Libro de parauninstante
La serenidad de los olvidados: operación colada
Nos encontramos ante una poética novela negra que transcurre poco antes de la gran Exposición Universal que tendrá lugar en Sevilla en el año 1992. La presencia de la capital andaluza es tan principal, tan aplastante, que casi podría decirse que es la verdadera protagonista de la novela. Calles, plazuelas, bares, antros y toda suerte de rincones pintorescos son el escenario natural en el que transcurre la acción narrativa, así como la vida del nutrido grupo de personajes que habitan en la novela. ¿Es La serenidad de los olvidados una novela negra? Pensamos que sí, sin duda, y contiene buena parte de los elementos habituales de este popular género, entiéndanse, una investigación policial, una trama de narcotráfico y la exposición, realista y creíble, de los protocolos policiales vistos desde dentro. Es posible que si hubiera que determinar quién es el personaje principal de la novela, señalaríamos al agente infiltrado Quino, aunque lo cierto es que el protagonismo es muy compartido, y tampoco creo que el propio autor tenga el menor interés en definir esto. Ahora bien, dicho lo anterior, no podemos pasar por alto el inequívoco aroma que desprende a novela social. La serenidad de los olvidados es mucho más que una simple novela negra. El retrato de los olvidados, aquellos elementos excluidos de la sociedad y que viven de espaldas a ella, parece contener la verdadera y más profunda naturaleza de esta obra. Un retrato que cobra especial fuerza en el contexto de la Expo 92, momento en el cual la ciudad deseaba con todas sus fuerzas mostrarse abierta al mundo y pasar a ser reconocida como un destino atractivo y cosmopolita. A tenor de lo que uno ve y siente cuando pasea a día de hoy por las calles de la ciudad, puede decirse que la misión se cumplió con creces. La novela mira a sus personajes con benevolencia y ternura, y no son pocos los momentos en los que no he podido evitar acordarme de la película de Luis Buñuel Los desposeídos. La administración sevillana andaba muy preocupada por los elevados índices de delincuencia de la ciudad, y de la imagen que esta realidad pudiera ocasionar en una fecha tan trascendental. Por ello, da inicio la Operación Colada. Se trata en definitiva de aprovechar la sabiduría callejera que atesoran los sin techo para hacer frente a la delincuencia. Para ello, el agente Quino es designado para infiltrarse como uno más, convivir con ellos, y sonsacarles toda la información posible. A partir de este momento se desarrolla una bonita historia, humana y profunda, en la que el lector asiste al vínculo emocional que progresivamente se va estrechando entre el policía y sus nuevos amigos. La colorida fauna que Quino encuentra le fascina, a la par que, para su sorpresa, se encuentra con tipos humanos sensibles e inteligentes, rotos pero no vencidos, dignos y merecedores de toda consideración. Entablará amistad con todos ellos, pero especialmente con el Capi, quien, listo como él solo, muy pronto se percatará de que Quino es, en realidad, un policía. La serenidad de los olvidados prefiere detenerse más en los aspectos emocionales, psicológicos y sentimentales de los personajes que en la propia trama policial, la cual tampoco descuida en ningún caso. En Sevilla ha arribado un nuevo y peligroso capo, el pakistaní, que, con su nueva heroína de gran pureza, ha revolucionado la ciudad. Pero el autor se explaya especialmente en los asuntos humanos y personales de la historia, de los que se sirve para introducir una velada crítica o, cuanto menos, una invitación a la reflexión acerca de lo que es correcto y lo que no. ¿El fin justifica los medios? es la pregunta que sobrevuela la mayor parte de la lectura. Y más en el tramo final, cuando se revela que la operación ha sido, en esencia, un éxito. Pero en el camino, varios inocentes han caído, entre ellos Anika o el Capi. Víctimas colaterales que fueron usadas, sin el menor atisbo de compasión, precisamente por esa condición de prescindibles ante los ojos de una sociedad hipócrita e insensible que prefiere mirar a otro lado cuando aquello que ve no encaja dentro de los falaces esquemas prefabricados. La serenidad de los olvidados es una emotiva novela negra que centra su mirada en aquellas capas de la sociedad a las que no siempre estamos dispuestos a contemplar con el debido respeto. Esa serenidad a la que alude el título es la misma que resquebraja sin contemplaciones la policía con la Operación Colada y una infiltración que ejecutan sin su conocimiento. Se trata sin duda de un engaño y de un abuso de confianza que el propio Quino lamentará al final de la novela siendo ya, por decoro, un policía retirado. El autor demuestra una notable habilidad narrativa y la obra, más bien breve, mantiene todo su interés hasta su desenlace. Adicionalmente, se hace uso de los recursos de estilo, tanto para potenciar la expresividad como para embellecer el texto, con el resultado de una prosa personal y curiosa: tan coloquial y popular como lírica y emotiva.