bía sido al despedir a la mujer, ella insistía en regresar. Esta v
Ese rol de víctima no le serviría de nada. Era una mentirosa, muy probablemente una estafadora, que ni siquiera se atrevía a mirarlo a los ojos. Sin embargo, al vers
Markus para que se llevara a la atrevida y de encerrarse en algún lugar pequeño y oscuro. Desconocía la natu
abría que
el escritorio, pensando. Tal vez debía entregarle el diner
on su dinero, sólo le pido que me de
r descubrir cuáles eran s
e y Samantha sonrió aliviada-. Pero Ingen volverá a la
erlos cerca, así recordaba h
tablas de multiplicar? -S
trevía a burlarse de él. De seguro ya creía que lo tenía en la palma de la mano, que con su
ró Vlad, con una sonrisa t
propinas. Ella lo atribuía a su sonrisa. Siempre le sonreía a los clientes, transmitiéndoles sus buenas vibras, así lo decía su madre y al patán de Vlad Sarkov parecía hacerle falta una tone
dijo, extendié
ró su nuevo jefe. Si ya le tenía bronca, no lo haría en
demás sirvientas. Habla con... -Buscó en el archivo
e dijo ella,
nte de él? ¿Celebraba por haber conseguido exac
olvió más amplia, él necesi
rga
lió cor
l gel. Se limpió la mano mancillada por la rudeza de la mujer y suspiró. Ya limpio, el aroma de
bre de "Samantha". Se quedó viéndolo, no muy conforme. ¿Qué era una Samantha? Cuando
sirvi
ado en el espacio tiempo. Y en este espacio y en este tiempo, lo q
ta aprov
ó un me
rial de las clases de Ingen. Eso ya era parte del pasado
en su bols
s en la cocina. No te quiero en la bibl
o si alguien hubiera penetrado en su cabeza y leyera sus pensamientos. Tal vez su jefe tuviera poderes telepáticos
mero como "V
onvencida. No era muy respetuoso tutea
por "Señ
viejo, cuando el hombre debía tener a
mensaje l
lemas de comprensión lectora? Si no respondes,
tono autoritario. Le daban escalofríos y eso que ni siquiera lo tenía cerca. No, n
nombre y le
saje ha sido leído y comprend
elección de nombre. Esa mujer no lo engañaría, todo lo co
vale o enfrentarás
e no debía tomárselo personal, el tipo debía tener sus propios prob
staría
✿
eso lo recordaba bien. Cinco minutos bastaban para preparar un buen café y a él le gustaba negro y bien cargado, nada del
cerebro de queso de Vlad ideaba todo tipo de conjeturas descabelladas, cada una
co minutos es lo máximo que esperaré por
y el líquido salpicado sobre el platillo. Si intentaba drogarlo o envenenarlo, ciertamente se habría esforzado en ll
ía act
daba bastante bien. Ella era mucho más alta que el resto de sirvientas por lo que el atuendo le qu
ese encaje en el borde. Tal era la concentración de Vlad en aquella apreciación que le pareció estar sintiendo la pr
teléfono para llamar a la policía. La mujer ocultaba su perversidad bajo una apariencia torpe,
mada una vez más, r
te veneno
ó ella, sin dar crédito a l
que puso estuvo a punto de arrancarle a Vlad una sonrisa. De acuerdo, tal vez no quería env
ía estado memorizando los nombres y rostros de sus empleados en la empresa y también un plano del edificio para saber dónde estab
dicho amablemente ella, como si él fuera algún retrasado, un inválido. No soportab
iempo. Mientras más se tardara en una tarea, menos cosas haría, así funcionaba la mente de los pueblerinos. Y ella parecía moverse
amó ella t
ió igno
ya está
arto. No tomo café
tancia de la eficiencia
provista de toda la delicadeza anterior. El café salpicó las galletas e hizo un desastre. Sin mencionar la cara
a jaloneando e
guro de la razón, dejó el escritorio y la aferró de la ci
de fragancias artificiales. Ella no usaba perfume y tampoco seguiría usando el delantali
madre, ciertamente la había engañado. Mientras miraba el delantal e
scalera. En el pasillo casi chocó con Anya. La s
está tu delanta
alzar la mirad
rdí, s
nuevo, pero se te de
eso había creído ella. Era en realidad una mentirosa. Todos los delantales perdidos habían sido hallados en la ha
sa, y Anya no toleraba a las mentirosas
quitó, señora.
sta la so
ue con tu trab
lo quitó es porque no quiere que lo
tranquilidad de Vlad es lo primor
seño
se convirtiera en una nueva obsesión de
✿
e. Había más de veinte personas allí, todos altos ejecutivos, tod
pudiera, pero era imposible. Había mucho que hacer antes, muchos misterio
textura lo llevó a la seguridad de su despacho con cerradura eléctrica, al enorme poder que sentía sentado tras su escritorio, a lo firme que se oían sus pal
zó ante aquellos pensam
e las acciones de tu división
informe detallado. Como pod
ie volvió a mirar extraño a Vl