ventanal del cuarto contaba con una gruesa cortina que impedía que, en verano, la temprana luz del alba ingresara en el dormitorio. Confundida, tomó el móvil que había dej
ó ante uno de los mensajes, el cual decía: «Buen viaje, cariño, disfruta». Si aquella seguidora conociera el motivo de su partida... Sin embargo, a pesar de la incomodidad que le causaba
ojos de pa
tarde? La noche anterior se sentía cansada, pero ¿tanto? Desconectó su teléfono del tomacor
ego dirigirse hacia sus maletas, preguntándos
sin embargo, haciendo memoria, cayó en la cuenta de que la noche anterior, presa del cansancio, había buscado su
ablos podía colocar sus cosas, pero antes tenía que atender a las súplicas de su estómago, que no dejaba de rugir. Estaba hambrienta. La lasagna de la noch
ía quejarse demasiado, ya que aquello, a pesar de todo, tenía algo positivo: la angustia dolía bastante menos que los días anteriores. Al parecer, el sueño le había proporcionado un descanso a su pecho, o quizás se debía a que se e
n ajustado jean y una blusa color verd
a ocultar las enormes ojeras que habían comenzado a aparecer bajos sus ojos color miel,
m, saliendo de su habitación, la cual se enc
ba las muletas de Liam y comenzaba a bajar las escaleras-. ¿Po
casi dos días sin dormir y necesitabas descansar. En segundo lugar, duermo arrib
, en cuanto bajaron el último
ondió, recibiendo las muletas-. ¿Tienes hambre? -preguntó,
rió-. Pero sí, e
atrevimiento de pedir unas facturas en una pastelería argentina que a
s cejas, en tanto se adentraba en la
ba una gran bandeja, que depositó sobre la mesa-. Allí encontrarás las tazas -agregó, s
Denise, sin poder s
tinas-. No estaba seguro de que quisieras comer un desayuno típico irlandés, así que... En fin, hay de t
sa, mientras introducía en el microond
confir
son mis
uál
n especial las
la que contenía una mermelada extraña
que el pitido del microondas le informaba que su café ya estaba listo-.
os de la pastelería me dijeron que podían gustarte y qu
as pro
o pienso
solo un
No
ió, poniendo ca
guro de que s
poco, si no te g
asas con aquel extraño dulce sobre ella, y se la llev
-suspiró Liam, antes
e aquel bocado y
e, alzando las cejas
con dificultad-. No, es horrible. N
ctura que su amigo había dejado a medio comer, y le di
digas. No volveré a pr
ndía por qué tanta exageración, pero as
os más tarde, logrando que Denise bajara la taza de
uspiró,
a factura, agradeciendo que no le hubiese hech
eguntó Liam con
ta de archiv
puedes h
ia y puedo hacer con ella lo que quiera. De todos modos,
o la parte más importante de la discusión con su madre. Que no tuviera cabeza para aquel
-. Entiendo que puedas
ta, más allá de las decenas de críticas destructivas y de las escasas ventas, no dejaré de hacerlo -le
observó,
sí sabía que aquella no era Denise, al menos, no era
dió en Buenos Aires... -co
o hablar de eso -lo cortó,
iento -se disculpó-. Te escucharé cuando qui
que te he
ocultado una parte importante de la verdad. Pero no te culpo -aclaró, al ver como su amiga comenzaba a abrir la boca para responder ante
ijo, bebiendo el último sorbo de su ca
ise era alegre, divertida. Denise era quien siempre se encargaba de encontrar un mo
se, mientras se levantaba y colocab
ueño sobre de tabaco y un paquete de pap
í está
filtro -
o. Solo te pediré que me lo arme
y comenzó c
illo recién liado-. Si no piensas continuar con la histo
zó la primera bocanada de humo h
ino hacia aquí, se me ocurrió una idea, pero le
gado, al ver que aquel tema l
e falta mucho desarrollo. Lo único que sé es q
eguntó, alzan
areció maravillosa la idea de ambientar una historia aquí, en Waterf
tu mejor amigo -
gesto, mientras su e
o -enfatizó, bromeando e intentando alejar la sensació
fecto que quieras ambientar una historia aquí, pero creo que antes de ha
eguntó, con la ilusión
asi
¿y tu
siado -respondió, tomando sus
ndo i
Haría todo lo que estuviese al alcan
hor
yo me ocupo de unos detalles en el estudio -dijo, saliendo de la
do que tengo -dijo,
vuelta y valo
s lo más incómodo que hay en tu guardarropa. Solo espero que luego no
bajó la
enen mis
tos -respondió, r
iré de tenis, en
una media sonrisa, perd
par de pantuflas! -exclamó, molesta.
el estudio-. Vamos, ve y prepárate que en
stoy
lo di
roblema. Sin embargo, luego de aquel análisis, recordó que no estaba
alones que la separaban de la planta su