ri
as des
preparada para decirles adi
go hacer lo mismo con Kamila. Abuela Martha nos observa aguantan
me pregunta Kamila-. Prometiste que no
compraré los vestidos -respondo con una s
einte domingos. Esos son muchos domingos tata
on una hoja de la agenda telefónica de mi abuela. La llevo hasta las gemelas y dibujo un número veint
enudos bracitos y finalizan la celebrac
r el baño, en un ratico estaré esperando por las dos! -interru
ción a la habitación de la abuela, Kamila la sigue y las escucha
sillón frente a mi-. Habla conmigo mi niña, no soy tu madre, no se parece
an niños pequeños y son solo cincuen
poder sobre ti no te permitiría exponerte
es para mí, afirma que cuando llegu
Mari, ten mucho cuidado y cualquier
uedarán por mucho tiempo, pienso llevármelas luego. Si tengo que buscar tres trabajo
etido Luisa e
a que siempre ha sido
iene tu madre en la cabeza? Tienes veintitré
nciones. Desde la adolescencia me ha repetido día tras día lo infelices que somos aquí en Cuba, no ha perdido la oportunidad de demostrarme
curra seguir sus consejos! Tú eres una muchacha sencilla, humilde, y no puedes faltarte al respeto de ese modo -me aconseja en voz baja para que
ien debe hacer que mi madre entre en razón y no
ta noche me iré, y sé que no puedes viajar a
ndo por tí, hablaré con mi pastor y haremos una cadena de oración durante toda la noche, si las cosas se han dado de este modo, tan rápido
gruesas lágrimas y se apresura en limpiarlas. Me levanto del sofá y
os deseos de convertirme en una bailarina, ahora me toca a mi remendar los errores que cargaron a mi ma
, Dios te bendiga mija -susur
a y luego de una hora de viaje entre Freyre y mi pue
d mucho menos. Si hoy por hoy sigo tan pura como el agua, ha sido porque he querido conservarme con la estúpida idea de que regresaría con Kevin -a quien cons
es allí donde nos llevan al callo desde el c
*
ora y me agarra del brazo pa
e incorporo en un lugar
s un año y un joven que parece ser su esposo le besa la mejilla y luego de susu
a los peligros del mar; y por si fuera poco, cruzo miradas con una
rá unos minuticos -me tranquili
lmar el frío que desprende la humedad del mar. Mi cabello se desliza por mi rostro
marinaje-. En cuanto crucemos la línea les informaremos y a celebrar porque estaríamos en aguas internacionales -informa y qu
. Los oprimo con fuerza y comienzo a desplegar a las alturas repetidas
o de mis hermanitas hace eco en mi mente y reúno las fuerzas que necesi
a y pisaré tierras americanas. Compraré esos v
sesperación de no ver nada que no sea agua en las malditas cuatro direcciones comienza a
s después el conductor nos comunica que la líne
clama Carlos, el d
salen lágrimas de felicidad. Los demás comparten
ventaja de no ser atrapados por la guardia fronteriz
y todos dirigimos la vista al punto señalado. Lora me brinda sus
rica, voy