he acostado. ¿Podemos... hacer otra prueba de paternidad?". Dorothy hizo unas cuantas respiraciones profunda
so le dio un vuelco el corazón y apretó los labios; pero justo cuando
ue necesito cuidar bien mi salud durante unos meses. Después de q
onmoción. Su mirada se posó en la hermosa mujer que caminaba lento hacia Cr
hy de un orfanato, pues consideraban no tener otra opción después de mucho tiempo de casados sin poder conc
y. Lo que es peor, el día de la boda de Dorothy y Credence, Rosalie fue la que
osquillas en la nariz a Dorothy cuando se acercó. De cara a Rosalie, el tenso rostro de Credence se
e que cedas el paso a los demás!". El tono de Credence era como una bal
sta la médula, todavía se aferraba a la esperanza de que
servaba impotente como Rosalie se acercaba a Credence y le tomaba el brazo de modo
ndido en un pozo sin fondo. Se quedó con la vis
z que Rosalie estuviera lista para concebir a su hijo. Ese pensamiento drenó todo e
ira. Corrió hacia Rosalie y le gritó: "¡Has cruzado la línea, Rosalie! ¿Eres tan desvergonzada como para enredarte
us brazos es un conejito inocente que necesita tu protección? ¡No seas tonto! ¿Sabes por qué tu padre cayó de rep