img Yo no soy el villano  /  Capítulo 8 VIII | 72.73%
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Historia

Capítulo 8 VIII

Palabras:1943    |    Actualizado en: 06/01/2023

engaño a Arturo jacob, lo cual era totalmente falso, pero utilizó la excusa de la cita y el rápido comienzo de salir con Caroline además de su engaño. Era obvio que nuestros amigos se pusi

salón, mi padre estaba en una reunión de urgencia con el señor Jacob solucionando algo de la empresa, me enteré por mi madre que ambos eran

la habitación hasta que llegara mi padre, lo que tardó bastante en llegar. Mi madre también esperaba ansiosa en

enta de la empresa y que a partir de hoy llevaríamos una vida sencilla, lo que podría ser un problema para mí, ya que lleva

os trabajando en la familia, entró por

, señor Jacob. Le d

o y me lloraban los ojos, hice lo posible por dejar de reír para que no me doliera más el estómago, sin embar

x? 一 preguntó Arthur justo desp

opi

estaría preguntando 一 dije ob

s un adolescente 一 Le expliqué por q

, y yo he bebido tanto en las f

onos a los dos, pero no era una sonrisa normal, era

vertida, mamá. Hablé c

zco tía, ere

se notaba en la cara de mi madre que había simpatizado con arthur, lo cual no me tranquilizaba ya que le invitaba a veni

si algo diera esperanza y luz para que sus problemas

mo si nada le preocupara 一 Pero ayudaré a la empresa Edwards con una fi

n rodeos porque nada en la vida e

trabaje en la e

y lo sabes 一 Arthur ha

hur, y no te atrev

mocionada, le encantaban las fiestas que ofrecían las empres

re respondió a

esitados de dine

cuestión, Bea

s vemos mañana en tu casa.

ponerme el uniforme del colegio, el almuerzo ya es

e fue un buen economista e inversor, nunca hubo

o lo pusiera nervioso y ansioso, pero en mi opinión era por la fiesta de mañana. Pueden compr

s Edwards era dejar que la ansiedad invadiera

l centro comercial? 一 Mi

enial,

ado, retírate y pued

veré en di

mos en die

l centro comercial había una tienda de disfraces y ahí es donde comprábamos cuando no teníamos ni idea de vestidos. Mi madre era una mujer muy vanidosa que hizo un paréntesis en su trabajo de abogada para de

na taza de té. Llevaba una falda midi negra y una blusa blanca, diría que ni los más grandes diseñadores de moda podrían sup

s irnos

ma

treinta minutos en coche hasta el centro comercial, la carretera estaba llena de árboles y pocos edificios y esto me pareció genial, me gustaban los lugares verdes con muchas flores y esto

entrar en el centro comercial, nos fijamos en un nuevo salón de belleza. Mi madre me miró de forma atrayente y mi mirada no f

también. En la entrada había un mostrador y fue entonces cuando mi madre me sorp

térica y yo sonreí emocionada, hasta qu

mos permitírn

rió mostrándome una t

o tienes esto?

re, sólo que

ie fuimos los primeros en ser atendidos. La peluquera era una mujer ama

o en lo que q

o y mis cejas sean de

ión es m

ría el pelo. Empezó por decolorarme el pelo, cosa que no me pareció necesaria, pero ella era la profesional y a los 30 minutos mi pelo ya e

de piel, y al poco tiempo de terminar mi uña, mi pelo ya estaba hecho. Sheila me quitó todo el exceso de tinte y luego me lavó con algún producto que hizo que mi pelo oliera bien, y el últim

a 一 Felipe y Caroline también estaban allí. No podría describir lo que estaba sintiendo, si era rabia, envidia, celos, eran varios sentimientos mezclados que

nda habló en voz alta llamando su atención hacia nosot

sin importarle quién estaba en el resto de la tien

nueva pareja, pero era casi inevit

tamos todos a tu servicio

do a mi madre como la conozco, era probable que fuera la persona más fals

ndo saludando sólo a mi madre cuan

a encogida detrás de Felipe de pies a cabeza y cualquiera que la conoc

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