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Historia
La Emperatriz, Auge

La Emperatriz, Auge

Autor: Soto Yoshua
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Capítulo 1 La princesa no hace surf

Palabras:3984    |    Actualizado en: 15/04/2023

jama arrojándolo al suelo, entro a la ducha y dejo caer sobre mí el agua más helada de todas por mi cuerpo, el agua recorre mi cabello largo y este cae por lo mojado que esta mientras tengo la cabeza

estallar una producción de zapatos elegantes para mujeres, de seguro se dieron cuenta que allí era nuestro contrabando secreto de balas al otro lado del mundo para tener ganancias por

cuchillo, los pantalones, la camisa, el arnés para llevar mis cosas personales, me perfumo, me pongo mi reloj, mis muñeq

hay que recordar que nunca hay que hacerle sombra a quienes están arriba, termino de beber mi whisky, abro el cajón del tocador y saco una pistola Colt 1911 cargada y la guardo en el alijo del arnés, me pongo la chaqueta y salgo del departamento hacia mi auto, un elegante BMW M3, uno de los últimos modelos antes de salir los tipo Competition, enciendo el auto y me dirijo hacia la zona industrial, nuestra compañí

veinte pisos, el mismo se llama La Corona, la zona industrial es muy boscosa, hay muchas industrias contaminantes que fabrican quím

e los distintos encargados de los pisos. Me dirijo al ascensor princ

ligeramente la cabeza, entró colocándome en la mitad del

ertas del ascensor se cierran rápidamente, allí est

lia con muchas secciones de oficina además de un gran espacio para las estrategias, al final del área a hay una enorme barra de licores, muchos del Sindicato están allí mientras que otras van

erva fijamente indicándome con

n corto silencio llena el lugar mientras que Alia está sentado en la silla de s

l sabotaje de la fábrica de z

oper-, respondo de forma neut

que podemos, necesitamos más

oger los restos de la fábrica-, nuestras miradas se cruzan de frente, tenemos pr

ga?-, preguntó Alia

a la fábrica, solo tenía dos meses de operación cuando fue saboteado con explosivos, en la carpeta hay fotos de los restos de la fábrica, no queda nada pero el terreno es nuestro, dejo los documentos en la mesa del enorme escritorio de color negro, tomo asiento apoyando los codos en el escritorio y junto las manos acercando mis labios a ellos de forma pensativa,

piso, toco la puerta con calma para entran, allí esta Lisa Varz, nuestra COO, la jefe de operaciones generales, tomo asiento rápidamente sin decir nada, ell

retirar a

dando un sorbo al whisky, - ¿Sabe

en silencio mirándola a los ojos, los ojos de Lisa son grises plateados con pestañas largas, es muy alta y fuerte, nunca le agradó contratar a un Sindicato, parece que tenemos dos problemas ahora, llevamos u

u pasado, y créeme, es inminente, pero primero-, Lisa toma un cigarrillo pa

dencia, ¿cierto?-, pregunto

cio-, Lisa me da un documento, al

to desde el

se hunda-, Lisa se levanta y abre un compartimento secreto y saca su rifle AR

ro, pero esta vez, yo elijo que hacer, tengo el 60% de la compañí

il a nuestra junta directiva para una reunión, sé que nos están espiando, vamos a ver quién es el espía que nos tiene en esta situación tan complicada, que en menos de d

o hacia atrás de la silla para pensar mejor, Cooper y Lisa no se llevan bien, desde que contratamos un Sindicato para protegernos de los rivales nos ha ido muy mal, no puedo buscar culpables externos porque apenas vamos creciendo ya casi finalizando el año, debe analizar bien las cosas, ¿de dónde viene ese Sindicato y por qué sigu

ear desde allí, la fabricación de la balas era secreta, la maquinaria operaba con brazos y robots de última generación, no se requería de intervención humana, solo el personal directivo tenía conocimiento de esta fabricación clandestina, la fábrica principalmente era una línea de producción de zapatos y demás productos de cuero, solo operaba con cincuenta empleados en las c

ón de emergencia en el lugar del siniestro en menos de una hora. Salgo rápidamente por el ascensor personal hasta el estacionamiento de mi auto, el lugar es muy espacioso y solitario, abro la puerta del piloto, enciendo el auto hábilmente para salir con un lanzamiento de control, pisando el freno, acelerando y luego suelto el ace

l fuego, estaciono a un lado de la calle y salgo rápidamente del auto, el jefe de bomberos es un hombre robusto con una enorme b

na voz muy ronca- No hemos parado desde la cinco de la mañana, usamos agua todo ese tie

bservo al jefe de bomberos asintiendo

e mi bolsillo un rollo de dinero, mil dólares y se lo doy al jefe de bomb

vayan- miro fijamente al jefe de bombero

os dimos cuenta sabíamos que aquí había algo raro, así que actuamos de forma cautelosa hasta que llegara

su curso y le mostraré el lugar-, el hombre indica con la

una linterna, me acerco a las cinco líneas de producción para observarlas, el jefe de bomberos y su com

s tose dos veces, se sacude la barri

la voy a revisar-, res

lugar secreto estaba forzada por una cizaña, arrugué un poco la frente, cada paso que doy dentro del lugar me da más respuestas que preguntas, de nuevo mi cabeza comienza a bombar

uda de la luz de la linterna, consigo encender las luces de emergencia, todo el lugar está hecho polvo, restos de los explosivos como el C4 y dinamita, restos de municiones destruidas por todas partes, ya qu

quí, Lisa Varz en su Mercedes, Rin Var der Saar en su Mustang GT y Sharon Warfield en su Rolls Royce, los tres autos se est

, Sharon dice con un tono de voz

encontraste? -, pregunta Lisa luego

al área de las líneas de producción de la fábrica, están intactas, ya la luz de emer

s manos a los bolsillo de su larga chamarra, su bufanda blanca hace ver su cuello muy abrigado

s cosas, nada releva

da a su cigarrillo y lo apaga arrugándolo con su puño, Sharon es

, todo es un total desastre, les muestro los dos únicos brazos de fabricación que siguen en

ato está detrás de todo esto-, las

con un tono bajo, - ¿qué te hace sa

as familiares en el extranjero, Cooper colabora con nosotras-, responde Ri

e todas ellas, Rin no duda de que el Sindicato tuvo algo que ver, pero no confío en ello

nos acercamos al origen del ruido, hace mucho frio, ha comenzado el invierno, las largas chamarras de las demás ondean un poco cuando un viento frío s

lpe muy fuerte y corremos directamente hacia allá, Lisa y Sharon cargan sus pistolas, R

a para ver si alguien que nos ha estado espiando ha escapado, salimos y nos da

rsona a lo lejos, con su arma dispara hacia la perso

a mano derecha para dar la señal de alto y calmar a

os metros de aquí, alguien sabía de esa puer

ábrica de balas, eso confirma todo-, todo comienza a tener

sos accesos, quien lo h

recuerdo un poco mi pasado, hasta donde he llegado, unos segundos después mi mente se detiene a pensar, ¿quién tendría los accesos a los planos?, las veo a las tres con muchas dudas de su lealtad, solo el personal directivo tiene esos planos, a no ser que algu

or qué antes de tomar una decisión-, las demás no responden, miran a l

a de que si-

n-, respon

os-, cont

para comer algo, las cosas se están poniendo cada vez más extrañas, ¿Cómo es que alguien colocó una puerta en un lado donde nadie sabía?, ¿Quién era esa persona que estaba huyendo?, la puntería de Lisa es muy buena, pero dudo que

mente hasta llegar a una puerta, toco la misma y un hombre que observaba desde la rejilla me abre la puerta dejándome pasar, el lugar es una zona secreta del restaurant para clientes especiales, me siento en la mesa con los codos en ella mientras me llevo las manos juntas

que analizar, y es cierto, alguien que trabaja para alguna del personal directivo conspira para derribarnos, o simplemente quedarse con todo el negocio, nuestras acciones cotiza

ar mientras mi mente analiza todo como una máquina, voy a llegar al f

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