a mis
n par de rosetones en su cuello, hacía más de un mes que no teníamos relaciones y algo en mi interior se revo