y hace que ponga mis ojos en
pre
esa pequeña victoria, haberla hecho sonreír en medio de lo que parecía que iba a ser una escena emotiva donde probablemente hablaríamos de heridas que tengo por cerrar. Entendía que se preocupara pero también entiendo que mis heridas son mías, de nadie más y que por lo tanto es cosa mía abrirlas, cuidarlas, sanarlas o
fiesta-sonrío ella de nuevo pero dos lagrima
itar el instinto de
-susurré yo
s, le gustaban tus pasteles-
r evitar recordar imagenes de Caleb t
nrío ella a
é con
voy a permitir que llores, tu maquillaje y tu herm
tó una c
as bob
has hecho con mi mej
oche esperandonos
emás debo cambiarme-añadí señalando mi bat
neando realmente que bajo esa bata hubiera el vestido que me había escogido para
ahí. No tardes-susur
rré-No podría pe
nuando su paso hacia la puerta,
la asiente con una sonrisa al ver que hoy también obtendría bronca por parte de James, el jefe de m
colocandolos con cuidado en una bolsa y sin más preanbulo arranco mi pequeña Charlotte, u
, la brisa de repente arde como si quisiera recordarme aquella noche de
do helados. En el fondo me alegraba que no lo hubieran
un anciano lleno de heridas gemir de dolor y suplicar clemencia en un idioma que
hombre se desploma en el suelo después de habe
ticamente en la entrada, ni siquiera me da tiempo a reaccionar cuando
picardía el primer encapuchado, sus o
por cada lado mientras yo trago saliva vie
mi retina es la del hombre mori
asustada en medio de la oscuridad de esa malolienta