/0/10550/coverbig.jpg?v=2392b7c3ff411f0c2062906a281a014a)
Esta historia no va de lo buena persona que soy, de lo buena esposa que he sido durante 15 años, la mejor compañera, la mujer intachable que la sociedad piensa que soy. No, no, nada de eso. Porque no he sido alguien buena desde... bueno, desde que tenía 10 y me di cuenta de que podía conseguir todo lo que quisiera con solo esforzarme un poco, o decirle a mi padre que lo quería. Ventajas de ser hija única de un multimillonario empresario. Lo que no sabía, era que no podía comprar el amor del único hombre que me ha importado desde que soy una niña, el hombre que retuve a mi lado todo lo que pude, a base de todo tipo de engaños y manipulación. Y la única cosa que yo siempre quise fue que me amará, solo eso. Pero nunca lo conseguí, aunque él pensó que lo llego a hacer en algún punto de nuestras vidas, porque tuve la suerte de que nuestros padres fueran amigos y nos hayan presentado desde niños, educados en los mismos colegios y en la universidad.
Esta historia no va de lo buena persona que soy, de lo buena esposa que he sido durante 15 años, la mejor compañera, la mujer intachable que la sociedad piensa que soy. No, no, nada de eso. Porque no he sido alguien buena desde... bueno, desde que tenía 10 y me di cuenta de que podía conseguir todo lo que quisiera con solo esforzarme un poco, o decirle a mi padre que lo quería. Ventajas de ser hija única de un multimillonario empresario.
Lo que no sabía, era que no podía comprar el amor del único hombre que me ha importado desde que soy una niña, el hombre que retuve a mi lado todo lo que pude, a base de todo tipo de engaños y manipulación. Y la única cosa que yo siempre quise fue que me amará, solo eso. Pero nunca lo conseguí, aunque él pensó que lo llego a hacer en algún punto de nuestras vidas, porque tuve la suerte de que nuestros padres fueran amigos y nos hayan presentado desde niños, educados en los mismos colegios y en la universidad.
La primera vez que nos besamos en la adolescencia supe que él tenía que ser mío para siempre, la primera vez que hicimos el amor (donde tuve que mentir para que él creyera que yo era virgen) me di cuenta de que no quería a nadie más al otro lado de mi cama, pero yo era una mujer infeliz, al lado de un hombre que nunca supo amarme ni un poquito. Ni por todos los intentos que hice. Y, entonces, apareció Henry y me di cuenta de que podía tenerlos a los dos, porque uno no me amaba lo suficiente y el otro me amaba demasiado.
Los años que pase lejos de Alejandro me bastaron para que él se enamoraba de otra y quisiera huir con ella, pero para mi suerte, mi suegro no era bueno en los negocios y perdió toda su fortuna y no estaba para nada decidió a vivir en miseria, por lo que vendido a su propio hijo para garantizar una vida de lujos a su familia. Alejandro y yo nos casamos demasiado jóvenes, pero a mí eso no me importaba, porque desde niña soñaba con aquel momento, y lo hice realidad, me diseñe el vestido perfecto, hice que mis padres gastaran una fortuna en una boda que no era más que un trámite y lo vi en sus ojos, cuando titubeó al decir Sí, acepto o cuando me iba a besar. O cuando no quiso llevar el matrimonio como era debido, pero aun así teníamos que aparentar frente a la sociedad. Mi padre puso toda nuestra fortuna y empresa en sus manos y él se dedicó a multiplicarla con los años, mientras yo me acostaba con su mejor amigo, pretendiendo que era él. Cuando me iba de viaje de negocios solo para poder quitarme la máscara y disfrutar de algo de placer. Cuando me quede embarazada de otro hombre y pensé que era el momento perfecto de darle lo que siempre había querido, pero que yo me negaba a darle, un hijo. Así que, lo emborrache y drogue y fingí que habíamos hecho el amor, solo para decirle semanas después de que estaba embarazada, sus enormes y hermosos ojos azules se le iluminaron, pero para mi desgracia, ese bebé nunca nació, porque Henry no estaba dispuesto a fingir que no era suyo.
Las cosas se enfriaron demasiado después de eso entre nosotros, entre mi marido y yo, y entre Henry y yo. Pero a este último, lo tenía comiendo de mi mano desde los 10 años. Solo me basto desnudarte frente a él en nuestra casa, mientras su mejor amigo estaba en la habitación de al lado.
Pero ahora era diferente, mientras lo miraba desde mi silla asustada, asustada porque ya sí era cierto que nada de lo que hiciera lo retendrá a mi lado. Esta vez no. Las manos me temblaron, así que las escondí bajo la mesa. Mi última carta en su contra era el dinero, que si me dejaba lo perdería todo y su familia también, no funciono. Porque estaba enamorado y no iba a renunciar a eso. Lo observé quitarse los zapatos, la chaqueta y la camisa y arrojarlo con fuerza y enojo al piso. Para luego lanzarme las tarjetas de crédito a la cara y las llaves de los coches. No podía creer que lo había perdido, que se había enamorado de otra mujer, que era capaz de hacer aquello por alguien más joven que yo. Sin dinero, una chica que apenas estaba empezando a hacerse camino en la vida. Y yo, estaba furiosa. Quería acabar con todo con tal de retenerlo a mi lado. Me sobresalté en mi silla cuando lanzó el teléfono contra la pared y después se marchó.
No sé cuánto tiempo pasó entre que se fue, me abandono, se largó. Me puse en pie y tiré todo lo que encontraba a mi paso al suelo. Pequeños adornos carísimos destruidos a mi paso, llegue a nuestra habitación y tire todo al suelo, toda su ropa la lance por el balcón, sus estúpidos y caros relojes que tanto me gustaba comprarle, sus corbatines de 200 dólares, sus perfumes caros, todo lo lance y cuando acabe quería lanzarme yo también por la ventana. No imposible que se fuera, que me abandonara, a mí, si se lo di todo. Me senté en el suelo de la habitación y lloré, lloré como nunca había, las lágrimas se sentía de lava sobre la piel de mi rostro. Ya no estaba, jamás volveré a encontrarlo en su despacho, en la sala de estar o en la estúpida área de juego que tanto se empeñó en hacer para su sobrina. Debí quererla más. Tal vez, esa otra mujer sí la quiere y juega con ella.
Una clase diferente de rabia y enojo me subió por la espalda, me puse en pie y bajé las escaleras de dos en dos. Me encontré a la señora de la limpieza (nunca me he molestado en saberme su nombre) quitando todo el reguero que él dejó en el comedor.
-Quiero que borres todo el rastro de que alguna vez existió en esta casa- ella solo asintió con movimientos repetitivos de su cabeza- para cuando vuelva no quiero encontrar nada suyo en esta casa.
La felicidad era como un espejismo para Rocío Ouyang, cuando más se acercaba a la felicidad, más se alejaba. Ella acababa de casarse con Edward Mu, pero en su noche de boda todo se derrumbó. Dejando a Rocío embarazada, Edward la abandonó en su noche de boda. Pasados unos años, Rocío renació por completo, cambiando totalmente su personalidad, convertiéndose en la única coronel del ejército. En este momento Rocío comenzó a reflexionar varias preguntas que eran misterios para ella: ¿Por qué los padres de Edward estaban actuando de manera tan extraña? ¿Por qué su padre la odiaba? ¿Y quién estaba tratando de dañar su reputación en el ejército que ella había trabajado tan duro para construir? ¿Y por qué sigues leyendo la sinopsis? ¿Por qué no abres el libro y descúbrelo tú mismo?
Anoche pasé una noche erótica con un desconocido en un bar. No soy una mujer al azar. Hice esto porque estaba muy triste ayer. El novio que había estado enamorado de mí durante tres años me dejó y se casó rápidamente con una chica rica. Aunque actúo como si nada hubiera pasado delante de mis amigos, estoy muy triste. Para aliviar mi estado de ánimo, fui solo al bar y me emborraché. Accidentalmente, me encontré con él. Él es más que atractivo e increíblemente sexy. Como el deseo controlaba mi mente, tuve una aventura de una noche con él. Cuando decidí olvidarme de todo y seguir adelante, descubrí que mi aventura de una noche se convirtió en mi nuevo jefe. Un tipo posesivo.
Sabrina tardó tres años enteros en darse cuenta de que su marido, Tyrone, era el hombre más despiadado e indiferente que jamás había conocido. Él nunca le sonrió y mucho menos la trató como a su esposa. Para empeorar las cosas, el regreso del primer amor del hombre no le trajo a Sabrina nada más que los papeles del divorcio. Con la esperanza de que todavía hubiera una posibilidad de salvar su matrimonio, le preguntó: "Tyrone, aún te divorciarías de mí si te dijera que estoy embarazada?". "¡Sí!", él respondió. Al comprender que ella no significaba nada para él, Sabrina finalmente se rindió. Firmó el acuerdo de divorcio mientras yacía en su lecho de enferma con el corazón hecho pedazos. Sorprendentemente, ese no fue el final para la pareja. Fue como si Tyrone despejara la mente después de firmar el acuerdo de divorcio. El hombre que alguna vez fue tan desalmado se arrastró junto a su cama y le suplicó: "Sabrina, cometí un gran error. Por favor, no te divorcies de mí. Te prometo que voy a cambiar". Sabrina sonrió débilmente, sin saber qué hacer…
Rachel pensaba que con su devoción conquistaría a Brian algún día, pero se dio cuenta de que se había equivocado cuando su verdadero amor regresó. Rachel lo había soportado todo, desde quedarse sola en el altar hasta recibir un tratamiento de urgencia sin su presencia. Todos pensaban que estaba loca por renunciar a tanto de sí misma por alguien que no correspondía a sus sentimientos. Pero cuando Brian recibió la noticia de la enfermedad terminal de Rachel y se dio cuenta de que no le quedaba mucho tiempo de vida, se derrumbó por completo. "¡No te permito que mueras!". Rachel se limitó a sonreír. Ya no necesitaba a ese hombre. "Por fin seré libre".
Allison se enamoró de Ethan Iversen, el futuro alfa de la Manada Moonlight Crown. Siempre quiso que él se fijara en ella. Sin embargo, Ethan era un alfa arrogante que pensaba que una débil omega no podía ser su pareja. El primo de Ethan, Ryan Iversen, que había vuelto del extranjero y era el verdadero heredero de la manada, nunca intentó conseguir el puesto ni mostró ningún interés por él. Era todo un alfa playboy, pero cuando regresó a la manada, una cosa cautivó sus ojos y fue Allison.
"¡Ahh!". Ella solo podía gemir, a pesar de que no amaba a ese hombre; de hecho, lo odiaba. Las manos del hombre recorrían todo su cuerpo. Ella jadeó cuando él comenzó a bajarle el cierre del vestido. Este terminaba en su cadera, así que terminó con la espalda y la cintura descubiertas. "No me toq... ¡mmm!". El hombre movió sus dedos por su espalda descubierta y presionó su cabeza contra una almohada. Los toques le provocaron escalofríos a la chica. "Haré que te olvides de sus toques, besos y todo lo demás. Cada vez que toques a otro hombre, solo podrás pensar en mí". ---- Ava Adler era una omega nerd. Los demás la molestaban porque pensaban que era fea y poco atractiva. Pero Ava amaba en secreto a un chico malo, Ian Dawson. Él era el futuro Alfa de la manada Mystic Shadow. Sin embargo, a él no le importaban las reglas ni las leyes, solo le gustaba coquetear con las chicas. Ava no era consciente de la arrogancia de Ian hasta que su destino se entrelazó con el del joven. Él la descuidó y la hirió profundamente. ¿Qué pasaría cuando Ava se convirtiera en una bella capaz de conquistar a cualquier chico y, al verla, Ian se arrepintiera de sus decisiones? ¿Y si ella tenía una identidad secreta que aún no había descubierto? ¿Y si cambiaban las tornas e Ian le suplicaba que no lo dejara?