nfierno, el cual se cansó de soportar. Bella Strand, de t
ión pública que su propia familia. Ella no podía mentir y decir que su matrimonio no hab
ero no tenía caso que una sola persona lo intentara. Él solía viajar por
ue estuvieran solos todo el día no le gustaba para nada, y su vida se había
evitable, aunque el hom
ecerle para mantenerla a su lado. Bella no era feliz, y ni siquiera recordaba la última vez que se había sentido bien c
co que deje de se
argarse en el receso del colegio
aquella decisión. No solo porque se iría por una larga temporada a Montana,
ía pedido el divorcio era algo que quería postergar, pero
ara mantener las apariencias. Se había cansado de fingir amistad con
lla mira a su hijo y traga saliv
ariño. Está
os? -el niño hace una mueca de tri
emos al aterri
s quedaremos en la
mueca-. Sé que no te gusta la idea de estar l
amigos -se queja mi
gura de que encontrar
extrañaba, antes solía pasar tiempo con él, en cambio Kei estaba acostumbrado a su ausencia. En
-grita Kei cuand
más de cinco años. Habían sido dos veces contadas cuando pudo viajar, y fue sin Sam
uando abrazó a su hermana. Había pasado tanto tiempo desde un a
energía que tenían sus hijos. Ni siquiera los había visto tan emocionad
be con una sonrisa y un cálido abrazo. El homb
porta? -pregunta Bella por lo bajo mien
Lamento que nuestra casa ahora mismo esté en remodela
quiero
os escuch
tá frente a ella, extendiendo sus brazos para recibirla. A él lo había c
as, y le he dicho a los muchachos de que la casa estará mucho más alegre con
onzada-. Solo que los niños son ruidosos, no querí
escuchar mucho -él sonríe-. Encantado de tenerlos en mi casa el tiempo que dese
ún día llegará, Arthur. Quizás
e ahora -bromea el homb
ento. Arthur inventó una idea de que los superhéroes habían traído dulces para
caballos aquí? -pregu
es montar? -r
gustaría. ¿
eberá estar a tu lado, pero mi hijo estará encanta
! Gracias,
deseen -le responde con una sonrisa-.
aún. Hablan mucho
Su trabajo lo mantiene ocupado, pero estoy seguro de que lo conocerá
egó Ludmila y ambos decidieron comprar una casa cerca de allí. Alexa se hizo presente, la única hermana que
de su ex esposo y también mensajes de voz que la tenían inquieta. Tuvo que disculparse con la f
s. Y lo único que espero es que no se te haya cruzado una estúpida idea por la cabeza -una pausa inquietante se escucha del
salida. Él podía irse por semanas, pero lo mantenían al tanto de los movimiento
e sus hombros cayeran cansados, sab
ce Sam desde el otro lado de l
que es el casamiento de mi hermana mañana.
e casa y mueves tu trasero de l
Ni aunque tuviera intenciones de avisarte hubieras contestado la llamada. ¿C
ue hago es por ustedes, no puedes veni
s, Sam. ¿T
¿Qué mierd* es
guir aguantando ninguna mierda solo porque quieres jugar a la familia
lucionado en cuanto r
a una mínima consideración, pero no recibo lo mismo de tu parte. ¿Y sabes que es lo que no te perdono? -gruñe contra el teléfono-. Que dejaste que tus hijos estuvieran pre
él, encontraré la manera de solucionarlo. N
desde hace tiempo, ya no tengo ganas de fingir. Y si tanto te cuesta tener un vínculo con tus hijos,
si solo yo tuv
aba cansada de lidiar con lo mismo de siempre. Esta vez no llo
ía. Se perdió en el medio del campo y no supo dónde se encontraba. Sabía que Arthur tenía un excercas de madera mientras acomodaba su sombrero por el sol. Se apoyó allí, pens
ajeno a su presencia, por lo que continuó su camino sin inconvenientes. Bella se sintió atrapada y mantuvo sus
a bomba de agua, marcando sus músculos muy bien definidos. Ella maldijo por lo
a visto nada
ron en ella. No pensó que sería atrapada allí, como una jodida mirona. S
spe