, por más que lo hago, nada cambia y él sil
i intención. No sabía dónde
- murmuro y él se acerca tanto a mí que logra tambalearme.
, así, no voy a aplastarte o
pregunto curiosa por la
e contigo puede ser doloroso porque mi masa muscular es dura y si tro
da una máquina para
inevitable que mis músculos crezcan t
... verlos a otros, porque para
ar si deseas, así, podrías moti
do de tocar
Por
tar excitarme. - respondo y
stoy siendo tan sincera con é
evites -
o hago, e
s de que te
é te re
ar mis brazos para confirmar que
entrepierna podría hacerme - murmuro y de rep
regunta tan sereno que me mo
uga de pe
un desc
rca de mí oído, que su aliento golpea mi
r sexo con una desconoc
ermedades transmisibles o no transmi
o me refería. Aunqu
ería sentirme culpable. Además, mi padre está ansioso porq
rirte conmigo? - p
que inhibe mi control o si es el olor a coco que tanto
culparm
te mi detonante y creo que, por
sar una noche de se
so obligarte. Si no es posible contigo,
ado! - digo
nía desaparece y de inmediato, lo to
é suc
e deje
ca. - murmura y yo me doy bofetadas me
un poco? Solo ha
o está demasiado caliente. Yo no puedo esperar - susurra en una voz baja y ronca que me hace ahogar un
go de tu cuerpo
ecesitamos eso, ¿aquí hay? - p
alida. Iré a buscarla. - dice
por favor - dig
necesito irme. - dice y se aparta de mí, mientras la calen
nto mentalmente y ficha pregunta me hace imaginarlo, por lo q
ede? ¿Por
ién se siente ca
algo de alg
cuide. No creo que sea eso. Es
quiero que te sientas en peligro porque
ue tenias pr
ces, ha
as se
ompartimos, teniendo en cuenta que solo será un momento y nunca más va
que, podemos fingir que fue un sue
a decirle a alguien más. Será
acu
e pronto. - pide y a los pocos pa
ue nos hemos desvestido - murmuro y él logr
estido es bastant
os botones y deslizar mi vestido sin más, el hombre detrás
za descargas fuertes en mi c
solo íbamos
er debe ser bien calentado. Después de todo, la mejor com
ue, creo que ya est
asos - dice, acariciando mis brazos, m
él me hace acostar sobre mi pecho, mientras hace un recorrido
sensación no puede ser más placentera, su mano derecha se mete bajo mi pecho, acariciando
a, me da sentir en la gloria. Lo sé y él lo sabe, la humedad y mis gem
recen. Cuando estoy por quejarme, sus dos manos toman una pierna mía y levantando la misma,
ándole atención por breves segundos que me hacen sentirme en el cielo. Tanto es ello, qu
r fa
ué d
mucha dificultad, escucho como abre un empaque y después de
iniciar, no seré piado
eo que bromeaba, su grande tantea mi entrada y cuando descubre dond
de lo que