abía disfrutado su celebración de cumpleaños al máximo
y temprano en la mañana y ella también se preparó para sa
para ver a Renzo, un hombre más grande
cómo estas
verte- dijo ella- siempre s
elebrarlo con un bue
r probarlo
aire, le gustaba mucho lo que estaba sintiendo, era un cosquilleo por
r con cuidado, no quería hacerle daño, sólo deseaba s
ca inexperta, muy jóven, estab fascinado
, había paseado, conversado, compartido con R
rabía, al parecer todos estaba
de regalo!- dijo su niñera, que a
o se esperaba aquel regalo, era de su
frutes en tus v
só Sara- su padre le había dado un reg
sentía mayor, siempre encerrado en sus propios pensami
cido ante los que lo rodeaban, parecía lleno de ha
ésto, llevaba su ritmo de vida como si nada más existiera a su alrededor
mediato todos le dieron la noticia,
do mejor que mi celebración! ¿Viste el regalo
ía mi amor!-
tos aquella conv
onmigo para todos lados- dijo Sara- eres libre
ta con eso, es tiempo de que aprendas a caminar
á sabe que debo seguir mi vida tomando decisiones sola, equivocandome
con su hijo, sabía que él era un hombre inteligente y justo, claro qué ell
iplina- dijo la abuela- hay normas y se deben respetar, avisando dón
, sólo que me entra un fresquito, sa
e dirigió de inmediato a la parte alta de la mansión, donde se enc
abierto!- di
su habitación, se levantó con toda la parsimonia y
e amo! ¡Gracias por ese regalo! ¡Te juro qu
icidad! - dijo Tomás- pero n
más se sentía abrumado por tantas mue
auto? - preguntó Tomás co
sí no me hubieras dado nada! ¡E
dente, quiero darte un pico de libertad al dejarte ir
s horas de entrada y salida y avisar
ero!- excl
erás!- dijo ella
el auto por favor- dij
dijo ella- ¿No l
lo pagué, si no te gusta
nta papá!-
n feliz ese día, no tenía idea de que un auto la pusiera de esa manera, aunq
pero no era así, era toda una mujercita muy hermosa, sonri
r una vuelta, ven
y confiada, su madre tenía razón, había que confiar en e
haría, Sara es toda una mujer, y ella se había perdido de ver cómo crec
fícilmente él se acordaba de ella, tenía doce años sin v
su hija cumpliera su promesa de guardar las normas y los buenos
a salida con su hija, era linda y muy llamativa para el sexo masculino, se había dado cue