orturar a los niños, eso pensaba él. Inhaló el aroma del cabello de la mujer, que era su refugio. Y fue feliz hasta que
sonalidad. A veces era un simple gruñón y otras un loco psicópata, él lo s
le t
res. Había torturado a
e vas a matar con eso!", gritaba e
Vlad la amenazab
aste por ser u
, bofetada
ios! Está t
idos de la mujer le llenaron los oídos. Empezó a faltar
uir de sus garras y nunca más se supo
ualquiera diría que vas a la ho
orca de seguro
no en el hombro. In
s estúpido si escuchas las estupideces que te dicen. Y tú eres un Sarkov, no hay un solo gen estúpido
asin
silencio. Markus se detuvo en e
cuando vuelva ¿Verda
ragó s
rá, vete ya o l
ió cuando el
sta. Conquistando a mi hermano cree que podrá ten
res no les importaban los c
puerta del salón. Cerró los o
iempre ten una enorme sonr
era lo máximo y que sus ojos eran hermoso
ncómodo silencio se apoderó del salón. Todos se lo quedaron mirando a él y a esa exagerada sonrisa de lunático qu
a -dijo el niño, s
a recibido sus gol
iguales -
go le habían hecho. ¿So
en perfecto estado -se a
lo, sólo así Ingen s
ó el esp
. Tu cabello
ayuda con la tarea, p
edo prestarte
jamos juntos en el p
mi
esta clase -l
talles -dijo
y niñas que se agolpaban frente a su pupitre por algo de atención. Allí venía ella, co
uelto -le dijo Ivi-, todo
m era su refugio en casa,
ando muy extraño
consejos de Sam. Las s
s amenazó -l
¿Q
ra es que se hayan dado cu
sando que eran las sonrisas. Sam tení
✿
ozando el brillante cuero del maletín se le contraía el vientre. Era definitivo, de ingenua la mujer no tenía nada. Ingen era apenas un niño, con influencias minúsc
ellos, miránd
bía pedido. Él siguió mirando el maletín tras e
Se
e cervatillo asustado. Esa inocencia
¿No has oído cómo me llama
squeroso, mucho peor que el café. La mujer no quería seducirlo, quería matarlo. Y por extraño que pareciera, eso era preferible, era algo con l
en am
sivamente largo
e es su tiempo, creo que al
ía ella al
mame
te. Era un cervatillo encandilado por un camión monstruoso, paralizado por el impacto
gregara su nombre a la oración. Tal vez, muy en el fondo, e
es muy largo -ex
-se apresuró a decir ella, antes de que
e se me ocurra algo mejor. Llé
a puerta con esa extraña sonrisa y echó a correr por el pasillo, como usualmen
✿
Ese sonido lo llevó a la pérgola y no se trataba de un flautista, sino de Violeta. Sentada en el banc
n suavemente por entre sus cabellos,
s hermosa,
rostro de cielo, oculto en tinieblas. Con los ojos cer
ojos de golpe y se encontró con un rostro desfigurado, con la mandíbula desencajada y los ojos colgan
odría d
ía. No importaba cuán horrendas fueran sus pesadillas, ya habían pasado casi diez años desde el accidente. Violeta ya
ensando en ello fue hasta la cocina de la servidumbre. Allí esperaba encontrar alcohol barato que lo hiciera ver elefantes de
l ver que Sam seguía des
amo? Conozco un excelente re
revimiento! Esa mujer no tenía educación, ni decencia, ni respeto po
os él también se
io implacable. A la infame se le fueron todos los colores de la cara, la taza resbaló de sus manos y g
na tomaría un rumbo muy d