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Eduard Carbajal, era un hombre humilde que se había esforzado mucho para salir adelante, con el corazón roto y un profundo rechazo hacia las personas de alcurnia; gracias a su tormentosos pasado. Su vida dará un giro de 180 grados el día de su graduación, cuando Helena Bomparkt aparece ante él, imponente y muy segura de si misma ella llegara para poner su mundo de cabeza. ¿Pero que se oculta detrás de su repentina aparición?, ¿por qué ahora después de tantos años ella regresa a él?. Su pasado y su presente se juntan, dejandolo con un futuro incierto, no está seguro de que curso de acciones tomar pero si de algo está seguro es que nunca más caerá en los caprichos de la familia Bomparkt, ese que no había hecho más que arruinarle la vida.
Muchos dicen que la vida está regida por el azar, que a algunos nos toca tener suerte mientras a otros les toca la gran desdicha, que la vida es una cuestión de oportunidades, errores y aciertos.
Pero siempre debemos tener en cuenta que los resultados finales dependen de nuestro esfuerzo, de la fuerza de nuestros corazones y de nuestra voluntad.
Quizás sea cierto, quizás no, unos creen en el destino mientras otros creen en las causalidades, fuera como fuera; todos jugamos para ganar o al menos lo intentamos.
Eduard Carbajal había aprendido que, cuando la fortuna te jugaba en contra; debías esforzarte el doble para cumplir tus sueños. Aunque costará, aunque tropezaras millones de veces. Porque, nos guste o no; los obstáculos siempre se interpondrán en nuestro camino y debemos buscar la forma de superarlos.
Era un fresco día de abril cuando él había alcanzado cumplir uno de sus más grandes sueños: graduarse de la universidad; con 25 años finalmente había logrado recibirse de la universidad siendo por mucho el mejor de su clases. Por fin podrían dirigirse a él cómo Ingeniero Carbajal y estaba orgulloso de eso, si quizás le había tomado más tiempo que a los demás, quizás había perdido un año o dos de estudio pero nunca se había rendido y por fin vería los frutos de todo su esfuerzo o al menos eso esperaba.
Su corazón comenzó a latir con fuerza cuando entre la multitud pudo divisar una figura imponente, una mujer, aquella que se había convertido en su bendición y en su peor pesadilla. Por un momento pensó que su mente le estaba jugando una muy mala pasada, que estaba alucinando pero ese andar era inconfundible, aquella penetrante mirada de ojos grises él la conocía muy bien y era demasiado fácil identificar a quien pertenecía o al menos así era para él, aún podía recordar cómo esos ojos lo hacían sentir expuesto.
Ella... caminando como si sus pasos fueran dados sobre nubes de algodón, imponente, hermosa y peligrosamente seductora; sus facciones mostraban una madurez envidiable y exquisita que provocaba que fuera imposible confundirla con una niña pero la juventud de sus fascinantes facciones, tiernas como las hojas verdes de los árboles en primavera; hacían imposible confundirla con una mujer mayor.
Helena Bomparkt, a sus 24 años seguía tan hermosa como la primera vez que sus ojos se posaron en ella; tan seductora y atrayente que era imposible que los presentes ignoran su presencia, siempre había sido así; una mujer elegante, sofisticada que atraía miradas aún siendo muy joven; con cada paso que daba él sentía que su respiración se hacía más pesada, sus ojos se encontraron y una vez que lo hicieron fue imposible apartar la mirada.
Sus suaves rizos color chocolate se movían levemente con cada paso que daba, su blanca piel resaltaba aún más por esos labios carmesí que resultaban provocativos y aún así el no podía pensar en otra cosa que no fuera la inseguridad que sentía al verla; cada célula de su cuerpo gritaba que ella era peligrosa.
¿Por qué?, ¿por qué después de más de 5 años sin verla ella aparecía de pronto?, cómo una diosa entre los mortales, como una deidad de la devastación que venía a poner su mundo de cabeza; porque de eso podía estar seguro si su vida se había vuelto un caos cuando la conoció años atrás muy fácilmente podría volver a ser un caos por su simple presencia.
- Felicidades, ingeniero Carbajal - su voz dulce, aterciopelada era como un bálsamo para su alma, para su corazón desbocado pero todas las alarmas dentro de su mente se dispararon y aún más cuando ella se inclino depositando un suave beso sobre su mejilla, no había nadie que no los estuviera observando. ¡Por Dios!, ¡era Helena Bomparkt presentándose en su graduación!, era un sueño que ninguno sabía que tenía hasta que se hizo realidad.
- Gracias, señorita Bomparkt - respondió, intentando mantenerse en una pieza, ya no era ese mismo muchachito de años atrás, ahora era un hombre hecho y derecho; seguro de si mismo y no caería ante la tentación que representaba esa mujer frente a él.
- Me gustaría invitarte a cenar - agrego la mujer, sin prestarle atención a la presencia de los demás; quienes observaban interesados la interacción de su compañero con aquella mujer recién llegada.
- Lo siento yo... - su respuesta fue interrumpida cuando una muchacha, de estatura baja y cabello negro se acercó a él, sujetándole del brazo.
- Eduard... llegaremos tarde - aseguro la muchacha sonriente, antes de dirigir su mirada a la mujer frente a su amigo; quien observaba con un semblante terriblemente serio; que incluso resultaba aterrador.
- Alexa... en un momento voy - aseguro el hombre, liberando su brazo de manera sutil; Alexa era aquel apoyo incondicional con el que había contado durante los últimos 5 años, más que su compañera se podría decir que mantenían una especie de relación que iba más allá de una simple amistad.
- Eduard... no creo que te guste hacerme esperar - está vez fue Helena quien hablo, ignorando de forma descomunal a aquella mujer bajita que actuaba de forma posesiva ante el hombre - pasaré por ti a las 7. Disfruta con tus - sus ojos grises se fijaron en la mujer mirándola a detalle - compañeros. Nos veremos en unas horas.
Sin decir nada más, Helena dió media vuelta y siguió su camino, ignorando los murmullos que dejaba atrás; así era ella, acostumbrada a hacer su voluntad, a tener el mundo completamente a sus pies. Cómo si fuera la dueña del universo. Y quizás tenía razones para ser así, ¡por Dios!, ella era Helena Bomparkt, única heredera de una cuantiosa fortuna, de un conglomerado de empresas situadas en la cima del éxito, una fortuna envidiable que muchos desearían tener; sin duda los Bomparkt eran como la realeza, todos se rendían a sus pies desde el comienzo de los tiempos, así que por obviedad ella estaba acostumbrada a ello.
Eduard dejo escapar un suspiro, lo menos que había esperado era que ella irrumpiera en su vida de esa manera; cómo si aún tuviera alguna especie de poder sobre él. ¡Pero ya no era así!, Helena Bomparkt ya no era el centro de su mundo.
- Eduard... ¿quien es esa mujer? - preguntó Alexa, sabiendo de quién se trataba pero queriendo escuchar de sus labios que papel jugaba aquella mujer en la vida del hombre.
- Ella es... alguien de mi pasado - se limito a responder, sin desear dar detalles de lo que Helena Bomparkt había significado en su vida - Vamos Alexa, llegaremos tarde a la celebración... es nuestra graduación. No hay que hacer esperar a nuestros compañeros.
Eduard sujeto de la mano a Alexa, provocando que las mejillas de esta se colorearan de rojo, no estaba acostumbrada que él tuviera gestos de cercanía con ella, no al menos cuando se encontraban en público.
Ninguno perdió tiempo para finalmente reunirse con sus amigos y dirigirse al lugar donde celebrarían, había decidido pasar lo que restaba de la tarde y desde luego la noche, en un club, beberían, bailarían y la pasarían genial. En ese momento era precisamente lo que Eduardo necesitaba. Perderse en el alcohol y olvidar aquella visita que hacía latir su corazón a mil. ¿Por qué esa mujer tenía que aparecer para perturbar su paz?, esperaba no tener la oportunidad de averiguarlo.
Monserrat Harrison pensaba que vivía una vida perfecta, tenía un trabajo estable, un amoroso novio y estaba apunto de contraer matrimonio... pero su vida perfecta se ve arruinada cuando estando en el altar, apunto de dar el "si acepto", su prometido la llama por el nombre de otra mujer dejando al descubierto su infidelidad y su amante era nada más y nada menos que ¡La mejor amiga de Monserrat!. Con el corazón roto y sus sueños hechos añicos, Monserrat abandona la recepción, dándose cuenta que justo en la habitación de al frente se está llevando acabo otra boda, en la cual decide ingresar y admirar el amor de los novios; ese amor que ella acababa de perder tras descubrir la traición de su prometido. Pero no todo es tan perfecto como parece, la novia de aquella ceremonia declara su amor a otro hombre, huye con su amante dejando al pobre hombre solo en el altar enfrentándose a los murmullos de los invitados. Por lo que en un repentino ataque de valentia, impulsada por los efectos del alcohol y sus sentimientos, declara su supuesto amor a ese hombre, pidiéndole que se case con ella. Sin imaginar todos los problemas que ese simple acto traería consigo... lo que comenzó como una mentira y una acción impulsiva se convertirá en un completo caos cuando descubra quien es su nuevo esposo... un matrimonio que se suponía sería una mentira termina siendo real y arrastrándola a una divertida aventura con un total desconocido que pondrá su mundo de cabeza. ¿Monserrat decidirá poner fin a ese falso matrimonio o podrán surgir sentimientos que lo impidan?.
La vida da muchas vueltas ... Nos sumerge en un espiral se experiencias con las cuales sufrimos, lloramos, reimos. Experimentamos miles de emociones en un momento, nuestra vida se puede poner de cabeza de un segundo a otro o por el contrario se puede transformar en el más hermoso cuento de hadas que podamos conocer. La vida de Mónic dió muchos giros inesperados, desde que aquel hombre de enigmática mirada gris apareció en el bar CopaCabana. Nunca imagino que ese hombre de la barra, con los ojos llenos de tormentas cambiaría su vida para siempre... El más hermoso cuento de hadas que poco a poco se transformó en pesadilla. Dominick Carbajal la llevo al cielo, enseñándole a amar, curando su alma herida para luego bajarla al infierno, dejando solo un corazón roto; una herida mortal muy difícil se sanar. ¿Podrá el amor triunfar sobre las tormentas que lo azotan?. Es difícil olvidar cuando se a amado con demasiada intensidad y se llega a odiar con la misma fuerza. Porque a veces el amor no es suficiente para sanar un corazón roto que ansia venganza. ¿Que hacer cuando se está atrapado entre dos emociones intensas?, guiado por un corazón confundido, ¿como tomar una decisión?... Que difícil era estar atrapada entre el perdón y la venganza, cuando tú corazón ama con gran intensidad pero tu mente no es capaz se perdonar la traición... Decisiones difíciles de tomar, situaciones complicadas de enfrentar; porque es difícil apaciguar un corazón que ansia venganza y la vez tiembla de deseo, de amor. Sentimientos encontrados, amor y odio; deseo y pasión; alegría y tristeza, emociones que se contraponen pero que albergan un mismo corazón, ¿cómo saber que camino tomar cuando se está atrapado entre el perdón y la venganza?, la decisión más difíciles de su vida estaba a punto de ser tomada y aún no sabía si seguir a su corazón o su mente. Esa era una respuesta que solo ella misma podía encontrar, ¿Cederia ante el encanto de esos profundos ojos grises? solo había una forma de averiguarlo...
Dicen que el primer amor siempre es el más significativo, ese que nace de pronto y casi sin darnos cuentas, es ese que hace latir nuestro corazón de forma acelerada y es el que no conoce de motivos, de estatus o edades. El primer amor no es esa relación que te robó la inocencia, no es eso que se cree sentir en una época de enamoramientos fríos y sin significados. Es un amor puro, que te hace cometer locuras, es aquel que puede permanecer oculto en el silencio y aún así crecer día a día, es ese al que te une tu hilo rojo del destino y con el que quizás jamás podrás estar. Es ese que marca tu vida para siempre y que permanece en tu memoria perdurando en el paso del tiempo, es el amor más puro y real que puede existir. Es ese que permanece aunque ya no estén juntos. El que te hace dar cuenta que desprender más energía peleando con alguien que amas que haciendo el amor con alguien que quieres. Vanessa Fullbustter conoció ese amor en el instante en que sus ojos se cruzaron por primera vez con los de su profesor, supo desde el primer momento que ese hombre de profunda mirada gris era su otro lado del hilo rojo del destino pero también supo de inmediato que era un hombre prohibido, un amor destinado a vivir oculto en los confines más oscuros de su consciencia… Sabía que no había vuelta atrás, que su corazón latía más rápido por él, que sus sentidos se nublaban al tenerlo cerca y que la calidez de amar crecía dentro de su pecho; calidez que era opacada por la frialdad de unas palabras profundas, de una mirada indiferente y de un amor que jamás sería correspondido. Sin imaginar que por azares del destino ella terminaría siendo la favorita del profesor… Porque aunque ella había decidido callar su amor, la vida tenía otros planes para ellos…
Madison Miller es la secretaria de un importante CEO, al que todos temen; llevando una vida aburrida, dedicada al trabajo y anhelando obtener el amor de un hombre que la mantiene en la incertidumbre. Su vida cambiará completamente tras una aventura de una noche ¡Con su jefe!. ¿Que pasara ahora y como van a lidear con las consecuencias sin convertir su vida en un completo caos?.
-¡Quiero el divorcio! - me dice en un tono frío. No es la primera vez que me pide algo así; antes lo hacía a menudo. Se levantó del sofá y lo miró a los ojos. Le molestaba que no la dejara dar ni una sola explicación; solo asumía las cosas. Era mejor dejar todo como estaba. No pensaba rogarle para que la escuchara, no pensaba hacerlo nunca más. -¿Estás seguro de que eso es lo que quieres? - le preguntó, mirándolo fijamente. Por muy ilógico que pareciera, intentó aferrarse a su única esperanza. Le tiró los documentos al rostro, y ella los tomó con una sonrisa amarga. Tomó el bolígrafo de la mesa y firmó sin pensarlo ni un minuto más. Se levantó con la poca dignidad que todavía conservaba, empacó las pocas pertenencias que tenía y se marchó sin mirar atrás. 🌼 Nota de la autora Espero que les guste esta historia llena de amor, intriga y mucho más. Gracias por el apoyo de antemano. No olviden dejar sus comentarios.
Lenny era el hombre más rico de la capital. Estaba casado, pero su matrimonio no tenía amor. Accidentalmente tuvo una aventura de una noche con una extraña, por lo que decidió divorciarse de su esposa y buscar a la chica con la que se acostó. Juró casarse con ella. Meses después del divorcio, descubrió que su esposa estaba embarazada de siete meses. ¿La mujer lo engañó? Scarlet estaba buscando a su esposo, pero, por error, los dos pasaron una noche apasionada. Sin saber qué hacer, se escapó presa del pánico, pero luego descubrió que estaba embarazada. Justo cuando estaba lista para explicar lo que le había sucedido a su esposo, este le pidió el divorcio. ¿Descubriría Lenny que la extraña chica con la que se había acostado era en realidad su esposa? Más importante aún, ¿su matrimonio sin amor mejoraría o empeoraría?
Lucía Balstone pensó que había elegido al hombre adecuado para pasar el resto de su vida, pero fue él quien acabó con su vida. Su matrimonio de diez años parecía una broma cuando su esposo la apuñaló con una daga. Afortunadamente, Dios nunca está ciego ante las lágrimas de las personas. Lucía tuvo una segunda oportunidad. Ella renació a la edad de 22 años, antes de que sucedieran todas las cosas terribles. ¡Esta vez, estaba decidida a vengarse y dejar que aquellos que la lastimaron pagaran! Hizo una lista elaborada de sus objetivos, y lo primero en su lista era casarse con el peor enemigo de su exmarido, ¡Alonso Callen!
Corinne dedicó tres años de su vida a su novio, pero todo fue en vano. Él no la veía más que como una pueblerina y la dejó sola en la boda para estar con su verdadero amor. Tras ser despechada, Corinne recuperó su identidad como nieta del hombre más rico de la ciudad, heredó una fortuna de mil millones de dólares y acabó llegando a lo más alto. Pero su éxito atrajo la envidia de los demás, y la gente trató constantemente de hundirla. El Sr. Hopkins, famoso por su crueldad, la animaba mientras ella se enfrentaba uno a uno a esos alborotadores. "¡Así se hace, cariño!".
Celia Kane proviene de una familia adinerada, pero perdió a su madre a una edad temprana. Desde entonces, ha vivido una vida difícil. Peor aún, su padre y su madrastra le tendieron una trampa para que ella se casara con Tyson Shaw en lugar de su media hermana. No dispuesta a aceptar su destino, Celia se escapó el día de la boda y, accidentalmente tuvo una aventura con un desconocido. Al día siguiente, ella se fue en secreto y, más tarde, su padre la encontró. Habiendo fracasado en escapar de su destino, se vio obligada a convertirse en la novia sustituta. Inesperadamente, su esposo la trató muy bien después de la boda. Celia también conoció poco a poco que él tenía muchos secretos. ¿Descubriría Celia que el hombre con el que se acostó era en realidad su marido? ¿Tyson sabría que Celia era solo una sustituta de su media hermana? ¿Cuándo iba a descubrir Celia que su anodino marido era en realidad un magnate misterioso? Descúbralos en este libro.
Rena se acostó con Waylen una noche cuando estaba borracha. Y como ella necesitaba su ayuda mientras él se sentía atraído por su belleza juvenil, lo que se suponía que sería una aventura de una noche se convirtió en algo más. Todo iba bien hasta que Rena descubrió que el corazón de Waylen pertenecía a otra mujer. Cuando esa mujer regresó, dejó de volver a casa, dejándola sola por muchas noches. Finalmente, un día, la pobre chica recibió un cheque y unas palabras de despedida. Para sorpresa de Waylen, Rena solo sonrió y dijo: "Fue divertido mientras estuvimos juntos, Waylen. Pero espero que no nos volvamos a ver nunca más. Que tengas una buena vida". Sin embargo, por voluntad del destino, los dos se volvieron a encontrar. Al ver que Rena tenía a otro hombre a su lado, los ojos de Waylen ardieron de celos y gritó: "¿Cómo diablos lograste seguir adelante? ¡Pensé que solo me amabas a mí!". "¡Es pasado!", Rena se burló, "hay demasiados hombres en este mundo, Waylen. Además, tú fuiste quien pidió la ruptura. Ahora, si quieres salir conmigo, tendrás que hacer cola". Al día siguiente, Rena recibió un anillo de diamantes y un mensaje del banco de que alguien había transferido miles de millones a su cuenta. Waylen apareció, se arrodilló frente a ella y dijo: "¿Puedo saltarme la fila, Rena? Todavía te quiero".