uería creer en él, no podía creer en él, no podía volver a caer en sus redes, y peor a
ís, implicaría encontrarse con Max, pero jamás imagino sufrir de esta manera, ella pensó que lo había superado, al menos, en gr
orrer hasta donde ella estaba y arrodillarse a su lado, la
dijo ella aferrándose con fuerza a su prima, llorando con desconsuelo y queriendo poder tener una posión mágica, al
ó llorar por algunos minutos, antes de ayudarla a ponerse en pie- vamos, arriba, debemos volver a tu habitación, no querrás que aparezc
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se dirigió a las escaleras, en busca del refugio que le ofrecía su habitación, necesitaba algo que le ayudara
l primer escalón, cuándo la profunda
que sus piernas no le sostendrían por más tiempo y con un agudo gemido se desplomó sobre las escaleras, permitiendo que sus
o puede ser!- su cuerpo se convul
nto a su hermano, lo tomó de los hombros y le obligó a girarse hacía él. S
ojos que no dejaban de demostrar a través de las lágrimas el inmenso dolor que
. se va a casar Et
con cabeza fría, era obvio de quién estaba hablando su he
nuevamente. . . pero. . . no. . .¡Maldición!- gimió con dolor- tiene un prometido, se va a casar, es feliz con otro, no me ama, no me ama Ethan, todo esté tiempo la espera ha sido en vano, he sido un idiota enamorado solo, le importó poco mi promesa, mis juramentos no fueron nada para ella.- Ethan le escuchó en silencio, permitiéndole desahogarse de todo lo que sentía, él no era preci
no solía beber, pero aquello lo ameritaba, su hermano lo necesitaba, así que se dedicó a hablar con él y asegurarle que todo aquel dolor era pasajero. Pero era malo para brindar consuelo, y no sabía exactamente
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a, bueno si, era el mismo dolor que sintió cuando descubrió la verdad sobre Max. Se arrojó a la cama, abrazando l
n literalmente p
que estaba sintiendo exactamente eso, c
posible que ese hombre fuese tan descarado?, ¡mira que presentarse en s
lpeaban con fue
rlo, pero se engañaba a sí misma. No le había olvidado, nada más verlo había querido arrojarse a sus brazos y bes
él, ahora que le h
ue haría cuando
podría con
e intentara negarlo millones de veces. Ella, seguía amando a Maximiliano Ferrer, su único y verdadero amor, aunque fuese un desgraciado
unca sería la señora Ferrer y era algo que debía asumir con orgullo y dignidad, quizás es lo qu
mida en medio de lágrimas silenciosas y pensamientos turbios. Ella pensó que estaba preparada para enfrenta
ecesitaba un buen descanso que
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miserable de todos, aunque intentará detener su sufrimiento, no podía
ejores amigos desde que ella se fuera, lo único en lo que pensaba siempre era en el momento en que ella volviera a a sus brazos, verla, besarla y comenzar a planea
aría un boda pero con otro. E
. Que duro era todo aquello. Había sido un tonto por entregar sin reservas su
inútil, sus ojos estarían muy hinchados y posiblemente se le habrían hecho bolsas bajo l
voz enronque
ó dando paso a un
o y he corrido solo para verte y asegurarme de que estás lo mejor posibl
esto, Ellen, esto
uperarlo, cariño. E
lo era todo, Ellen, ella representaba mis su
a- él se arrastró en la cama, hasta apoyar sus cabeza en el regazo de su h
la amo demasi
. . quizás, que te duela tanto sea una bu
me
, voy a superarla, Renata no acabará conmigo, no disfrutará de una vida feliz mientras ve como me consumo en la miseria de mis sentimientos bu