d y bla bla bla. Ni siquiera habĂan llegado aĂşn las chicas a las cuales debĂa maquillar, en cuanto hicieron acto de
o me falta aplicar el labial y colocar el velo. Es muy preciosa, su cuerpo es precioso, nada es en exceso y sin embargo s
me doy cuenta de que seguro la señora que está a
puede arruinar su maquillaje –digo sonrien
aparto un poco para que pueda colocárselo. –No puedo creer que el dĂa ha
stoy yo nuevamente, con un nudo en la garganta al ser partĂcipe de esto, siempre
xclamo, ambas sonrĂen y
e ve preciosa. Doy por finalizada mi creaciĂłn, ambas se sienten satisfecha, ordeno m
s de mĂ. –No me habĂas contado que habĂas sido parte
ro de hambre. –Ayude a Mark, estaba en problemas
llà –me toma por sorpresa, eso no me gusta. –Puedes ser m
erĂa de ti sin mĂ y viceversa? –aunque mi jefa muchos años mayor que yo es un tanto quis
legas a recibir un contrato
ask
ho e incluso las aventuras que te has pegado para tener más pr
o me van a pagar, pero fue un favor, yo me siento a gusto con lo que tengo, sé que trabajar para los Hunther puede ser a
, ¿Habrá más trab
inco horas, tres damas y la novia,
ces nos vemo
e algo delicioso y lleno de salsas de todos los tipos. Por este motivo adoro trabajar para
de hamburguesas y me pido la que viene bañada en queso cheddar y patatas fritas a un lado. Gimo de gusto cada
ios! –exclamo
mi trasero bello. Yo no dejare de disfrutar de lo delicioso que te ofrece la vida y eso es la comida, aparte del sexo claramen
iempre vivo con ello, pero por cosas tan extrañas de la vida noto que no soy el centro de habladurĂas, busco con la mir
la hora de mi almuerzo? ¿Por qué camina de ese modo? ¿Por q
! ¡Es Bajho
oso y bonito cuerpo. El hombre de ojos grises se detienen justamente delante de mĂ, yo no le aparto la mirada, es más, tomo la
do, le ofrezco la silla frente a mĂ. –Gracias, muy amable
a cruzarse de piernas, ÂżPorque se ve tan sex
ho menos, solo pasaba en mi coche y la vi comerse, eso
ya! ¡CalorĂas! –exclamo, este asiente. –No tienes idea de lo rico que es morderla
enston, que,
no, intenta restarle importancia a lo que yo digo, es divertid
a domicilio –chasq
r el nĂşmero de su delivery...
e que la espero en mi ofici
que por favor me lo e
lo en un lugar público y con tantas personas a nuestro alrededor –me
–sonrĂo de lado, este espabila
cho –su gesto no cambia, yo sonrĂo, tom
sonrĂo. –Es mucho mejor q
o di
su coche, yo le observo fijamente, mis ojos caen en
no sea del todo un idiota. Pero eso no quiere decir que busque tener una magnĂfica relaciĂłn con Ă©l, no bajare la guardia con un hombre como Ă©