un poco más con papá. Por el contrario, yo necesité aire. Estar todo el día encerrada, mucho más con mi depresivo estado de ánimo, hace que quier
o se moje cuando llueve, sería mucho mejor, y así usar esa excusa para poder respirar y tranquilizarme. Tengo la sensación de que allí a
ararme. Caminar me tranquiliza y los deseos de correr se hacen cada vez más grandes. Hace mucho que no
y ver la nada, disfrutando de este silencio que tengo en la cabeza durante el lapso que se me permita. El tiempo hoy es perfecto para eso; quedarse mirando el paisaje lluvioso y las hojas de los árbole
te que veo a lo lejos. Se ve perfecto para que almorcemos allí, por lo que no espero más
os veces que la camarera se acerca para preguntar si ya estoy lista para pedir, pero le digo que prefiero esperar un poco más. No
leo el men
¿Encontraste
ue no les había enviado la dirección a mis hermanos. Por un momento me olvi
explicaciones a nadie. Estaba tan desesperada por ver a mi padre que me olvidé de mis amigos. Le debo esta explicación; lo último que me falta es que mi amigo, Chris, y su hermano, Carter, se eno
en la línea antes de que la voz d
e mandé millones de m
no puede enojarse mucho tiempo conmigo, él me adora como nadie. No puedo formular ni
anos... no tengo idea. El teléfono se me cayó y se me perdieron todos los contactos. De suerte pude sacarle el celular a Carter para mensajearte -comienza diciendo a
a para de seguro preguntar si quiero pedir algo. Ella se aleja con una expresión de exasperación en la cara mientras guarda de nuevo
la verdad o
ntiría -cont
drías decirme mentiras? Puede ser que me hayas ignorado, porque no puedes decirm
ría, no es necesario que te la agarres
iere seguir discutiendo, por la razón que sea. Al parecer tuvo un mal día, nada le afe
os que venirnos y me olvidé por com
sé que mi respuesta le duele, porque tod
... no se me pasó por la cabeza llamarlos y tampoco vi tus ll
elto un suspiro-. Pero... ¿qué pasó
iando de forma radical mi t
que todos ahora quieren preguntarme sobre la a
adas todos estos días hasta que hoy a la
ué locura!, nunca me
r de manera distraída con la punta de
Te dijo algo? -pregunta y quiero enc
Rick, quien me dijo que es difícil para él tener que alejarse de las pers
.. ¿po
ió a Damon. No puedo mentirle ni tampoco ocultarle la verdad. Me odiaría a mí misma. Sin embargo, también deseo descargarme, liberarme de
entar que mis palabras no me hieran más de
e su pasado, siente que lo voy a dejar
... mató como la de Damon. Ese vacío que dejó en mí nunca se fue, tan solo... lo dejé muy dentro. Damon debe esta
s como si contara un secreto muy íntimo a todo el mundo, pero no lo hago. Solo... necesito contarle algo de lo que siento y pienso acerc
enojada. Mal por el hecho de que su pasado fue un horror, y enojada
guardar todo dentro y hacer que no existe, o bueno... ignorarlo también es la palabra correcta. Pero no siempre puedo pasar por encima
iendo. Supongo que Carter pasó por algo horrible antes de que mis p
er. Es bueno que l
eso
ido hablar con mi amigo después, para estar más tranquilos y sin interrupciones.
uncio con una pequeña e inocente mentira, mientras es
s. Por cierto... no me lo dijiste. -Suelta una leve risa y puedo escuc
e atendiste tu teléfono si me dijiste que estaba r
uería preguntarle
o, pero es todo lo que tendré hasta que me compre otro -contesta restá
do, esta vez, es un mesero el que se acerca
se eriza debajo de mi suéter de lana y, como reflejo, me paso la mano por mi brazo para calentarme un poco. Mientras, veo al camarero llegar a mi mesa y me pregunto si allí
en mi cabeza y le sonrí
cionar que la palidez de su piel le da un aire tierno, todo lo contrario a la frialdad de sus ojos. De lejos parece tener un cuerpo común, apenas con músculos, pero ahora lo miro con más detenimiento y me doy cuenta de que es bastante fornido a comparación de lo
o que apartar la vista para no ruborizarme. Es el primer chico que veo que está cerca de tener la misma medida de músculos en los brazos que Damon, aunque mi novio por aho
Damon por más que el chico fren
ser más una mueca que u
ene que pedir algo -dice y asiento con entendimiento. Supuse lo que quería decir, pero me da risa qu
pedir. -Él asiente mientras una mueca parecida a la mía se hace presente en su nariz-. Por aho
jando ver unos blancos dientes que parecen de propaga
entido y que me coquetea. No se me da bien coquetear; la verdad se me da fatal. Pero aun así me da gracia verlo intentar algo. «Lo siento, lindura, mi corazón per
ta que tanto quería desde que me habló-. Uh... ¿podrías decirme de dónde eres? Sé qu
r no le gusta que le pregunten eso, pero lo tenía que hacer. Los acentos son algo que intriga a las personas por
n, otra v
frío y se adentra en el que parece un interior
afé; se ven agitados por la corrida que de seguro se tuvieron
os antes de sentarse uno a
to? -cuestiono para co
n suerte logré sacarlo
reprendiendo a su herma
on papá -se defiende el otro geme
Sam nos da una ojeada antes de adentrar s
dedor. Tan solo unas pocas y solitarias personas decidieron sentarse al igual que nosot
café al igual que lo hiciste ahora. Te voy a pedir un sándwich,
ando la rechazo, es porque algo me pasa. Por eso, no quiero preocuparlos por mi falta de apetito, por lo que acepto
clima que tenemos hoy. Tiene una pinta estupenda, lo teng
uerzo de hermanos, no nos vendría mal sincerarnos ¿no? -Se detiene y lleva otro pedazo de lasaña a su boca con el tenedor-.
Tyler me contó. ¿Es que Ty se lo dijo? Es
todo e intenté que co
la cabeza, pero luego sonríe inmensamente-. Pero
te? Bueno...
des nos viera y piensen que podría haber mucho más. No pensábamos que iba a funcionar, pero me so
con una mirada divertida. Mi otro hermano sus
ás de un m
no logro entender algunas cosas. ¿Q
e gusta, la idea me aterroriza. No me gustaría para nada que salga herida al final de todo esto y mucho menos quiero que de alguna forma mi hermano se perjudique también. Él es sensible, pe
yler se enco
tener alg
. no
tener a la chica que te rechazó? -Soy directa. No me gusta que mi hermano juegue con las mujeres solo por su orgullo. Los hombres son estúpido
ue Sam presta suma atención a su gemelo. Está tan inter
da a su cara, no lo hubiese escuchado. Aun así, me hago la estúpida y le pregunto de nuev
vios? ¿Qué esperas? -Sam hace
errá o no. No sé lo
¡Por Dios! Aceptó salir más de un mes y medio, ¿por qué no querría est
mis palabras son ciertas, que Lili está colada por él. Sam afirma con la cabez
o ¿no crees que vale la pena
lo
iero que tu gran trasero se dirija directo
lo que siente es terror por lo que ella pueda responder, pero estoy segurísima
abrirse con frecuencia y siento que necesitábamos con urgencia hablar de lo que nos preocupa y de lo que no. Por más qu
llos tienen. No hay problemas en su relación, no hay boxeadores secuestradores que le hacen la vida imposible. Tan solo... tienen un noviazgo tranquilo y común. Una parte de
sobrellevar esos obstáculos me
go todo un resumen de mi vida con Damon desde que lo conozco. Obvio, les cuento todo a excepción de las cosas íntimas que tuvimos Damon y yo, como nues
ieron postre. Supuestamente querían escuchar nuestra loca vida con algo de dulce. Dicen que el dulce l
ero cuando pagamos y nos vamos de allí, miro el reloj y veo que son más de las cuatro
e lloviendo, esta vez un poco menos que antes, pero sé que solo es el comienzo de otra gran lluvia. Sam frunce el ceño y eso lo noto ni bien bajo la mirada del cielo grisáceo cuando llegamos al auto. Un segundo después intenta disimular una sonrisa. P
s están mojados, por lo que la velocidad con la que Tyler conduce es mínima. Por más que casi no haya autos en la
uien sigue en la misma posición, con la piel pálida y unas ojeras enormes bajo sus ojos cerrados. Todos saludamos al doctor
ce un poco más cuando todos nos sentamos en nuestras respectivas sillas,
o llorar. No tengo ganas, ni fuerzas. Estoy cansada de hacerlo. Tan solo espero el momento en el que William abra los ojos y nos encuentre allí. Quiero que sea pronto, ya si es posible. Lo neces
⦿
iego de forma rotunda; quiero quedarme toda la noche con mi padre, ya
ué no querrían que me qued
tampoco el motivo por el que se comportaban con nerviosismo al hablarme o mirarme. Me pregunté aquel
rato lo sucedido, caminar una y otra vez por uno de los lugares en los que aquello sucedió. Me avergüenza recordar, me
. Intentamos charlar tanto como pudimos, pero tuvimos que cortar en el momento en el que se tenía
evo la voz de Sam pedirme (obligarme) a irme con ellos a casa, p
te que fuese esta, y eso no me cae bien. No me gusta la idea de que se olvide de alguna conversación qu
pensar en esta
amente me arrastran con la silla por el pasillo del hospital a los ascensores, me subo al auto m
eer al recostar mi cabeza sobre la ventana. Sigue lloviendo con fuerza y eso es lo ún
cen con esa mirada, pero sé que traman algo. No estoy muy convencida de qué, pero de seguro es algo grande. No creo que mis hermanos puedan ocultar muc
decir con certeza que lo que ti
o para la cena unos fideos con salsa que tienen un olor e
ernanda come con nosotros; su hija por suerte decidió llevarse la comida a su habitación. Estoy segura de que solo lo hizo porque estaba yo. Si no hubiera estado yo sentada aquí, gustosa comería en esta mesa
rar. Están tan buenos que no puedo parar de servi
Fernanda se limita a servirse media
e echa de la cocina para que no haga su trabajo. Me molesto con eso. No la considero
on una sonrisa inmensa. Pensaba que me harían algo, pero al parecer no es así
o me da mala espina. Tendríamos que estar todos deprimidos por papá, pe
un segundo antes de cenar, por lo que solo me meto en la cama con rapidez y cierro los ojos,
evitar
i habitación, pueden escucharse mucho más que las gotas de lluvia chocar contra la ventana. Mis
de con un tono bajo a su hermano gemelo. No sé de qué hablan, tal vez tenga que preocuparm
ero llevarme su bronca solo por
remos ver una sonrisa genui
vez sus voces se hacen más bajas. Sé que se alejan, pero no tengo n
lgo como hoy a la mañana, y ser «la misma» Natalie de siempre, a excepción de que no quiero tener nada de pensamientos, sobre todo. Odio esa parte de mí, a
eño minutos después, deseando que l