por lo que pronto la volvería a ver, y aunque después de haberse bajado de su jeep luego de dejar a la niñ
raído, pero más distraído no podía estar, esa mujer había llamado demasiado su atención, pe
a sin dejar pasar ni un sólo detalle. Cerró los ojos con fuerza al ver una cif
tre los escritorios con esa faceta de matar con la mirada, sus pisadas era
asiento, la chica se encogió sin querer, mordió su labio inferior rezando a
leada en él. -. Si siempre cometes errores siempre tendré que estar revis
or y
o le cedes el puesto a otro -dijo con impacienc
gún rincón solitario si tan difícil era que le cedieran una oficina, pues tenía que ganárselo, era nueva en el puesto y para que le cedieran una oficina debía
rectamente hacia su escritorio, tomó
te tenerlo listo -exc
gente, aunque claramente sus empleados eran bien pagados, no dejaba pasar
ra de salida de su sobrina, decidió irse directamente hacia la esc
aba la chica mientr
su secretaria, su giro repentino e inesperado hizo que la pob
ver el terreno para darle una respuesta a los accionista, pro
ar la presentación, ¿aún no tienes lo
del contrato y listo -él asintió y le dio la e
s personas dentro, de hecho su hermana estaba conversando con aquella mujer que le había robado el suspiro. Ésta vez vestía un
sus labios algo gruesos y rojos formaron un sonrisa educada al mirar a su acosador a los ojos. Éste no
ano -salud
circunstancias, siempre fue rebelde, nunca fue de seguir órdenes, razón por la que terminó en los brazos del peor enemigo de su hermano. Quien sólo debía dar un movimiento en falso, y razón s
¿Es necesario que ella aprenda eso? -pr
a ladeó l
e gusta, ella podrá dejar
s palabras. Echó un vistazo y vio a su sobrina hablando con aquella mujer, el intenso rojo de sus labi
-preguntó su hermana mientras lo seguía al
testó co
e su hermana sólo indicaba al
s socios -declaró con rudeza, sin temer herir los sentimientos de su hermana. Subió a su jeep y espe
crees? -comentó su hermana
ijo sarcástico y se echó hacia atrás sobr
consideras nada?
e sonrió con malicia. -. El mínimo erro
Em
a nada -aclaró
padre -refut
ve de nada sie
hasta llegar a su casa, sabía que con él no s
s a
cástica, y miró a su herman
zo un leve ademán con la mano y le
u cabeza, y no pudo evitar soltar un hondo
.
norado sus mensajes a propósito, tenía justificación, ¿Cómo esperaba que lo hiciera cuando estaba
ficina la vio saliendo del fondo de d
contesta? -arrojó sin siquiera esperar que
ed llamaba, no me puedo dividir en dos por más que lo intente -espetó la chica sin miedo, estaba harta
se dio la vuelta de regreso hacia su escr
que sí salía de sus casillas, tal vez Lidia al principio parecía una nerd muy tímida, pero no l
ría despedida, pero todo lo contrario, al día siguiente, Lidia recibió su oficina para