Emilia no recuerda quien es. Camina sin rumbo fijo, llegando a un pueblo. Cae por un precipicio. Sus ojos ven algo: a ella misma sin vida, en el suelo. Algo más la confunde, su cuerpo tiene puesto ropas antiguas. Avanza intentando encontrar una respuesta, un hombre la llama princesa. La arrastran dentro de un enorme castillo. Descubriendo, es la Reina y esposa de un rey que no puede verla. Y lo peor de todo ¡Es sumamente atractivo!
-¿Qué es lo que ves..?
-No lo sé, estoy en una carretera. Veo varios vehÃculos pasar por mi lado. Algunos lo hacen despacio, y otros... un poco más rápido.
-¿Y qué hay a tu alrededor? Tiene que haber algo que te diga dónde estás -me regañó alguien.
-Pues, a mi lado izquierdo veo el mar.
-¿El mar..?
-SÃ, y de mi lado derecho, hay muchos árboles. Algunos tan altos, no alcanzo a ver el final de ellos. La carretera, aún sigue atestada de vehÃculos. Algunos me observan, debe ser por como estoy vestida.
-¿Y cómo estás vestida..?
-Tengo puesto una blusa sin mangas, y un pantalón de jeans. Siento frÃo, incluso mi cabeza se siente un poco congelada.
-¿Y por qué no tienes ningún abrigo? ¿Acaso no tienes alguna cartera o algo?
-No, no tengo nada de eso. Solamente me tengo a mà y a mi ropa.
-Supongo que tienes zapatillas.
-Zapatillas... zapatillas sà tengo.
-¿Y cómo te llamas..?
-Me llamo... Me llamo... no me acuerdo -dijo aquella mujer, con el semblante triste.
-Tienes que tener un nombre, piensa un poco más.
Los pasos, siguieron tambaleantes, en una ruta fija sin dirección alguna. La mujer miró hacia un costado y dijo:
-Veo un cartel de madera, tiene algunas letras bonitas impresas en el.
-Es como un pueblo.
-Creo que sÃ, pocos vehÃculos ingresan, pero me dio curiosidad. Quiero ir a ver qué es.
Eso hizo, cuando un vehÃculo pasó, y dió un espacio amplio para poder cruzar, lo hizo.
Al llegar del otro lado, sintió un aroma fresco de pino volar en el ambiente.
Sus zapatillas se dirigieron rápido, la prisa la invadió.
Atravesó aquel cartel, no sin antes acariciar con la punta de sus dedos. Se adentró con algo de prisa, con algo de temor. Pasos tambaleantes, una sonrisa débil.
-¿Y ahora, qué harás..?
-No lo sé... El lugar es bonito puedo ver más árboles.
-Ya me has dicho que has visto árboles ¿No hay algo más?
-No, algunos autos también pasan por mi lado, sin embargo parezco algo insignificante. TodavÃa no les de curiosidad ver una chica en pleno invierno en blusa manga corta.
-Lo más importante aquÃ, es saber por qué terminaste asÃ. Cómo vas caminando y sin recordar nada.
-No lo sé, y tampoco entiendo por qué estoy vestida de verano cuando hace frÃo. Por mÃ, tendrÃa un gorro de lana, y un saco... bien abrigado.
-¿Qué edad tienes..?
-No sé mi nombre, menos puedo llegar a saber mi edad.
Caminó, atravesando el espeso bosque. No fueron muchos minutos, pero el tiempo pasó volando para ella. También lo hizo para su acompañante. Llegó, a un risco, un precipicio que le hizo detenerse.
-¿Y ahora qué harás..?
-No lo sé. Quiero ver que hay más allá -comentó.
Dió un paso en falso para resbalarse y caer. Sintió como su espalda estaba en contacto con algunas piedras filosas, y sus piernas también se tropezaron con algunas ramas de raÃces.
Finalmente llegó al final, cerró los ojos perdiendo la conciencia.
Observé de reojo al joven que estaba a unos metros delante de mÃ, Eric. Era el hijo de mi mejor amiga, Laura. Suspiré bajando la vista, pero no pude evitar verle. Ultimamente, para ser sincera podÃa llegar a jurar que el chico, se veÃa mas atractivo que antes. A sus veinte años, parecÃa un hombre sacado de una revista para mujeres maduras. Mis mejillas se tornaron rojas, y tuve que sostener con fuerza mi vestido. Mis ojos se volvieron frágiles ante la imagen que tenÃa frente a mÃ. Cuando flexionó sus brazos para sonreÃrle a mi hija, sentà un nudo extraño en mi garganta. Olivia, tenÃa la misma edad que Eric. Laura, me pasó un mate y desperté de la ensoñación, de observar la sonrisa de su hijo. -¿Estás bien? –cuestionó bajo una mirada intimidante, asentà enfocando mi vista a los dos. Eric, rodeaba en un abrazo a Olivia, tragué saliva en seco –son adorables. -Lo son –comenté sin titubear, si tan solo un solo sonido de mi voz sonaba insegura, Laura se tirarÃa sobre mà como una gacela. La conocÃa demasiado bien para saber que era curiosa, en demasÃa. -Entonces... ¿saldrás con el ingeniero? –su pregunta, provocó que mi concentración volviera a ella. Suspiré asintiendo, ¿qué le podrÃa decir? De todos modos, ya era demasiado extraño que quisiera quedarme con su hijo en la ciudad. Yo tenÃa una casa en la capital, y me habÃa ofrecido para que él fuera a vivir allà una temporada, incluso Laura fuera para hacerme compañÃa. No pretendÃa comenzar a mirar a Eric con otros ojos.
Una enfermera encuentra a una niña congelada en el exterior de su hospital y la rescata. Después de atenderla, descubre que la pequeña tiene un don mágico que le permite curar heridas y predecir el futuro. La niña la lleva a su manada, y se desarrolla una tensa relación con su cruel padre, el Rey de la Manada.
Unidos por un matrimonio arreglado, Lina y Mateo se encontraron por primera vez en la noche de su boda. Sin embargo, Mateo sólo tenÃa ojos para su herencia y no para Lina, y la abandonó en cuanto obtuvo lo que buscaba: cuatrillizas. Cinco años después, un anciano de la familia empieza a sospechar que los dos no están enamorados, ejecuta un plan para arruinar la herencia de Mateo si no puede demostrar su amor a Lina. Con la presión de los dos lados de la familia, Mateo hace una propuesta arriesgada a Lina: fingirán ser amantes y recuperarán la herencia. Pero el destino tiene otros planos, y mientras más tiempo pasan juntos, más difÃcil es ocultar sus secretos y, aún más importante, el creciente amor que los une.
Kiara despierta en una carcel, habÃa sigo secuestrada por unos desconocidos. Esperando no encontrar el peor amo, alguien la salva, un hombre lobo cuyo nombre es Alexander. Emilia, hermana de Alexander descubre que Kiara es su pareja, al parecer reencarnada en una humana. Pero él se niega a creer eso. Ella la cura y le borra la memoria. Vuelve a su vida normal ya la universidad, encontrándose aun profesor muy sensual, Alexander.
Liam, un joven ambicioso y decidido, está a punto de perder su empresa. Cuando se entera de que podrÃa salvarla casándose con la hija de su padre empresario, decide aceptar la oferta. Pero, a medida que conoce a Elena, una joven inteligente y atractiva, empieza a sentir una atracción inesperada por ella. Al mismo tiempo, Elena siente que la relación se está poniendo más profunda, y se pregunta si Liam siente lo mismo que ella. ¿Qué ocurrirá si Elena descubre la verdad sobre el contrato? ¿Y sà Liam, se entera el secreto de Elena? ¿Se perdonarán?
—No... —susurra Sol con dolor, su mano se posa sobre su pecho como si buscara calmar el latido desbocado de su corazón, pero la comprensión parece escaparse de ella. —Lo lamento, Sol —la voz del hombre resuena grave. —¿Por qué no me lo dijiste? —pregunta Sol con una angustia que le oprime el pecho, y se deja caer de rodillas ante él.—¡Era tu esposa! Tenemos una hija... ¡No! —Yo... no sabÃa cómo hacerlo. TemÃa que... que no me recordaras, Sol. Y el doctor no lo recomendaba… y… —murmura con la voz quebrada, y Sol sacude la cabeza con incredulidad antes de levantarse. —No quiero... —susurra, tragando el aire con dificultad antes de reunir el valor para decirlo en voz alta. —No quiero volver a verte... nunca más. —¡Sol! ¡Por favor, Sol! —grita el hombre.
Sólo habÃa un hombre en el corazón de Raegan: Mitchel. Tras dos años de matrimonio quedó embarazada. Raegan se sintió muy feliz. Pero antes de que ella pudiera darle la noticia, él solicitó el divorcio porque querÃa casarse con su primer amor. Más tarde, Raegan tuvo un accidente y, tumbada en un charco de su propia sangre, le pidió ayuda a Mitchel. Sin embargo, se fue con su primer amor en brazos. Afortunadamente, Raegan escapó por poco de la muerte y decidió retomar su vida. Años después, se hizo famosa en casi todo el mundo. Después del divorcio, Mitchel se sintió muy incómodo. Por alguna razón, empezó a extrañarla. Le dolió el corazón cuando la vio sonreÃrle a otro hombre. En la ceremonia de su boda, él irrumpió y se arrodilló. Con los ojos rojos, preguntó: "¿No dijiste que tu amor por mà era inquebrantable? ¿Por qué te casas con otro hombre? ¡Vuelve a mÃ!".
¿Qué se hace cuando aquella persona que debÃa amarte, apoyarte y defender de todos, decide que no quiere hacerlo? En mà caso, velare por m misma, ya mucho he sufrido como para desmoronarme por él. Ya tuve suficiente dolor, asà que buscare mi sitio en otro lado. Pero como siempre, la Diosa Luna tiene otros planes. Los cuales no los sabré hasta que deba volver. Volver con él.
Durante los tres años de matrimonio, lo único que Alicia recibió de su marido, Erick, fue indiferencia y disgusto. Justo cuando algo despertó su esperanza de que Erick finalmente hubiera cambiado, descubrió que él tenÃa motivos ocultos. Tanto el amor como la paciencia tenÃan fecha de caducidad. Incapaz de soportarlo más, Alicia solicitó el divorcio. Erick la acorraló contra la pared y exclamó: "¿Quieres divorciarte de mÃ? ¡De ninguna manera!". Aun asÃ, Alicia estaba decidida a cambiar. Comenzó su camino hacia el éxito y pronto atrajo a muchos admiradores, lo que enojó mucho a Erick. Un dÃa volvió a ver a Alicia, que estaba con unos niños. Al ver la escena, actuó fuera de lugar: "Déjame ser su padre". Alicia puso los ojos en blanco. "No necesito su ayuda, Sr. Ellis. Puedo cuidar de ellos por mi cuenta". Sin embargo, Erick no aceptarÃa un "no" por respuesta...
¿Cómo se tortura a otra persona? Para Vincent, se trataba de atraparla en un matrimonio sin amor y llenar sus dÃas de humillación y miseria sin fin. Estaba convencido de que la traicionera Kaitlin se lo merecÃa todo, y nunca se arrepintió de sus actos... hasta que estuvo ante su tumba. Kaitlin tenÃa veinte años cuando se enamoró de Vincent. Pasó los tres años siguientes como su humilde y dócil esposa, ayudándole a alcanzar la gloria mientras aguantaba su despiadado rencor. "¿Amor?", él se burló de ella en sus últimos momentos. "Nunca hubo amor entre nosotros". ¿Cómo se destruye a otra persona? Para Kaitlin, era hacerle comprender que se habÃa forjado una tragedia a sà mismo. Cuando Vincent supo la verdad sobre lo que siempre habÃa anhelado, ya lo habÃa arruinado con sus propias manos.
Kaitlin se enamoró de Alan a primera vista, pero no consiguió conquistar su corazón ni siquiera después de tres años de matrimonio. Cuando su vida estaba en juego, él lloraba ante la tumba de su amada. Eso fue la gota que colmó el vaso. "Divorciémonos, Alan", dijo Kaitlin. Después del divorcio, Kaitlin prosperó en su nueva vida, ganando fama internacional como diseñadora. Recuperó la memoria y reivindicó su legÃtima identidad como heredera de un imperio joyero, al tiempo que asumÃa su nuevo papel como madre de dos preciosos gemelos. El pánico se apoderó de Alan cuando vio a los pretendientes alrededor de su exesposa. "Me equivoqué, cariño. Por favor, déjame ver a nuestros hijos", le suplicó Alan.
La vida era un lecho de rosas para Debra, la hija del Alfa, hasta que tuvo una aventura de una noche con Caleb. Estaba segura de que él era su pareja designada por la Diosa de la Luna. Pero este hombre odioso se negó a aceptarla. Pasaron semanas antes de que Debra descubriera que estaba embarazada. Su embarazo fue una vergüenza para ella y para todos los que amaba. No sólo ella fue expulsada, sino que su padre también fue perseguido por los usurpadores. Afortunadamente, sobrevivió con la ayuda de la misteriosa Manada Espina. Pasaron cinco años y Debra no supo nada de Caleb. Un dÃa sus caminos se volvieron a cruzar. Ambos estaban en la misma misión: llevar a cabo investigaciones secretas en el peligroso pueblo de Roz por la seguridad y la posteridad de sus respectivas manadas. Caleb todavÃa se mostraba frÃo con ella. Pero con el paso del tiempo, se enamoró perdidamente de ella. Intentó compensar el abandono de Debra, pero la chica ya no lo querÃa. Estaba empeñada en ocultarle que tenÃan una hija y también en hacer una ruptura limpia. ¿Qué les deparaba el futuro a los dos mientras viajaban por el pueblo de Roz? ¿Qué tipo de secretos encontrarÃan? ¿Caleb se ganarÃa el corazón de Debra y conocerÃa a su adorable hija? ¡Descúbralo!