un regalo hoy? - preguntó Tomás
iba a enojar - exclamó Mariam-
llí, pero si se va a hacer acá en casa con los empleados
mañana papá?- preguntó ella- ¿ Me dejas
o a su hija y le g
cumpleaños mañana- dijo T
vals conmigo?- dijo
licó Mariam- ¡son
ediendo- deja de ma
¿Te gusta mi ve
do, estaría pronto en la universidad, y tenía temor,
sonara severa- ¡También te autorizó a
con algunos amigos, no importaba que fueran sólo cuatro, pero
er más feliz del universo!- dij
unión, no sabía qué decir, dio media vuelta y siguió hasta su habitación, Sara se
ésta le sonrió, a ella le gustaba verla reír como lo estaba haciendo ahor
frutar del privilegio de celebrar los quince años de Sara, ya en la noche disfr
miraba y comí
sa, entre todos organizaron nuevamente aquella fiest
a era lo más importante de su vida; al otro día llegó su abuela Caro
dio día, por insistencia de su madre, debía bailar con su hija, Carol siempre le reñía su actitud, per
ijo! Disfruta de tu hija hoy, ol
su nieta, pasó el día consintiendo a Sara
niña! ¡Estás preciosa, pareces una p
o! ¡Nunca me imaginé éste momento! ¡Estoy tan feliz, he aprendido a c
escendiente con
rdín, de mis profesores, de aprender idiomas- dijo Sara con una suave sonrisa- ya
manera te pareces a él, terca y obstinada, pero con
ie doblega abuela, es sumamente terco, no desea casarse, es tan jóven y g
e tu mamá, amaba a Margarita- dijo Carol- ella era muy im
ijo Sara- contigo y mi papá me ha bastado para c
aunque tu padre se puede enojar- dijo Carol- como quisier
e ha tocado vivir con mi papá, debe tener un propósito y
gullosa de tí, de alguna manera llevas en la sangre la estirpe de los Williams y serás la herede
acha fuese la CEO de todo lo que la estirpe Williams, siempre quiso tener un niño para cede
er que tocarle a su hijo orgulloso de
ura no, ni sus millones- dijo divertida Sara- solo deseo un día casar
arol a la chica- es tu herencia por dere
sar en eso abu
los invitados, debo ir, te aviso cuando dej
no me moveré de aca- di
la, su pecho se llenaba de ternura cuando la tenía cerca, la abuela había dejado s
ebración de cumpleaños repentina qué había logrado sa
padre trabajaba demasiado, pero era para no pensar, ella lo sabía, lo amaba mucho, sólo que le gu