ly
horrorizado anciano al tomar algo que so
Tyra, e
comodo la caja de mudanza entre mis manos-. Es... es la nueva batidora elé
una ceja con auténtico interés. Supongo que juega a mi favor ser
par la caja contra su pecho. La toma con una maldición y alzo la cabeza para dispararle una adverten
Por suerte sus anteojos están en el auto y no es capaz de ve
atidora para hacer sa
eredaste el cere
a el rubio con una sonrisa engreída an
lamen a pesar de estar retirado, no es
uriosos que transitan la calle. No quiero que se pregunten por qué un h
a descendencia directa que dejarán en el planeta. -Me doblo por la cintura y tomo la última c
mbro y lanzo la supues
tes de que te haga correr para que conozcas
is días como entrenador, puedo con un bolso y la PFG 500, multiuso, y con pilas recar
aseguraré de que haya la suficiente cantidad
más de siete décadas de e
e lleva unos dos intentos cerrarla mientras sostengo l
i hubieran puesto sus cabezas dentro de una licuadora, terminé con lo que parece una peluca multicolor con más
una especie de liliputiense de diecioc
, así que no te librarás de mí tan fácil, cariño. -Deposita un burlesco beso en mi sien a
r a trabajar como un adulto real -objeto-. ¿Lo rec
caminamos ha
en como las articulaciones de mi pie en caso de que me
os y compañeros de mi recién empezada vida adulta
s manos co
n contrato. Nie
ie de Bill Shepard pero no al pi
r, porque otra persona, en este caso una tal Ibeth Ridsley, tendrá que sufrir la
ener un cerebro que va a toda velocidad. No
kínder al preescolar y luego de unos pocos años empecé la preparatoria, la cual terminé tan rápido co
un trabajo. Como tenía planeado mudarme a otra ciudad, pensaron que necesitaría a alguien que me acompañara hasta que las cosas se
ley. Sin embargo, con su lado sobreprotector y entrometido a la vista, estuvo más que
s en California, los hijos de Sierra Montgomery y Logan Mercury, mie
que la pareja emprenda su viaje. Mientras tanto, debo sobrevivir a la
ago el desesperado intento de no perder el equilibrio... y me comienzo
e cara
or nada, d
extiende por mis brazos y, si tuviera abdominales, tal vez la colisión contra mi estómago no dolería, pero como soy partidaria de las hamburguesas, eso no pasa. Mis rodil
as acompañaría a pesar de no esta
s cordones, Billy Anne! -g
ncruste en su prehistórico trasero, aunque si no pude evitar que me di
en ya estaba cerca de su jubilación, les dijo a mis padres que era un niño. Ahora
en una manta. Le dijeron a ella que querían que escogiera mi nombre y de su boca salió Billy en honor al viejo Shepard. Mis padres no se opusieron. Sin embargo, cuando tía Z
or lo que llegaron a un consenso y desde entonces
acia el extraño que decidió salvar una caja antes que a otro ser de su misma especie. Esto es hum
o ninguna chica había sido así de literal
reacciono y en un parpadeo vuelvo a estar en posición vertical. Me agacho para recoger el b
rrogante del año y que no decidiste salvar de un
de las manos. Exc
udablemente buena y un ego en potencia no la deja ir. L
o, brillante y aparenta ser sedoso, lo que me obliga a morderme la lengua para no preguntarle qué champú usa porque el mío
se desvía de la m
ensamientos violentos se arremolinan en mi cabeza al recordar a Tyra. Me aseguraré de
traño crece en pr
s chicas saben entreteners
en un comercial de condones. Creo que le
, mete la mano en la caja y saca el artefacto-. Yo le daré mucho más uso. A mí me encantan este tipo de cosas. -Señala con el con
ió decirle que era u
labios con educación para evitar lanzar una carcajada. Aprovecho el momento y
fue suficiente socia
ara guiarlo dentro del edificio-. Las cosas no se desempacan solas y toda
rlo atravesar el umbral al mismo tiempo en que Ciro sale del elevador. Le hago un ademán con el mentón para que regrese a
raño desde la acera,
¿
G 500. -Tose para disimular la risa y escon
or en el intento de e
la caja de mis manos mientras los tres ascendemos tras presionar el botón-
os y apoyo la frente en su hombro. Bueno, no en
traña razón siento que
yra... -chequea su reloj para asegurarse de que todavía no debe recogerla-
ue tienes ahí adentro, Hyland -reconoce Bill antes de levantar el consolador-. En fin,
uerpo entero tiembla de gracia y me aparto cuando e
y reprimo una sonrisa. Es ho