puede moverse por más que haga fuertes intentos, solo logro respirar con dificultad mientras mi cabeza,
pasado atormenta mi cerebro con imágenes asquerosas que no quiero recordar. Las caras de los tres hombres frente a mí, que quieren paralizarme sobre mi cama, los gritos de ayuda que salían de mi garganta con pánico resuenan en mi cabeza
e que lo vive en carne propia, sino que soy un.
entarlo, con ellos, los golpes que vinieron después no eran pertenecientes a un chiste o sueño. Eran duros, fuertes, las manos de todo
una manera, pero ninguno de los tres hombres se percata de mi presencia. No sé si es porque no me notan o porque soy invisible. Sin embar
luz en la habitación, a excepción de la única lámpara prendida sobre mi mesa de noche, la cual es la única que me ayudó
s tres tipos no tienen intenciones de soltar mi cuerpo o de parar de tocarlo y de pegarle. Lastiman mi abdomen, mi ros
orgullosa, porque de repente, uno de los tres tipos comienza a desabrocharse el cinturón que sostiene sus pantalones. Es un hombre bajo, con un poco de barriga y
e no se queda parado sin hacer nada y lleva a cabo algo mucho peor. Toma de nuevo el cinturón, el cual se le había caído cuando lo «pateé», y comienza a golpearme por todos lados. Los otros dos me retienen y aprecian con los ojos bien abiertos cómo voy teni
Son tantos tajos que no pueden contarse ni con las dos manos. Me siento desfallecer por unos segundos, por más que solo lo vea todo desde lejos, también
ero logro zafar mi mano de uno de sus agarres para tomar algún obje
no lo pienso dos veces. Aquello causa que caiga hacia
o ayudarme a mí misma a levantarme, pero mi ayuda no sirve para nada.
para alejar a la última persona que la mantiene agarrada. Veo que, con cansancio, mi cu
anera los siento correr hacia mí con rapidez justo cuando llego al borde de las escaleras. Estoy cansada, sin fuerzas y ado
vivo y en directo una película d
a voz entrecortada penetrar esta neblina de recuerdos que hay a mi alrededor. En el pas
o de presenciar. Me distraigo y ya no me importa ver lo que sucede frente a mí. Lo viví una vez, no
e? Por favor,
desaparecer y en su lugar deja una habitación blanca. No entiendo qué me sucede, tengo tantas ganas de escuchar más de cerca esa voz que n
lo por ver el pasado, sino por frustr
n una sensación cálida que me cubre por completo. Ya no soy un fantasma sin vida en
a mi alrededor, el cual comienza a hacerse más y más brilloso hasta cegarme p
guir viviendo la causa de mis pesadillas. Siento algo que acaricia mi brazo y abro los ojos al instante, sin
replantee de nuevo si estoy o no e
envuelven de forma protectora para alejar los demonios que me rodean. Un sollozo tras otro sale de m
nto junto a mí, apretándome. Percibo cómo transpiro y acepto que esto es la reali
él. No sé por qué está aquí, pero se lo agradezco demasiado. Doy gracia
at, respira.
e tanto me cautivan. Mi respiración es rápida, aún
ás al cuerpo de Damon y entierro mi cara en su torso desnudo. Los dos nos e
e escucha en la habitación, aparte de su respiración agitada y mi llanto. El cuarto está helado, pero el calor que Damon desprende hace
so, preocupado y sin saber qué hacer, aparte de abrazarme y acariciarme mientras sigo moqueando
todo el tiempo, tenerlo a mi lado sin darle explicaciones. Sé que me vio tener este asqueroso sueño e intentó despertarme, pero por alguna razón yo no podía despertar por más que quisiera. Pero ni bien escuché su voz, reaccion
nsa, cuando despiertes, estaré a tu lado. Estoy contigo, cielo. Te lo juro, no me iré -murmu
asi inaudiblemente gracias a que mi rostro e
serio, descansa, estaré ab
dad de la habitación, con la luz de la luna como única fuente lumínica, veo sus facciones ca
ud-. No lo es -repite con más seguridad,
.» Está aquí, junto a mí.
, Nat. Tranquila,
perfección que hace días no veo y que extrañé con desesperación.
Es de noche y la luna sigue en el cielo, sin ningún
s dos quedemos tendidos de nuevo en mi cama. Nos tapa con las frazadas, que se encuentran despar
eño aumente y me da la esperanza de no tener otra pesadilla. Coloco mi cabeza en el hueco
de convencerme de que sus palabras son ve
⦿
a por la ventana, ni por ningún sonido extraño, mucho menos por alguna rara pesadilla, sino gracias a los dulces bes
o... abrazándome de manera protectora me hace sonreír como tonta aún sin abrir mis ojos. El aroma inigualable de Damon hace que lo pueda reconocer con facilidad y por un mo
stás desp
e entra por la ventana y que lo ilumina desde atrás. Está tan pegado
sprende. Sigo sonriendo y mirándolo como si fuese todo un dio
abios de nuevo a mi cara y comenzando c
n? -Mi pregunta es seria; sin embargo, m
cho tiempo sin tenerte cerca. Estos días
uelvo con gusto el beso que se posa e
vora la boca lenta y tortuosamente. Nada desesperado, pero
ejándome un poco de sus insistentes labios, que quieren se
porta, pero si te s
Me cepillo los dientes en menos de tres minutos y cuando vuelvo a la habitación, se encuentra en la
us labios se acercan a los míos y se mueven con l
stencia y se mantiene firme con lo del beso lento y suave. Me frustro, pero lo disfruto de igual manera. Su lengua se encuentra con la mía y es allí c
ener el calor, mientras Damon recorre mi muslo con la mano para que suba una
mi estómago y pelvis también. No puedo dejar de querer sentirlo por completo. Lo quiero, l
de su bóxer, pero antes de poder seguir, me detiene colocand
é su
soltar un suspiro y cierra sus ojos con fuerza antes de abrirlos un segundo después-. No sabes lo que me cuesta no tomarte aquí y ahora, pero
iro con anhelo sus labios; los qu
cesito un café para e
destapa y me encojo por la ráfaga fría
e la cama. Mejor no digas esas cosas. -Ruedo los ojos, un
Fernanda tiene nuest
o y me abrigo a la vez que Damon también
prepararte el desayuno. Me lo negó rotundamente, diciéndome qu
orizo por alguna razón desconocid
la panza me ruge por probarla. Me sorprende lo rápido que el apetito me cambia. Damon causa eso. La falta de apetito se debió al hecho de estar triste y deprimida por todo
nte al otro antes de
ron al
olvidé por completo. Ninguno de mis hermanos me despertó para
y me guiña un ojo, luego se lleva el vaso de vidrio lleno de jugo de naranja exprimido a la boca. Las ganas
ie
os venir
también vinieron? -lo interrumpo abriend
ñe con fr
hora cállat
forma de rendición y luego le hag
efecto, lo hará, así que me dejó venir. Sin embargo, tengo que entrenar todo lo que pueda. -Sonríe, mostrando todos sus dientes blancos. Me gusta verlo feliz y también poder hablar con normalidad con él. Quiero preguntarle si recibió m
d de si me dirá la verdad
acor
está más que lleno de alegría y emoción. No se enojó conmigo por mucho tiempo, vino aquí por mí. No dejó de quererme a su lado, yo tampoco. Tan solo es... perfecto a su manera, con sus cambios de humor, su
qué habría venido hasta aquí en
sus actos, sus besos, sus caricias, sus sonrisas... con todo. Su enojo, en parte, demuestra que también me quiere y se p
río y comienzo a devorar mi comida. Pero la intens
rviosismo y vergüenza-. Puedes decirme t
am
al no llamarte y al
mon
estaba enojado co
y me mira con pena y tristeza. No me gusta verlo así, pero se lle
o que piensas. Estuve preguntándome todos estos mald
e me encantaría escucharte hablar de lo que te hizo enojar tanto cuando te enteraste de que me iba para
abas ha
s que yo me decía que no me podías acompañar, porque tenías que quedarte con tus hermanas. Pero nunca dejé de quererte o de pensar en ti. Tenía tantas ganas de que vini
izo. Yo... no quería que eso pasara. Actué de una manera estúpida, porque me i
or ninguna razón. Solo pienso que tendremos que superar todo lo que se nos venga encima para mejorar nuestra relación. Tenemos que ser sinceros, contarnos todo. Con el tiemp
lar. Tiene que organizar sus pensamientos antes de hablar por impulso y eso es exactamente lo que hac
espués, ab
smada en el lugar, mi tenedor a mitad de camino
vaya a tomar bien. Quiero y necesito decirle todo con desesperación. Sacarme todo mi pasado de encima para que no vuelva a pasarme lo mismo qu
ue lo hiciste solo por tener una pesadilla. No quiero arruinar nuestra semana aquí por pensar en tu pasado. Me conozco lo suficiente para saber que me afecta
-afirmo c
onrisa perversa y llena de
atrapan levemente su labio interior, mordiéndolo de una forma sexi y te
la mitad de nuestros desayunos está intacta en nuestras bandejas- y tendiéndome l
Qu
y me abraza para que no pueda escapa
o? ¿Y qué
a. El corazón me da un vuelco por la emoción y las ansias. «Oh, sí. S
tal... -murmuro un poco dec
están con él. No creo que por un d
mano para arrastrarlo por las escaleras hacia mi habitación con rapid
enos unas horas. Duerme como una morsa. -Se ríe y gruñe cuando me
el hielo. Mis piernas se aprietan más a su contorno, mi pecho sube y baja con respiraciones dificultosas, y mis
l igual que los míos. En tan solo unos segundos, me encuentro de espaldas contra el colchón de mi cama y con su cuerpo arriba del mío. Noto que toda su dureza está
sentir que sus músculos se contraen cuando paso por arriba de ellos. Mis uñas se clavan levemente en su piel cuando Damon hace alguna maniobra excitante contra el hueco de mi garganta y luego sopla c
do se aleja y suelto una pequeña que
hora no sirve. Necesitamos quitarla de encima para poder sentirnos piel contra piel.
o quedarme en ropa interior. Él sigue vestido, por lo que comi
amon está tan desesperado como yo. Pasa sus manos con lentitud por mi cuerpo, sube por mis brazos, mi cintura hasta llegar a mis pechos cubiertos por el
s alrededor de su cadera y lo atraigo hacia mí para sentirlo mucho más que antes. Su virilidad oculta entre su bóxer negro está viva y a la espera. Gimo
quejido se convierte en un gran y fuerte gemido ahogado que resuena por toda la habitación. Intento tomar aire, pero se
va sobre mi piel desnuda. Va desde mi pecho hasta el otro, mientras a la vez baja las c
o me acuerdo que Fernanda está abajo, ni que Elle, a un par de puertas d
saca con rapidez para seguir con su labor de darme más placer. Siento que toda mi piel hormiguea con expectación.
rrados, y me incorporo un poco para poder verlo. Levanto mis muslos para que pueda sacármelas por completo y cierro un poco las piernas por pura vergüenza. Por más que lo hayamos hecho un par de veces, no me acostumbro a que me vea
y saboreando. A su vez, mis manos al instante van hacia su duro y espectacular trasero para apretarlo contra mí y apurarlo a que me penetre. Pero su bóxer
s como un susurro que en voz alta, pero por el
, sino que le entierro mis uñas en su trasero y él deja de reír solo para sol
n a sacárselos. Está tan necesitado por el tacto mío como yo por el
era de que se decida a entrar. Antes de que se deje llevar por la excitación, estira su mano y toma su billete
os tocamos, por lo que agradezco inmensamente que haya vuelto. Es impresionante sentir cómo se adentra con lentitud para no dañarme. Odia hacerlo duro o ráp
Se queda unos segundos quieto y me sigue el beso, rápido y lleno de amor a la vez. S
rapidez al orgasmo. Cada envestida me sacude por dentro y remueve todo tipo de pensamientos. Me gusta, me gusta mucho tenerlo allí dentro. Me
sa para callar mis gritos, pero sus labios logran que chille con mayor fuerz
s rápido. Me lleva a la locura en tan solo unos segundos de movimiento. Toca mis pechos para que mi liberación sea mucho más fuerte y lo logra con mucho éxito. Exploto con fuerza a su al
spera de que Damon llegue también a su propia liberación. Me quedo mirando embobada, con la respiración agitada, y con la piel y vellos erizados, cómo s
ocan y me recorren con lentitud por más que ya todo se haya tranquilizado. L
cosa. Los dos estamos húmedos y pegajosos, pero a ninguno le importa. Sus dedos acarician mi cadera y a la vez él sale de mí cuando cree necesario para
labios y sonr
rra con voz ronca, acariciando
odo lo necesario. Pero no podía esperar más para tenerlo así de cerca. La espera fue toda una odisea, por lo que esa desesper
despertado... -agrega eso último, y yo me río y le pego de forma juguetona en el hombro con la mano que no uso para toca
s... -Él se enc
rosa frente a mis ojos, no
e encanta parecerle hermosa. Nunca me consideré ni siquiera linda, pero viene D
olvía comienza a dispersarse mientras el frío de esta mañana se hace más y más presente e
tener otro orgasmo. El anterior fue devastador y arrasador. No creo poder agua
divertido los ojos antes
junto a ti, desnuda. -Los colores se me suben a las mejillas y me ruborizo co
y no podemos... -Maldice entre
o tendremos que quedarn
pero sé a lo que se refiere.
a y comer chatarra -propongo, intentando
ude comer un poco del desayuno de Fernanda, por lo que solo comeré unos fideos; tú
nita se despierte... podemos jugar... -susurro con lujuria, sin importarme si puedo o no aguantar lo que se viene. Solo espero
o me parec