aunque no lo necesite, y para calmar mis nervios aspiro aire una y otra vez dentro del Audi negro que me regaló Claudio
me por el suelo, pedirle explicaciones a Claudio, golpearlo, pero debo mantener una postura acorde, me dieron las credenciale
rta con Víctor que, me nota primero, se queda colgado mirándome y entonces voltea mi marido, sonríe y disimula con habilidad lo sor
e de hombre poderoso y atractivo que exuda sensualidad, me ha vuelto loca entre sus brazos, me ha hecho experimentar e
nríe dejándome ver sus dientes perfectos y blancos. Su olor me excita siempre, su con
ella», me digo
y me ale
sta noche tú y yo tenemos una cita ¿H
do de que no recordara las fechas importantes de los dos, así que siempre le escribo a media mañana para recordarle, o el día anterior si se trata de mi cumpleaños, así no pas
Ci
pondo mientras hago una mueca para dejarme ver
forma intensa, me doy cuenta de
orpresa, ent
o reco
os, seguro Víctor ya estaba preparando a
millo con él pidiéndole actos románticos que sé que es incapaz de hacer, pero f
obre su escritorio, me acerco a pasos apresurados hasta allí, aunque mi esposo hace un gesto
a me sonríe, es el tipo más raro y serio que he conocido jamás, y
-pregunto haciéndome la tonta, qui
rás. Recuesta su sexo de mi trasero
o trabajar, esta noche la pasaremos bien, te lo prometo, ahora estamos
omo mi regalo de aniversario
me despide con la mano, salgo de allí tensa. Me escondo en uno de los baños cer
gaña, se burla de mí. Espero por al menos tres minutos cuando veo que el asistente de mi marido sale hacia los ascensores con el ramo, hago un esfuerzo por ver que pis
que ya hizo la entrega, sin entrar al área de las oficinas, aprovecho que todo es de cristal para echar un ojo y ver dónde está el ramo de doce rosas. Me quedo inmóvil cuan
e concursarte de belleza, labios carnosos y nariz pequeña y una de mis amigas. Qui
trabajo a su hija que era abogada y quería salir ya de la firma de abogados para la que trabajaba, quería entrar al mundo corporativo, decía, la cono
hacia mi auto, donde
canas, le tengo mucho aprecio a su padre, a su madre, se lo tenía a ella. Tocan la v
quedarse dentro del vehículo, deb
digo, subo la ventanilla
ré? ¿Qué
jo de hacer un escándalo. Me siento tan humillada, hecha a un lado, no dejo de llorar todo el camino a casa, al llegar a casa, apago el teléfon
sea capaz de producir. Dejo que el dolor me atreviese el cuerpo y el alma, lloro y me sie