haciéndome llorar de nuevo. Me dolía el pecho por cada momento vivido que nunca volvería. Me levanté tambaleándome y me dirigí al baño. Mis ojeras
re nunca estaba en casa y nunca desayunaba con nosotros. Mi madre me miró de forma acogedora en cuanto se percató de mi prese
as - hablé
ba llena de comida, lo cual era normal, ya que siempre teníamos una mesa abundante. Un trozo de tarta tradicional y un zumo de naranja fuer
chinar de los dientes mientras comíamos, mi madre notaba mi molestia ya que no er
n al menos decírnoslo antes? - preguntó mi madre
puedo culparla, pero apareció una becaria muy cercana a
a enamorar. - Mi padre me sorprendió h
x suegra y yo tendremos trabajo para hacer la devolución
ás mi dignidad y no lucharía por ningún hombre. "Algo o alguien será tuyo hasta cierto
cuando miré a mi padre me
dijo y mi madre sonrió, dejándome incr
ué nos acompañas a tomar un café? - Fru
ortuna, me he tomado un día libre para descansar - Respo
familia? - pregu
dónde has sacado eso? C
peleando y ayer estaba llorando
upuesto
- Fui directo
or por ti", dijo. - Es
ado, por lo que mi padre era un hombre que a
, todo está bajo
e ir a clase", dijo mi madre
Cogí mi móvil y miré el buzón de mensajes y me sorprendí con la cantidad de mensajes que me habían dejado varias personas en él y todo
cuela fue silencioso, el señor Márcio no dijo nada y eso era lo que más me gustaba de él, sabía ser educado. La única palabra de la mañana con el Sr. Márcio fue cuando llegamos a la escuela, me deseó buena suerte y yo sólo sonreí. Se notaba la mirada incrédula de mis amigos, lo que hacía que Caroline
ro con sorna, lo que extrañó a Felipe, a
, como siempre",
se - Aline autorizad
sa? ¿Va a
a a
as a decir a
sient
í con Beatrix? - Se enfa
, puedes irte -señaló Victoria a
al parecer, estaba bastante decidido a quedarse con ella y, conociéndolo tan bi
y deseé con toda mi alma que se diera cuenta de quién era realmente. El resto de las clases pasaron rápido, aunque pensé que mi falta de atención había ayudado a eso, Felipe sonreía como nunca junto a la chic
o y sé que no les importó mucho, pero luego sé muy bien que todos me enviarían un mensaje. El Sr. Márcio me esperaba pacientemente en el coche a la salida del colegio. Cuan
llevé una gran sorpresa, la señora Cristina y el señor Francisco esta
, ¡qué placer verles de nuevo!
ión y llegamos a entender la razón - El
na, no la culpo, pero ha estado con ella en menos de
para ti", se animó Cri
consiste est
puedas volver a comprometer
io, le deseo toda la
Era una verdad que sólo hoy he comprendido. Un matrimonio sin amor no darí
a gran esposa para tu futuro marido - Doña Cristina m
me deje salir ahora, tengo que hacer los deberes -
sé que no negaría nada a sus padres, pero también seríamos infelices. Cerré la puerta con más fuerza de
ra comer, los padres de Felipe nos acompañaron y consiguieron sacarme unas cuantas sonrisas, a
a y la herencia, y yo recé para que todo se solucionara. Al caer la noche me acosté en mi cama y