ado y también superado, no podría competir con alguien como Gabriel, atractivo, millonario. Era el príncipe soñad
a y con unas inmensas ganas de salir a buscarla,
ma, se miraban a los ojos y se acariciaban con
uieres
na sonrisa y luego añadió-:
con una sonrisa y luego continuó-: Aunque es algo tarde para preguntar... pero
ó Gwen con ti
me con la hija de su mejor amigo...
no existía, un matrimonio arreglado -as
Pensándolo bien, no conozco a nadie que se h
eso? -preguntó Gwen mien
n del barco", como él mismo dice y no acepta negativas -dijo
reguntó la ch
frutas de su fortuna, de lo contrario, es mejor que te las arregle
glártelas solo -respondió Gwen mie
Gabriel buscan
palabras, no quería hacer sentir mal a Gwen, no pretendía tratarla como algo sin importancia. Por primera vez en mucho tiempo, se preocupaba por lo que
mucho tiempo, nunca se lo había comentado a nadie. Gwen era especial, con ella se sentía libre de
ompañía, así que decidió dejar de pensar y dejarse llevar, quería disfrutar el tenerla entre sus brazos, sin cuestionarse nada,
jo y sacaba cuentas de lo beneficioso que sería para ellos una unión de esa magnitud. Representaría u
Lisa iba saliendo, se encontró con Margaret, la ex esposa de Gabriel. Apenas llegaba, pero ya hacía notar su presencia. Era de carácter fuerte y
stro. Aunque ella tenía su esposo, Gabriel continuaba siendo su debilidad, cuando la asistente cerró la puerta,
siempre... ¿Cómo estás preciosa? -dij
Gabriel. Hay que organizar la cena de compromiso.
la otra levantaba su falda después de recorrer su espalda y metía su m
r, tu forma de amar... que te parece si nos tomamos la tarde l
sonreía y lueg
. vamos... pasemos la tard
xo, amor y placer -di
talles del compromiso y la boda de su hijo. Pero disfrutando de su furtivo romance. Sus r
al escuchar los comentarios de Abigail acerca de su amiga, eso le moles
irando la plebe. Se corrió la voz que se
a afortunada -dijo aquella mujer con o
ir que es muy hermosa, pero no c
a loca pretensiosa que a veces los visita, aunque es una mujer muy he
su vida. Me da lástima con ella,
tó llamarla, pero tenía su teléfono apagado. En verdad no sabía qué hacer, aunque a decir verdad sentía que hablar con ella
io tan rápido como pudo. Salió de allí bastante apresurado, sentía que le faltaba el aire y que las paredes se le cerraban, Nunca sintió un dolor tan profu
speranza es lo último que se pierde" y se retó a ella misma por pensar "será en otra oportunidad". Se despidió y salió de su
mposible, sentía por Hans algo más que una atracción, estaba enamorada de él desde e
ns que se había acercado mucho a ella y c
a voz sonrió y le resp
tamento o
tonces -respondió H
espués de varios pasos Kelsie se acercó y lo abrazó. Ha