img Un Obsequio Para El Mafioso  /  Capítulo 3 III | 75.00%
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Historia

Capítulo 3 III

Palabras:2352    |    Actualizado en: 09/01/2023

e se quita su camisa, avizore ese tatuaje en su espalda, es el mismo

cullo idiotizado, le ignoré oc

rmí desnuda durante 2 años, me acostumbré y no pienso dejarlo, después de

, queriendo estar en la cama; solo me asome al balcón y ver la her

ndonesia; quise ser modelo, por eso al salir de allí, busqu

za, así que asesine al fotógrafo y a todo el set; escape con ayuda siendo trasladada a Italia con identidad falsa, escondiéndome como una rata, hasta ser secuestrada por unos ti

.

las empleadas está en la habitación colocando mi ropa doblada en la cama, al ver mi desnudes simula mirar otro lado, me acerque queriendo

nde está ese hombre ma

nformó frío, rozando el c

manos del rostro gri

; dirigiéndome a la mesa del jardín, al todos nota

ofreció abriéndome unas de las sillas amablemente, me

Julián supuso haciendo señas para que

en.- Selene comentó tomando de su café, tiene su pelo rizado recogido y se l

in quitarle la mirada, entre los d

hambre no t

llegar a mí, mire a todos confusa, abrí la caj

rápidamente como para dejar caer la silla, apuntando a Esteban, el

decí para mis adentros, nervio

somos tan inútiles como para dártela cargada.- Julián aseveró, unos de los cam

porte de diosa lleva uniforme de comandante

n dudar, esta jodida familia tiene la policía comprada, empecé a darme cuenta d

que al verme pararme para retirarme se levanta dándome el frente, abo

a mi hijo, respeta.- dij

ercó a mí, c

paseo, yo tamb

iese alguien que me entendería sería ella, pero se le nota t

lenciosas de Santorini, apreciand

n la mano de Selene, en

regunte sin quitar

ad, valentía e inspiración espiritual.- Respondió; un chico

ándose el casco, Selene toco el timón, el varón sin

ene, subí agarrán

mire atrás aquel hombre, no pude evi

os los semáforos en rojo, estoy asustada y estarlo

lado, adentrándonos

a en este mundo y lo que único que puede quererte es la muerte es cuando más te aferras a vivir... Ni

te com

ir del mismo lugar donde estuviste conocí a Owen, ¿Crees que después de tantos abusos quería un hombre en mi vida? Me escapé, rompiendo las reglas, preferí la muerte que servir a un hombre, así que esa noche Owen tenía que eliminarme y lo hubiese hecho sin pensarlo y si no hubiese caído al suelo por causa de una sobredosis, así

me provoco lágri

guste o no.- Agrego -Y no creo que ten

riga gruñir, empezamos a reír, la

n paraje c

te

estas armas nos s

que nosotros contemplamos las nuevas n

eo comentaba frente a su computadora, mientras q

estaba la idea de que mi padre allá llamado a Seth y le haya aceptado la p

al está sentada en mis piernas, esperando que diga q

ndientes, pero puedo

un beso de Selene, a su lado esta mujer fingiendo n

Pregunto Larissa

ndole y entre el beso observe aq

.

una demente si esa arma estuviera cargada me hubiese asesinado sin pensarlo. La maldita tiene unos ojitos encantadores, prefiero no mirarla para evitar embobarme con su belleza, yo que muero por tocarla, anoche cuando la traslade a la cama,

ño y poder ir a buscar parte del dine

esina está recostada en el sofá en

ndré entre el romance tuyo y la teniente con

on una sonrisa ¿C

además tú eres mi mujer ¿No? A

e dijiste ayer.-

dría mandarte al infierno

, esa maldita palabra me calienta la sangre; note un pequeño mor

e importa,

uello molesto, a

, mirando sus ojitos chiquitos

, sonreí viendo cómo pierde su esp

ón, quitando mi pantalón a su frente, sostuve mi arma. -Chúpalo

a en mi mano, esta se ac

- Agregue con

dillas me g

scando su toalla, dejándola de rodillas, volví a ella ent

mi miembro y lo que me causa molesti

pelo lacio, esos jeans altos le qu

en mí y observa mi pistola a un lado de la cama, fui

eras, Theo se uni

es matarnos?- Pregunto

bara, no bell

entonces dime belleza ¿Ya no quieres matarnos?- Bárbara volteo rápidamente golpeando su entre piernas haciéndole retorcer de dolor, entre quejidos, me quede callado con

os a la camioneta, encendí acelerando ni siqu

rb

a camioneta los chillidos de Theo me causaban risa porque cuando Esteban

uchaban los choques del mar furioso contra

enerado.- Informo uno de ellos ab

re nervioso empezó a contar. ¿En serio contará ese t

ta- Theo me recomend

ida el hombre empezó a llorar suplicando, sacando un buen paquete de billete de su espalda, pero Esteba

nto Esteban después

los se disculpó, Esteban tomo parte del dinero dán

o mascullo miro a u

se aceleró bastante como para que mi mano temblara; tomo los maletines, dándose vuelta me mira, pued

- Pregunte con

y mucho menos al frente de Esteban, no confía ni en su propia sombra; h

or

o asegurarte es que si tiene

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